Wal-Mart. ||BM||

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Y ahí se encontraba otra vez.

Tomando cualquier cosa que se atravesara por su camino solo para ver al lindo chico castaño de cabello alborotado que atendía la caja 4.

No importa si el producto ya lo tenia en casa y no le hacia falta uno más, no importaba que fueran productos para mujer, no importaba nada porque él solo iba a aquel Wal-Mart para ver al lindo castaño.

Nunca ha hablado con él, y por el momento es lo que menos le preocupa, mentía. Claro que le preocupaba, deseaba con toda su alma hablar con él, pero no se atrevía. 

Ahí el problema.

Se dio cuenta de que productos traía hasta que miro el carrito. Shampoo, pasta dental, papel higiénico, crema depilatoria, entre otras cosas que prefería no nombrar.

Hizo el mismo recorrido de siempre, pago por sus cosas y salio, no sin antes darle una última mirada al castaño.

***

Una parte de él, le decía que estaba mal, que  seguramente parecía un loco psicópata acosador, pero por otra parte, le decía que tenia que ir a verlo.

Era complicado.

No creía que estuviera enamorado de él, claro que no. Solo fue la manera en la que sonreía, esos delgados labios y la forma en la que se hacían mas grandes sus mejillas lo que hizo obsesionarse con él. Sabia que había una gran diferencia entre gustar y querer, sin embargo al no estar "enamorado" del castaño, creía que tenía todo el derecho a mirarlo cuando se le diera la gana.

Tomo un par de cosas que, por primera vez, si necesitaba comprar y después camino a la caja 7. Nunca se ponía cerca de la caja 4.

Y como todos los días, pago y salio de la tienda.

***

Era la tercera vez que iba al Wal-Mart, en la semana, pero no se arrepentía, aunque estaba cansado y su cabeza dolía un poco, pero...

Pero ver la sonrisa del chico castaño, hacia que valiera la pena, todo.

Absolutamente todo, con solo ver la sonrisa que le dedicaba a cada uno de sus clientes, que sabia que nunca le iba a dedicar una a él, le hacia hasta ver el mundo de una manera completamente diferente, le gustaba esa sensación

Nuevamente y como siempre, pago las pocas cosas que compro y se fue.

***

Quinto día de la semana.

Caminaba alegremente por aquellos pasillos tan conocidos con una gran sonrisa, hoy había decidido ir a la caja 4 y si era posible, entablar una conversación.

Tomo un par de pastas, yogur, helado y camino a la caja.

Paro en seco, ahí estaba el lindo chico... Pero no estaba solo, había un chico de cabellos negros que hablaba con el castaño, estaban tan cerca que Freddy por un momento pensó que con una inclinación pequeña, podrían besarse.

Frunció el ceño y camino a la caja 5, es lo más que pudo acercarse, trato de escuchar lo que decían, por supuesto... No escucho nada.

Ahora estaba molesto. 

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