Capítulo 6

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DAVID:

Me despierto, desorientado y atontado. Me desperezo del todo y me visto con mi ropa de deporte. Todas las mañanas salgo a correr, me gusta, porque me evade de todos mis problemas. Me gusta sentir mi cansancio, mi resistencia, el ardor en el pecho, la respiración... Y es que ese momento es único, ahí puedes aclararte las ideas o simplemente no pensar en nada. Sólo concentrarte en correr, espirar por la nariz y expulsar el aire por la boca. Hoy no me resulta tan fácil evadirme de mis problemas, algo a lo que estaba acostumbrado. Pienso en mi madre, que la veo cada vez más delgada, más desganada y cansada. Ese nuevo trabajo puede con ella, no seré muy cariñoso con ella, de hecho nunca he pronunciado: 'Te quiero, mamá.', pero en el fondo estoy orgulloso de ella. Tuve una infancia complicada. Mi padre, me maltrataba antes de que naciera Angie. Mi padre, George, era alcóholico y digo 'era' porque un día se fue a beber y no volvió. Cada noche, esperaba a que el pomo de mi pequeña habitación, no se abriera, no girara. Pero siempre ocurría. Entraba, me gritaba y golpeaba hasta quedarme indefenso en el suelo. Eso ocurría cuando yo tenía, alrededor de unos nueve-diez años. Cuando George, nos abandonó, dejó a mi madre (Emily) embarazada de Angie. 

Giro hacia la calle de la izquierda, mi barrio. Me dirijo hacia la última casa, la mía. Entro y mi madre esta en la cocina, que se sitúa a la derecha. Y Angie, está jugando en el salón que esta a la izquierda.

- Anda, hijo. Ya has llegado. Hoy has corrido menos, ¿por qué?

- El cansancio y que hoy tengo que llegar antes a clase.- mentí. En verdad, es que tengo demasiadas cosas en mente como para correr a gusto.

- Me voy a duchar.- y subo a mi cuarto. Cojo un vaquero y una camiseta negra de manga larga.

Me dirijo al baño y veo que está ocupado. Angie.

- ¡Angie, abre. Tengo que ducharme, y llego tarde a clase!- grito, aporreando la puerta.

- ¡Ya voy, que me estaba haciendo pis, jopelines!- responde, abriendo la puerta.

Es muy guapa, rubia con ojos verde y grandes. Y tiene algunas pecas a lo largo de su nariz, que poco a poco se van expandiendo por sus mejillas.

- Anda no refunfuñes tanto, pequeñaja.- le digo, revolviéndole el pelo.

- ¡Eres tonto, David! ¡Me has despeinado! ¡Mamá, me tienes que volver a coger la trenza, el tonto de mi hermano, me la ha desecho toda!- y sale corriendo, quejándose.

Entro en el baño, me desnudo. Echo la ropa de deporte que he utilizado esta mañana, al cesto de la ropa sucia. Cuando el agua ya esta templada, me meto. El agua recorre mi cuerpo, y relaja cada músculo por el que pasa. Cierro los ojos y disfruto de la relajación. Termino de ducharme y enjabonarme, y salgo a vestirme. Cuando ya estoy preparado, bajo a tomar algo para desayunar.

Angie ya tiene su trenza hecha perfectamente. Esta con sus cosas, escribiendo en su 'diario'. A saber el cacao que tendrá montado en su pequeña cabeza. Seguro que más de la mitad, de lo que tiene escrito, es fantasía. Voy a la cocina, cojo un vaso de zumo de naranja natural y un par de galletas. Me tomo el zumo en tres tragos y las galletas me las voy comiendo mientras me muevo por la casa.

Cojo mi mochila, me despido de Angie, volviendo a revolverle un poco el pelo; cosa que hace que se enfade, pero esta vez no hace falta una segunda sesión de peluquería. Mamá, se me acerca y me da un beso en la mejilla. Yo solo me despido con un 'Adiós'.

Llego al instituto, y veo a James volviendo a molestar a Jesse. Mira que le advertí, al mamonazo este... Al final, se las va a ver conmigo de verdad. Me acerco, para ver la escena mejor y poder oír que dicen.

- ¡James, que me dejes en paz! ¡No me toques!- grita Jesse, empujándolo.

- Venga cariño, no seas una estirada...- le dice, intentado llegar a su mejilla. Pero no lo consigue.

Esta tirado en el suelo agarrándose sus partes, por el rodillazo que le he dado, ahí mismo.

- Te advertí, te dije que la dejaras en paz y sigues. Tú mismo.- contesto intentando mantener la calma. Pero pierdo los papeles cuando me devuelve la patada, pero no consigue impactar en mis partes.

- ¡Me cago en la...! ¡Te vas a enterar, cabrón!- chillo, fuera de mí. Me siento encima de él, para tener mejor acceso a su cara. Empiezo a pegarle puñetazos, mientras intenta zafarse de mí. Salgo de mi trance cuando Jesse me toca el hombro, llorando y suplicándome que pare. Y lo hago.

- Perdona, yo... Lo siento. Debo irme.- digo.

- No espera David.- comenta, andando a mi espalda. 

Llego al baño, para limpiarme las heridas de las manos y la de la ceja. Ya que James ha conseguido darme un puñetazo ahí. Jesse, se me adelanta y me las limpia mientras veo que suelta pequeños sollozos. Separo mis manos de las suyas, para llevarlas a su cara. Subo su rostro a tener mejor visión.

- ¿Estas bien? Tienes un pequeño corte en la mejilla. A ver, déjame.- y le quito el alcohol y el algodón de las manos. Cuando le paso el algodón lleno de alcohol, se queja. - Shh, tranquila.- le tranquilizo, mientras me acerco y le soplo en la herida. Ella levanta su mirada, mientras llevo mis ojos a los suyos de nuevo, pero sigo soplando. Lleva su mirada a mis labios y yo a los suyos. Poco a poco nos vamos acercando...hasta que... Alguien entra por la puerta. El director. Nos separamos bruscamente.

- David Morgan y Jesse Mars, tienen que venir a mi despacho para ver que ha ocurrido en esta escena que habéis montado junto con, James Becker. Todos, en mi despacho. ¡Ya!





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