NOCHES MEMORABLES

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Podía sentir el calor apoderarse poco a poco de cada célula de mi cuerpo, mi piel de pronto se sentía como un montón de cables sueltos repartiendo pequeñas descargas en cualquier zona donde Harry tocaba mi piel, me era difícil respirar por la manera en el que él asaltaba mi boca, su lengua recorriendo cada pequeño espacio dentro de mi boca y sometiendo mi lengua a seguir su ritmo.

Cuando libero mis labios, no obtuve tregua alguna pues su boca descendió a mi garganta, podía sentir como succionaba de forma fuerte pero sin llegar a ser del todo doloroso, mi sangre corriendo a gran velocidad, me sentía mareado pues toda mi sangre se estaba concentrando en un lugar en especifico.

-- H... Har... Harry -- su nombre salio en forma de un jadeo y se convirtió en un gemido bastante alto, de su boca salio un gruñido de satisfacción cuando grite de forma aguda, el muy maldito había desgarrado mi camisa y la arranco de mi cuepo sin contemplaciones, sus ojos brillaron más escarlatas cuando noto mi pecho desnudo -- Harry... -- no pude evitar cerrar los ojos cuando sus grandes manos recorrieron mi pecho de forma ascendente como si no pudiera tocarme lo suficiente, sin previo aviso sus labios se apoderaron de mi pezón derecho, ¡sando dios!, un estremecimiento me recorrió al sentir su húmeda boca, sabía que mis manos estaban libres pero me sentía incapaz de levantarlas.

Mi espalda abandono un poco la cama, arqueando mi cuerpo cuando sus dientes mordisqueaban de manera sensual mi peson, mi mente se nublaba poco a poco más y más, me estaba costando respirar de una manera un poco menos desesperada, sin saber bien como fue posible mis manos se colocaron en su cabeza, mis dedos enredándose en sus rizos castaños y sin fuerza dí un tirón, sus labios abandonaron mi cuerpo mientras emitía un gruñido y sus ojos se abrían para mirarme directamente, su mirada amenazante y turbada por el deseo en lugar de acobardarme hicieron crecer mi excitación.

-- Yo... -- que iba a decirle?, sus labios hicieron un camino de besos húmedos en dirección al sur de mi cuerpo, sus manos se posicionaron en mi cadera y después de dedicarme una sonrisa socarrona, practicamente arranco los pantalones de mi cuerpo con boxer incluidos -- bast... mmm -- mi protesta se convirtió en un gemido cuando una de sus poderosas manos se cerraron en torno a mi erección, un escalofrío me recorrió y su sonrisa se acentuó aún más cuando mis caderas se empujaron para embestir su puño, la presión de sus dedos sobre mi sensible piel era casi perfecta, me sentía como un muñeco de trapo a su merced, y maldita sea sino me estaba encantando que jugara conmigo, mis ojos se cerraron mientras disfrutaba de sus atenciones, su mano subiendo y bajando de forma tortuosamente lenta, me era imposible concentrarme para abrir los ojos y darme cuenta de lo que él estaba planeando hacer, los gemidos abandonaban mis labios sin poder detenerlos.

-- Dios, si, si, si -- moví mi cabeza de un lado al otro sobre la almohada cuando sentí mi erección hundirse en su húmeda boca, su calida, succionante y maravillosa boca, mis manos volvieron a volar en dirección a su cabeza, dí un tirón en su cabello mientras él me llevaba más profundo en su garganta, embestí su boca y a él no pareció importarle, al contrario un ronroneo mando deliciosas vibraciones por mi cuerpo, quería correrme, dios, estaba tan cerca, al parecer él lo noto pues sus poderosas manos tomaron mis caderas para mantener mi cuerpo quieto, su boca dejó mi miembro mientras de mi garganta salía un sonido de protesta, me obligue a abrir los ojos para reclamar el que me dejara tan cerca, la imagen frente a mí era perfecta, su cabello hecho un desastre gracias a mis manos, sus ojos turbados por el deseo brillando con lujuria, su respiración pesada que podía sentir sobre mi piel sensible, sus labios rojos, más de lo normal, un poco hinchados a causa de los besos repartidos y de la maravillosa mamada que acababa de hacerme, esa maravillosa boca esbozo una hermosa y perversa sonrisa mientras de un rápido movimiento sus manos tomaron mis muslos y pegaron mis rodillas a mi pecho, dejándome completamente expuesto ante sus ojos, mi respiración era como el de un maratonista despues de la carrera de su vida -- que?

CORAZÓN DE DRAGÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora