4

1.1K 192 4
                                    

Finalmente, regreso al Wal-Mart.

Había tenido suficiente con no ir tres días seguidos y ahora se arrepentía. No sabia que había pasado en esos tres días que no visito al chico, no sabia si se había acercado algún extraño y lo había invitado a salir.

Esperaba que nada de eso hubiera pasado realmente.

Felizmente tomo un par de cosas y camino a la caja 4. Por supuesto, ahí estaba el lindo chico atendiendo a un joven. Fruncio el ceño al ver como el desconocido se le insinuaba descaradamente a su Bryan. SU Bryan.

Lo peor no fue eso, lo peor para Freddy, fue ver la cara del castaño, cada segundo se hacia más y más rojiza.

En un intento por intervenir aquello, se metió a la fila.

-Hola -soltó.

-¡Hey, Francis! ¡Hola! -saludo Bryan

-En realidad es Freddy -dijo.

-Oh, lo siento -sonrió apenado-. ¿Es todo lo que vas a llevar? -Freddy asintió-. Bien, entonces creo que voy a...

-Bryan, estabas atendiendome a mí -interrumpió aquel desconocido.

-Oh, sí... Freddy, ¿te molestaría pasar a la otra de las cajas o...?

-No, no hay problema -sonrió de lado-. Nos veremos luego Bryan.

-Claro que sí, Freddy -sonrió-. ¡Hey Freddy! -lo llamó-. Olvidas tus cosas -señalo el mostrador.

-No importa, tengo que irme. Vendré... Luego -suspiro-. Adiós -Bryan frincio el ceño.

¿Por qué me pongo así? Quizá Bryan es heterosexual y yo queriendo tirarme al suelo a llorar porque un chico desconocido que coqueteaba con Bryan.
Pensaba Freddy.

Estaba equivocado, mucho a decir verdad.

Wal-Mart. ||BM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora