Recordar es doloroso hasta el punto donde uno quiera que sea doloroso. Podemos recordar viejos tiempos, viejos amores, viejas compañías y estar nostálgicos, pero nunca permitir que un recuerdo tenga mas valor que el presente en el que vivimos. Una vez que entendemos que estamos transitoriamente en la vida de alguien, todo toma sentido. Entender que somos la consecuencia de nuestras acciones nos ayuda a crecer. Valorar inclusive lo malo, es sinónimo de madurez. Librarnos de viejos rencores nos impulsa a avanzar. Decir adiós, aunque no queramos nos invita a vivir y esperar por un amor que si sea merecido.
Me reuní con Gonzalo un mes luego de nuestra ruptura... Para muchos fue un error que lo hiciese pero igual, yo necesitaba esa despedida. Llegue puntual, como de costumbre. Nos sentamos a hablar en el estudio de su papá. Hablar con Gonzalo era extraño, porque ninguno de los dos mostraba incomodidad ni nos cohibamos de ningún tema. Coloco en la computadora a sonar la canción Robbers, de la banda británica The 1975. Me senté en el escritorio, muy cerca de él, para mirar el video de la canción. Mientras sonaba el intro del tema, Gonzalo se acercó a mi, colocándose en medio de mis piernas y tomándome por la espalda. Lo besé. No fue como nuestros otros besos, yo mantuve mis ojos abiertos y miraba los de el que si estaban cerrados. Gonzalo me tomaba cada vez mas fuerte y mas cerca de el. Metía sus manos dentro de mi vestido, y apretaba mis muslos. Me desnudó como era costumbre, de una forma delicada pero fugaz. Metí mis manos por su camisa, mientras acariciaba su espalda, clave mis uñas y recordé las veces que lo hacia en mi piel bajo su influencia. Sonreí de un modo perverso y a Gonzalo eso lo excitaba. Lleve mis manos hasta su pantalón, jugaba con ellas mientras le producía placer. Me acosté en el escritorio y permití que Gonzalo hiciese el resto. Aquel día, fue la ultima vez que hice el amor con Gonzalo y fue una de las mejores veces que estuvimos juntos. Hubo mucho amor, me cuidaba, me trataba tiernamente, me miraba, nunca dejo de mirarme. Llegue a su casa a las 12 del medio día, eran las 7:30 cuando terminamos de estar juntos. Me acosté en el piso, desnuda, mirando desde abajo la anatomía de Gonzalo, su cuerpo desnudo, no era fuerte ni estaba firme, pero su delgadez tampoco era enfermiza, me gustaba así, tal como era. Me miraba mientras yo estaba en el piso y se reía a diente completo; "estas loca mi amor" dijo.
-Bae, you look so cool.- dije riéndome a carcajadas. Era una parte de robbers, la canción que mencione antes.
Gonzalo se rió también y se lanzó al suelo conmigo. Parecíamos dos locos tirados en el suelo frío del estudio, mirando un techo blanco y una lámpara que estaba apagada, riéndonos sin parar. Éramos dos locos y estábamos locos el uno por el otro.
-¿Me extrañabas?- pregunté sin quitar mis ojos del techo
-Extrañaba estos encuentros violentos entre nosotros.- volvimos a reírnos sin control. Hacia frío y aun asi, no nos vestimos. Gonzalo trajo una manta y la colocó sobre nosotros, permanecimos ahí por mucho tiempo. Estábamos totalmente solos en la casa, por eso estábamos tan calmados.
-No seas tonto, no me refería a eso...
-Claro que te extrañaba bebé, ¿qué clase de pregunta es esa?
-Una típica- dije sin pensar
Gonzalo se levanto y se sentó de frente a mi.
-Escucha bien lo que diré ahora, nunca mas lo voy a repetir.- dijo serio
-Escucho...
-Se que no hice las cosas bien ¿ok? Se que hice todo a los golpes y de prisa y te lastimé con mi actitud. No es cierto que llevaba tiempo buscando terminar contigo, nunca lo sentí así. Adoro tu compañía, porque como tu no hay nadie en este mundo y espero que eso lo tengas muy en claro. Sentí por un momento que estaríamos juntos siempre y me aterré. Eres mi primera novia Agus, mi primer amor. Nunca antes he experimentado lo que contigo, que por cierto es mucho y es único. Quiero tener otras opciones, otras oportunidades, sentir que te elijo a ti por encima de muchas personas, ¿entiendes?
-Entiendo que quieres estar con otras personas, tener opciones y elegir. Pero Gonzalo, nunca me eligieras a mi, soy solo una opción entre miles.
-Puede que seas una opción entre varias, pero eso no quita de que eres la mejor de mis opciones.
Gonzalo lloraba, en silencio. Sus lagrimas solo caían por su rostro iluminado a media luz. Aquel día, yo también lloré. Otra vez lloré, luego de tanto tiempo. Le tome la mano y la apreté muy fuerte. Gonzalo volteo su cara hasta mi, y me dijo bajito "Te amo"
Griselda llamo varias veces aquel día, pude ver su nombre en la pantalla del celular de Gonzalo, pero el nunca le atendió. Me dedico ese día a mi, desde el inicio, hasta el final. Me vestí muy lento, no quería irme, quería estar con el mas tiempo, tener mas tiempo para despedirme pero sabia que no serviría de nada. Cuando termine de vestirme lo vi sentado frente a la computadora, seguía llorando. Lo abrace por la espalda y le susurré al oído "Te amo, gracias por tanto." Se dio vuelta y me abrazo. Me elevo en brazos, me sujeto fuerte, y volvimos a llorar, esta vez juntos, abrazados, siendo uno. Le sonreí entre lágrimas y le di un beso en la mejilla. Tome su teléfono, elimine mi numero y me fui de su casa.Al llegar a mi casa, me senté en mi cama con una foto de Gonzalo y yo que había sacado hacia ya varios meses. En la foto salíamos los dos muy sonrientes y abrazados. Admire la foto un rato largo, la coloque en el sobre de la carta que él me había dado en navidad y lo guarde en un cofresito bajo llave, junto al dije de corazón que me había obsequiado. Me sentía bien, melancólica y algo nostálgica, pero bien. Me senté frente al espejo y me miré detalladamente. Mire mis cicatrices, mis marcas de los golpes. Recordé cuando recién llegaban a mi piel... Mire mi cuerpo delgado. Mire mi cara rojiza e hinchada, por haber llorado. Mire como en la comisura de mis labios se formaba una sonrisa. Le sonreí al espejo, a diente completo. Me sonreí a mi, porque por mucho tiempo había sonreído por y para alguien mas y ahora, sonreía por mi, porque era y soy, lo mas real que tengo.
"Hola vieja amiga, ¿dónde habías estado? Te extrañé. Perdiste la guerra, pero al menos lo intentaste." Me dije mirándome al espejo....
ESTÁS LEYENDO
¿Puedo llamarte amor?
Romance¿Puedo llamarte amor? es la historia sobre un amor que fue y que ya no es. Muestra la otra perspectiva de las relaciones amorosas. La parte que tal vez, muchos no se atreven a revelar. La verdad es que, personalmente, tampoco suelo hablar muchisimo...