JESSE:
Hace una semanas que no sé nada ni de David ni de James. La última vez que vi a David, fue en el instituto, pero los demás días, se que fue, pero no lo veía. A James no lo he investigado, ni pensaba hacerlo.
Esta semana estoy libre de exámenes, los terminé la semana pasada. Así que, esta tarde creo que voy a salir a dar una vuelta. No me apetece quedar con las chicas, ni tener video llamadas ni nada. Me apetece aclararme las ideas y relajarme. Y tengo el plan perfecto.
Al lado de mi casa hay un bosque compuesto por muchísimos árboles, pero muy finos. Es como un bosque de película, de estos que son espectaculares que te crees que no existen. Pues si existen y tuve muchísima suerte en tener uno al lado. De mi casa al bosque, tardo en ir unos 5 minutos, andando.
Pongo a cargar mi iPod Shuffle, no sé cuánta batería tiene, creo que tiene bastante; pero por si acaso. No quiero estar allí en medio, y que se me apague, así, de repente.
Abro el armario y me pongo lo primero que veo. Una sudadera burdeo con capucha, dos cordones blancos y la cremallera también blanca. Unas mayas negras y mis Mustang negras y burdeo, con detalles de leopardo.
Cuando ya estoy vestida, voy al baño y me peino el pelo con las manos. Decido dejarlo suelto, total en cuanto salga me pondré la capucha.
Vuelvo a mi habitación, desconecto mi iPod y le enchufo sus auriculares correspondientes. Cojo una mochila hippie y me dirijo a la cocina.
Una vez allí, elijo que llevarme y opto por un bote de nutella, me encanta. Y es la mejor compañía que se puede tener.
Antes de salir de casa, reviso todo. Me dejo el móvil, porque una persona para relajarse, no tiene que estar pendiente a ver si te envían un mensaje o te llaman.
Salgo y me pongo la capucha. El día esta nublado, hace niebla y viento pero tampoco es que haga frío. Se está bien. Me pongo un casco en cada oreja y le doy al Play, dejo que la música fluya...
Comienzo a caminar, traduciendo cada canción que es en inglés. Examinando cada palabra, cada tono y cada nota. Me voy acercando al bosque, ya consigo verlo. Lo contemplo tranquilamente, sin prisa alguna.
Miro también el cielo, siempre que estoy pensativa o intentando relajarme, miro el cielo. Veo las nubes, como poco a poco se mueven. Y pienso en cómo sería, ser una nube. Estar siempre en suspensión, junto a otras nubes, en el cielo. No sé, yo lo veo relajante. A parte, el cielo es un color único. Y cuando se vuelve oscuro, sigue siendo precioso. Así es el cielo.
Ya estoy en el bosque, voy atenta por si me choco con algún árbol, ya que están demasiado juntos. Sigo examinando la canción que ahora mismo suena en mi iPod. Alive de Sia. Es una canción con potencial y adrenalina. "Estoy viva."
Llego a un pequeño arroyo que se sitúa en mitad del bosque. Hay piedras a cada lado, me siento en una de ellas. Más tarde, me recuesto en la piedra que hay detrás. Me quedo mirando el cielo, hasta que me quedo dormida.
Cuando me despierto, es gracias a un sonido. Alguien ha tirado una piedra al arroyo. Pero, ¿quién va a venir aquí?
Miro mi reloj, y veo que han pasado dos horas desde que salí de mi casa.
Soy muy curiosa, así que me acerco hacia donde se supone que debería de estar la persona que tiró esa piedra. Y efectivamente, ahí estaba. Un chico, vestido entero de negro, también con la capucha. Estaba sentado en una roca, tirando chinitos al arroyo.
Me escondo detrás de un árbol, para observarle. Apreté el botón de Pause, de mi iPod. Detenidamente, observaba cada movimiento que hacia el chico. Pero no era nada interesante, sólo suspiraba y tiraba chinos.
Cuando me iba, sin querer pisé una pequeña rama, haciendo así que el chico se girase hacia donde yo estaba. Eché a correr, y el chico me seguía. Lamentablemente, me cogió, ya que corría más que yo.
- Espera, ¿por qué huyes?- dice con la voz entrecortada de correr.
Tiene los ojos verdes y el pelo castaño. Es guapo.
- Lo siento, yo...- estaba muy cansada.
- ¿Me estabas espiando?- pregunta sonriendo. Tiene los dientes perfectos. Se dio cuenta de que me sonrojaba y entonces siguió hablando.- Bueno, acosadora. Soy Connah, encantado. Y tu eres...- dice, levantando una ceja.
- Soy Jesse. Y no me llames acosadora. Sólo me había dormido y al tú tirar piedras, me despertaste. Me picó la curiosidad y fui a ver...
- No pasa nada, tranquila. Era una broma. Si te molesta que te llame 'acosadora', no lo volveré a hacer.- comenta levantando las manos, haciéndose el inocente.
Me río, y por fin soy capaz de levantar mi vista hacia él.
- Vaya... Eres muy guapa.
- Supongo, que gracias. Tu tampoco estas mal.
- ¿Te gustaría quedar algún día? Para conocernos mejor y tal...
- Me parece bien. Pero no me he traído el móvil, así que no podré agregarte a los contactos ni nada de eso.
- No pasa nada. Te acompaño a casa, y así ya sé donde vives.- sonríe, y me guiña un ojo.
Vamos de vuelta hacia mi casa, haciéndonos preguntas mutuas. Para saber más sobre nosotros mismos. Es muy majo.
Quedamos este viernes, en el Starbucks. A las seis y media de la tarde. Espero pasárselo bien. Me encanta conocer a gente. Y el tal Connah, me transmite curiosidad y tranquilidad.
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☁En las nubes☁
RomanceNunca pensé que después de enamorarme por primera vez, encontraría a otro chico igual o mejor que él y por lo que veo me equivoqué. A lo largo de mi vida he tenido muchos cambios, tantos físicos como psicológicos. Pasé de ser la niña más feliz del m...