CORAZÓN DE DRAGÓN

PREFACIO

Un pequeño niño de 10 años vagaba por los pasillos del club de natación mientras buscaba a su padre, sus pequeños zapatos rojos resonaban a lo largo del lugar mientras observaba maravillado los mosaicos que decoraban las paredes, iba tan distraído que no noto al chico que estaba parado en medio del pasillo, sin poder evitarlo chocó con su espalda.

-- Lo lamento -- se disculpó con voz suave, mientras sus mejillas se pintaban de rosa

-- por que no te fijas por dónde vas -- esa voz le hizo levantar la mirada para enfocarse en el rostro del otro niño, debía tener su edad, aunque era un poco más alto por algunos centímetros, se sorprendió cuando sus ojos chocaron con un par de orbes verdes, era sin duda los ojos más bonitos que había visto, eran más bonitos que los de su amigo Zayn.

Claro que Zayn no tenía los ojos verdes, los tenía de un bello color miel, a contraluz llegaban a parecer dorados y antes de darse cuenta estaba divagando sobre qué tipo de ojos eran mejores, si los verdes brillantes, o los color miel, también el azul era un lindo color de ojos, el tenia los ojos azules y su mamá decía que eran unos ojos como dos pequeños océanos, pero en de definitiva sus ojos jamas llegarian a ser tan bonitos como los ojos del niño frente a él, y sus ojos no eran lo único bonito que tenía, su rostro también contaba con unos lindos labios de color sandía, piel blanca como la leche que le gustaba tomar en las mañanas, nariz pequeña y linda, su cabello, con lindos risos, eran de color chocolate, lo único que podía pensar es que ese niño seguramente se vería más bonito si en vez de un ceño fruncido, luciera una sonrisa.

Una idea se le vino a la mente, tal vez ese niño no sonreía porque le faltaba un diente, o más, esa idea lo hizo soltar una pequeña carcajada, se llevó ambas manos a la boca avergonzado por haberse reído tan fuerte, el niño frente a él lo miraba como si fuera la cosa más rara jamás vista.

-- que eres? -- preguntó el rizado.

-- soy Louis -- el pequeño oji-azul tendió su mano para saludar al de ojos verdes, el niño tomó su mano pero no para apretarla, en lugar de eso lo jalo hacia el y hundió su cara en la curva del cuello del pequeño castaño, Louis podía sentir sus mejillas arder y fue peor cuando el rizado inspiró su aroma pegando su nariz a su garganta y recorriendola para poder olerlo mejor, no recordaba haberse puesto perfume, porque ese niño estaba haciendo eso -- q-que haces?

-- Mono -- dijo el rizado y lo alejo como si tuviera piojos.

-- que?

-- eres un mono -- Louis lo miró extrañado, pero después comprendió que se refería su esencia animal.

-- sip -- sonrió pero el otro niño lo miró mal -- tu que eres?

-- no te importa, mono -- era la primera vez que alguien le decía "mono" como si fuera algo malo, eso lo hizo enojar, su mamá le había dicho que no era nada malo ser un mono.

-- tu debes ser un lagarto -- soltó de mala forma, sonrío complacido cuando los ojos del rizado se abrieron de forma desmesurada.

-- como?

-- por que eres feo como la lagartija que aplaste con mi bicicleta -- era mentira, él no era feo y tampoco había aplastado a la lagartija, cuando la vio freno y la puso en un árbol, no fue su culpa que el gato de la vecina se la hubiera comido, el oji-verde se puso rojo de coraje y lo empujo haciendo que se cayera de culo al suelo, soltó un quejido bajito y sintió sus ojos llenarse de lágrimas.

Antes de que pudiera decirle algo o soltarse a llorar un grito los sobresaltó a ambos.

-- Harry -- el rizado miró inmediatamente al hombre que venía por el pasillo, era un hombre alto y corpulento, su voz hizo que Louis se sintiera más pequeño de lo que era -- no te dije que no te movieras.