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Había llegado a uno de los momentos más difíciles e incómodos en la etapa de una relación, al menos en esta ocasión lo era para Bryan.

Conocer a la familia de Freddy.

-¿Estas listo? -preguntó Freddy cuando Bryan abrió la puerta de su casa.

-Quizá, no lo sé -respondió con expresión temerosa-. ¿Y si no les gusto? ¿Qué pasa si no les caigo bien? ¿Y si...?

-Todo saldrá perfecto, te van a amar -sonrió tranquilizador-. ¿Nos vamos? -Bryan asintió lentamente.

Estaba usando sus mejores ropas, sabia que los Leyva eran personas con un estatus social mucho mas alto que el suyo, quizá no fueran como él los imaginaba pero no quería arriesgarse.

Hora y media más tarde, se encontraban bajando del auto de Freddy, caminando directamente a la gran casa color beige, bastante grande.

Paso saliva sin detener su paso, sus nervios habían aumentado notablemente. Sintió una suave y cálida mano tomar la suya.

-Todo estará bien -dijo Freddy llamando a la puerta, esperando a que alguien se dignara a abrir.

Respiro hondo antes de ver como la puerta se abría de un sólo golpe, dejando ver a una linda chica de cabello lacio y color azul. Cuando la chica miro a Freddy, se lanzo a sus brazos emocionada.

-¡Freddy, imbécil! No sabes cuanta falta me hiciste -hablaba rápidamente y sin soltar un segundo al rizado.

-Hola Laura -sonrió-. Oh mira -la separó de él un poco-. Él es Bryan, mi novio.

Laura miro al chico antes mencionado, mientras Bryan frunció el ceño.

-¡Hola! -saludo-. Soy Laura, mejor amiga de este chico -señaló a Freddy-. Que buen gusto tienes, Freddy.

-Lo sé -habló orgulloso-. Tranquila, Villalpando. Él es mío -guiñó un ojo, haciendo que Bryan sintiera sus mejillas arder.

-No importa -se encogió de hombros-. Yo tengo mi hombre -subió y bajo sus cejas repetidas veces.

-¡Hey!, ahora que recuerdo -dijo tontamente-. ¿Qué haces aquí?

-Tu madre dijo que vendrías y... Aquí estoy -rió-. ¡Oh, si! ¡Pasen! Tu madre está emociona por conocer a tu galán -habló coqueta.

-¡Laura! -reprendió-. Repito, este lindo castaño es mío.

-Lo sé, lo sé... -rodó los ojos-. ¿Se van a quedar ahí mirándose o van a pasar?

-Cállate, Lau -murmuró-. Te van a amar -susurró en el oído Bryan al entrar a la gran casa.

La puerta se cerro, no había vuelta atrás.

Wal-Mart. ||BM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora