JESSE:
Estoy en el columpio de mi casa. Siento el viento en mi cara. Hacia adelante... Hacia atrás... Río, río como nunca. Alguien me empuja. Es mi madre.
- ¡Más fuerte, mamá! ¡Quiero llegar a las nubes!- le digo con mi dulce voz de niña chica.
- Cariño, si te empujo más fuerte, te puedes hacer daño...- me explica mi madre.
- Anda, por fii. Sólo una vez y ya te dejaré en paz.
- Pero sólo una vez ¡eh!- dice, mientras me empuja más fuerte. Suelto mis manos, para intentar llegar a tocar las nubes. Entonces, al soltarme, me caigo. Me duele mucho la rodilla.
Mi madre llega corriendo, y me coge como una princesa. Mientras yo lloro en su hombre, y me agarro la rodilla.
- Te lo dije, reina. Te ibas a hacer daño. Pero tranquila esto se puede curar.
- Lo siento, mamá. Te debería de hacer caso...
- No pasa nada cielo.- me tranquiliza y me besa la cabeza.
Cuando entramos en casa, la puerta esta abierta y una sombra al lado de un mueble. Cuando se vuelve hacia nosotras, saca un arma. Mi madre me protege tras ella. Pero de repente cae al suelo. Hay una mancha enorme en el suelo. Mi madre me acerca a ella y sus últimas palabras fueron...
- Nunca olvides que te quiero mucho, chiquitina. Y te prometo, que un día, podrás tocar las nubes.
Yo con lo chica que era, no entendía que pasaba. Pero mi madre no se movía y me puse a llorar. Mi padre entró tambaleandose por la puerta. Se le cayó la botella de la mano y se rompió en mil pedazos. Como iba borracho, pensó que era mi culpa. Me cogió con fuerza, y me pegó.
Me despierto rápidamente. Pero mi abuela ya está a mi lado, con la lámpara de la mesa de noche, encendida y una vaso de agua.
- Tranquila cariño. Ya pasó todo. ¿Estas bien?
- Sí.
-¿Estas segura? Porque tienes lágrimas en la cara y estas empapada en sudor.
-He dicho que estoy bien.- veo a mi abuela mirarme con cara de decepción y me arrepiento de ser tan fría con ella.- Perdona abuela... Es que he tenido unos días muy malos. Lo siento.
- Te entiendo cielo. Ahora descansa.- me tumbo, y ella me tapa, para más tarde darme un beso en la mejilla y apagar la luz.
Después de eso, pasan tres horas. Pero no consigo pegar ojo. Son las nueve de la mañana y como no se que hacer, cojo el móvil. Miro el mensaje que le envié anoche a James.
James
Yo: Mañana por la mañana te llamo. Me voy a dormir. Adiós, un beso.
¿"Un beso"? ¿En serio puse eso? Dios mio, si que estaba mal...
Decido llamarle ahora ya que siempre solía despertarse temprano. Pruebo a ver y me lo coge al tercer tono.
- ¿Si? ¿Jesse?
- Si, hola.
- Hola. ¿Cómo estas?
- Emm... supongo que bien. ¿Y tú?
- Muy bien.- de repente se escuchan unas voces por detrás, voces de chica. James se separa del móvil, pero se escucha perfectamente que es con Zoey con quien está.- Dime Jesse. ¿Qué decías?
- No he dicho nada, James. Veo que estas en compañía, te llamo más tarde.
- No, Jesse. No es lo que parece. Es que Zoey, ha cortado con Swan y no le ha dejado ir al apartamento que compartían. Y le he ofrecido mi casa, nada más. Recuerda que yo te quiero a ti.
- Adiós, James. Y, buenos días.- Buenos días, Jesse. El lunes te veo.
- Si, adiós.
DAVID:
He pasado todo el fin de semana sin hacer nada. He hablado un par de veces con Emily, pero nada más.
Hoy es lunes, y menos mal que ya es última hora. Esta a punto de acabar. Recojo y cuando suena el timbre, cojo mi mochila y salgo lo más rápido que puedo. Necesito encontrar a Jesse, para hablar con ella.
La veo correr hacia un chico que la espera justo en la puerta del instituto. Es Connah.
Voy para ellos y me acerco a Jesse.
- Hola Connah.
- Hola David.
- ¿Podemos hablar un momento, Jesse?
- ¿Qué decías, Connah?
- Jesse, te estoy hablando.- le digo, mientras le doy pequeños toquecitos en el hombro. Me mira con los ojos muy fríos. Retiro mi mano de su hombro, porque no quiero que se enfade más.
- Vámonos Connah.- le dice y se engancha a su brazo.
- Venga, que te invito a comer.- propone Connah.- Adiós David. Encantado de verte.
- Adiós.
Me dirijo cabizbajo hacia mi casa, pero en la entrada del instituto también me esperan a mi. Es Samantha. No puede ser que esté aquí. Hace un año que no la veo, desde que corté con ella. Bueno, básicamente, no corté, si no que me enrollé con otra y ella nos vio. Después de eso, no nos volvimos a ver.
Me acerco a ella, y no sé como, pero tiene una sonrisa en la cara.
- Hola. ¿Qué te cuentas Samantha? ¿Por qué vienes a buscarme?
- Hola David. Estoy muy bien, gracias por preguntar. Pero no vengo a buscarte a ti, vengo a por él.- y señala detrás mía. Me giro hacia donde está señalando y veo a un chico rubio. No tengo ni idea de quien es, pero bueno.
- Ah, bueno. Espero que te lo pases muy bien.
- Yo espero que todo te vaya bien y que encuentres a alguien buena para ti.
- Muchas gracias Samantha. Hasta otro día.
- Hasta luego, David.- y esta vez, si que me dirijo hacia mi casa. Pero no sin antes ver como Samantha y su novio, se dan un apasionado beso.
Sinceramente, me gustaría encontrar el verdadero amor. Alguien así. Alguien con quien hacer de todo y nunca aburrirme. Pero con mi actitud, no consigo nada de lo que me propongo. Además, me suelo aburrir mucho de las chicas.
Pero de Jesse, de ella, si que no me aburro.
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☁En las nubes☁
RomanceNunca pensé que después de enamorarme por primera vez, encontraría a otro chico igual o mejor que él y por lo que veo me equivoqué. A lo largo de mi vida he tenido muchos cambios, tantos físicos como psicológicos. Pasé de ser la niña más feliz del m...