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No había ido al Wal-Mart en dos días, y para él, dos días sin ver a Bryan, era demasiado.

No había ido por miedo, miedo a que el chico castaño pensara que estaba acosándolo o algo parecido, aunque... Técnicamente así era.

Decidió que dejaría pasar al menos tres días antes de ir a verlo nuevamente. Era demasiado.

Mientras tanto Bryan atendía a una chica castaña que trataba de llamar la atención del chico. Jugaba coqueta con un mechón de cabello, agitaba sus pestañas y hasta intencionalmente mostraba un poco mas de lo que debería.

-Son 7.50 - dijo Bryan a la chica sin dejar de sonreír.

-Aquí tienes -sonrió coqueta.

-Tu recibo. Que tengas un buen día. -La chica rodó los ojos molesta.

Sin darle mucha importancia, Bryan continuo con su trabajo hasta que llego el final de su turno. Se despidió de sus compañeros y emprendió camino hasta casa.

Al llegar entrego los cupcakes que había comprado en una panadería que quedaba de camino a su casa. Bien pudo comprarlo en el Wal-Mart, pero no se comparaban ni un poco con el sabor que tenían los cupcakes de su panadería favorita.

Al irse a dormir, pensó en la posibilidad de volver a ver al chico de lindos ojos.

¿Me recordara? ¿Puede haber una posibilidad de llegar a ser mas que amigos?

Preguntas sin respuestas en la mente del chico.

Pero, creía ciegamente que volverían a encontrarse.

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No es Freddy en quien esta pensando. e.e


Wal-Mart. ||BM||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora