Gonzalo o yo

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Tal vez muchos digan "para el amor no hay edad", pero hay que verse en dicha situación para comenzar a encontrar sentido a esa frase tan básica. Es cierto que, a cualquier edad puedes enamorarte, pero también es cierto que para una buena relación hacen falta tres cosas importantísimas que son, el respeto, la madurez y el amor. Si amo a mi pareja la respetaré, y todo gracias a la madurez que tengo como persona, no se si se entiende. Puede que con Gonzalo tuviésemos el amor y el respeto, pero ¿y la madurez? Claramente teníamos muchas diferencias. Mientras yo pensaba ya en la universidad, en mi futuro, en el porvenir de todas las cosas de mi vida, Gonzalo aun pensaba en fiestas todos los fines de semana. Yo estaba enfocada en lo que quería, mientras Gonzalo no. Y así muchas cosas que parecen menores pero me importaban en dicho momento de la vida. Lo quería, de eso no había duda. En poco tiempo había despertado en mi un sentimiento que, ni Martin en 9 meses consiguió. Gonzalo y yo éramos polos opuestos de muchas maneras, por esta razón sabia que nunca funcionaria nada entre nosotros dos.
Tras pensar arduamente la decisión que tomaría con respecto a Gonzalo, tomé la que consideraba mas madura y sincera... Quedarme con el.
Cielo Latini, en uno de sus libros (que si, leo mucho) dijo que "El peor arrepentimiento, es el de las cosas que no nos animamos a hacer" y algo de razón hay en esa frase. Tal como lo dije un par de páginas atras, no me arrepentiré de cosas a las que les dije que si, si no de aquellas a las que le dije que no sin querer.
Toda esta batalla de irme y quedarme fue llevada a solas en las 4 paredes de mi habitación. Solo yo y mi mente torturadora. Gonzalo nunca llego a enterarse de que tenía dudas sobre él.
Quedarme con Gonzalo era como firmar un contrato. Estaba aceptando que dejaría fluir todos y cada unos de los sentimientos que él provocaba en mi, aceptando las consecuencias que podría conllevar.

Haré un paréntesis aquí... La verdad es que yo, nunca suelo tomar decisiones sin consultar con mis amigas. No es como que siempre les pregunte que hacer, porque no, pero siempre les plateo las cosas buscando tal vez respuestas que me iluminen un poco mas la mente. En el caso de Gonzalo, en alguna oportunidad recurrí a Rose, quien me aconsejo dejarlo, puesto que no se vería bien por la gran diferencia de edad. Yo, soy consiente de que hay parejas que tienen mucha mas diferencia, pero yo me torturaba con ese par de añitos (y mis amigas también veían la situación como un error). Inclusive llegaron a decirme que, mi capricho por Gonzalo era un acto de inmadurez que estaba llevando a cabo por el rompimiento con Martin, cosa que era totalmente falsa (o cierta, pues hasta el día de hoy lo cuestiono). Aunque por Martin jamás llegue a sentir lo que por Gonzalo (cosa que comprobé mas adelante, pero no les voy a dañar el final). Gonzalo fue, es y sigue siendo la razón por la cual tuve que tomar tantas decisiones en mi vida, algunas correctas y otras erradas. Así que acostúmbrense a estos debates contra mi misma porque durante toda la historia serán testigos de las batallas que llegue a tener conmigo misma y mis indecisiones.
Mi mamá (que es una mujer muy sabia) siempre me ha dicho que yo no soy indecisa, que se lo que quiero pero que temo tomar alguna decisión por miedo a perder otra cosa. Les explico por si no entienden esa parte. Si yo tuviese que elegir entre comer manzana y peras, debatiría muchos porque ambas me encantan, y si escogí manzana, quien sabe cuando podré escoger pera ¿se entiende? Espero que si porque no explicare mas, ya me entro el hambre! Volviendo al tema, siento que mi mamá tiene toda la razón... Siempre la tuvo y siempre la tendrá.

Había decidido quedarme junto a Gonzalo, quien yo aun no sabia si de verdad quería estar conmigo ¿vieron como son las cosas con las mujeres? Siempre adelantándonos a los acontecimientos.
Algo cierto había de todo, amaba a ese niño, por que si no, ¿por que habría de tomarme la molestia de pensar tanto lo que haría con respecto a el? Dudas existenciales....

¿Puedo llamarte amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora