JAMES:
Decir que somos primos a sido un bombazo. Estoy orgulloso de mí. Soy el mejor. No me he inventado nada, es verdad que somos primos. Me adoptaron cuando yo tenía 11 años y ese hombre al que ahora le llamo 'padre', me adoptó. Petter y yo vivíamos en Chicago, pero después de contarle todo lo de Jesse, decidimos mudarnos a Seattle. Al cabo de unas semanas, me enteré de que ella estaba en la cuidad.
Un día paseando por la calle, la vi en una parada de autobús con los auriculares puestos, toqueteando el móvil y moviendo la cabeza al ritmo de la música. Ese día no me quise acercar a ella, ya que era demasiado 'pronto'. Y tenía que planear mi entrada.
Investigué sobre ella y vi que estaba en el mismo Instituto al que me iba a apuntar.En el primer día de clase, simplemente le iba a observar, para ver con quién se relacionaba y si tenía una nueva relación con alguien o algo por el estilo. Vi que David le guiñaba el ojo y ella se sonrojaba entonces tuve que entrar en acción; y hablar con ella. Por eso fui al gimnasio. Aunque lo del beso estaba imprevisto lo que pasó es que David me sacaba de las casillas y cuando lo vi espiándonos, la besé.
Después de todo eso, empecé a seguir a David, sin que se diese cuenta. Hasta que un dia vi, que una mujer que debería de ser su madre, le abrió la puerta y le dio un beso en la mejilla. Es mujer me sonaba, yo la conocía. Pero, ¿de qué? Y ahí fue cuando le pregunté a mi padre, que de que me sonaba esa mujer. Me contó que era mi tía, que su marido, que les abandonó, era el hermano de mi padre Petter. Por lo tanto, David y yo éramos primos.
Entonces planeé soltar esta bomba. Ya que los 'roces' entre David y yo, se convertían en una competición por Jesse. Si yo ganase, tendría en mi bolsillo un montón de pasta y si ganase él se llevaría el amor de Jesse. Pero yo eso no lo quiero. La quiero a ella físicamente.
Cuando conocí a Jacob, le conté todo sobre mi vida. Y un dia que quedamos para dar una vuelta con las motos, vimos a Jesse. Y él dijo que a ver quien se la tiraba antes. Apostamos dinero, y por cómo están las cosas, creo que, en el caso en el que se dejase Jesse, ganaría él.
DAVID:
Me abrocho el casto, meto la llave y arranco la moto. Cojo el camino más largo. Voy hacia la casa de Dannielle, un amigo mío, desde la escuela. Vive a las afueras de Seattle, pero siempre estamos en contacto.
Cuando llego, observo la casa en la que tanto tiempo he pasado. Esta casa, ha sido mi infancia. Y la familia de Dannielle, la mía. Y viceversa.Toco el timbre, pero dejo el dedo pulsado hasta que me abran. Siempre que vengo aquí, llamo de esta forma. Así ya saben que soy yo. Me abren. Es él. Dannielle, no es un chico muy guapo. Pero alguna que otra vez a tenido sus ligues. Es bajito, con gafas, rubio, ojos marrones y se quedó estancado en el acné.
Nos saludamos con un abrazo, y palmaditas en la espalda. Me invita a pasar y obvervo la casa. Del verano hasta aquí han cambiado varias cosas. Por ejemplo, el tapizado del sofá, antes era anaranjado y ahora es marrón. Su querida televisión anticuada ya no está. La han reemplazado por otra más moderna. Me acuerdo cuando me reía de él por tener esa chatarra en su casa.
-¿Qué tal estas, tío?- me preocupo por él, de hecho, es como mi hermano.
- Bueno, tengo muchas cosas que contarte. Pero por lo que veo, tú también a mi.- me acerco a él, me apoyo en su hombro mientras me siento junto a él.
- Querido Dannielle Marley, has dado en el clavo. Pero bueno tenemos toda la tarde.- esbozo una gran sonrisa- ¿Por qué no dejamos las ñoñerias para más tarde? ¿Hechamos una al Fifa16? Un pajarito me ha dicho que has estado practicando para ganarme. Pero eso no va a ser así, hermano.
- ¿Que no? Eso lo vamos a ver ahora, maricón. Vas a ver como mi querido Manchester United, va a patearte tu querido culo.- bromea, mientras se toca su propio trasero.
- Ohh, perdona. ¿Me acabas de llamar maricón? ¡Te vas a enterar!- voy corriendo hacia él, le empujo y lo tiro al suelo. Me siento encima de él.
- Creo que has escuchado bien, David.
- Bien pues ahora, vas a hacer un juramento. Levanta tu mano.- poco a poco la levanta.- Y ahora vas a decir que nunca más vas a volver a llamarme maricón y que mi Chelsea, es el mejor equipo del mundo.- le digo, con cara de orgulloso.
- ¡En la vida, eso no lo voy a decir nunca! ¡Prefiero morir!
- ¡Qué exagerado eres Dannielle, por Dios!- me levanto.- Por esta vez te la dejo pasar, pero a la próxima...
- Anda, déjate de mariconadas, y enciende la PlayStation.
- A sus órdenes, mi señor.- bromeo, poniendo mi mano en la frente. A modo de saludo militar.
ESTÁS LEYENDO
☁En las nubes☁
RomanceNunca pensé que después de enamorarme por primera vez, encontraría a otro chico igual o mejor que él y por lo que veo me equivoqué. A lo largo de mi vida he tenido muchos cambios, tantos físicos como psicológicos. Pasé de ser la niña más feliz del m...