"te olvidare, lo prometo"

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Adam me lleva a almorzar entre besos y cuchicheos. Recibo un regalo de navidad; un vestido y unos zapatos (Muy, muy lindos). Después de almorzar vamos a casa, George se fue con mamá para la oficina porque les faltaba concretar con unos clientes sus próximos casos y Emanuel esta con una (de sus muchas) citas.

Nos sentamos a organizar cómo será la cena de año nuevo y que necesitamos; ya que este año he decidido hacerla yo y Adam se ha ofrecido a ayudarme. Muerdo mi labio al verlo entrar por la puerta de la cocina. Es muy guapo, en serio. Lleva unos jeans que resaltan sus fuertes piernas, una camisa a cuadros y unos botines (muy sexy). Dejo a un lado la libreta y él se sienta a mi lado; toma un lapicero y empieza a escribir lo que el necesitara para hacer las salsas. Lo sigo mirando y él se da cuenta de que lo hago. Voltea y me mira.

No hemos tenido sexo nunca, no me sentía muy estable sentimentalmente; pero esta vez es diferente, el me hace olvidar a Alan y de alguna manera me gusta.

- ¿pasa algo Lucy? -pregunta y veo un toque de diversión es sus ojos. Me levanto del taburete y el voltea el suyo, me meto en sus piernas y levanto un poco mi rostro. El enreda sus brazos en mi cadera y me besa. Pero no es un beso común, es un beso necesitado de ambos. Gimo en su boca, él se levanta de taburete, enredo mis brazos en su cuello y me separa del suelo. Envuelvo su cintura con mis piernas y me pone encima de la encimera

- ¿segura? -pregunta el separándose de mi boca. Asiento y me sigue besando, abra por mi cuello, por mis pechos; hasta llegar a mi ombligo y vuelve a subir. Abre mis piernas y baja mis pantalones; él hace lo mismo con los suyos y en un segundo estamos los dos desnudos de la cintura para abajo. Él se introduce en mí lentamente y todos mis sentidos empiezan a explorar.

Esto es diferente. Él es diferente, sé que en este momento no debería estar comparándolos. Pero sé que esto significa más de lo que significaba para Alan.

El empieza a establecer un ritmo y me acuesta en la ya no tan fría encimera. Empiezo a gemir más fuerte en su boca y el traga cada parte de mis gritos. Toma mis pezones y empieza a morder y a chupar cada uno. Siento que llego y el empieza a bombear más fuerte en mí.

-Adam...-gimo y el empieza a besarme con locura, con amor. Llego y él lo hace conmigo. Se acuesta encima mío y entrelazo mis dedos en su cabello-te quiero Adam, por favor no me hagas daño-susurro y el levanta la cabeza de mi cuello.

-Nunca en la vida Lucy- responde y me besa.

Cuando hemos retomado nuestras posturas empezamos a cocinar.

«Nota mental: Adam cocina muy bien»

Dos horas en la cocina y le he enseñado a Adam como hacer buñuelos y natilla.

Cuando mamá, George y Emanuel llegan, no hay rastro de un encuentro sexual navideño, bueno... tal vez dos. No me juzguen.

Después de cenar y dar el feliz año. Con besos, abrazos y coquetería. Tocan la puerta y mamá se ofrece a ir.

Cuando regresa, regresa con una caja, muy bonita.

-Bueno-dice mamá agitándolo un poco- esto es para...-mira la tarjeta y abre los ojos como platos-Lucy- sonrío, me levanto del sillón y lo recibo.

Me siento otra vez y abro el paquete; Un vestido, la verdad muy linda y sobretodo de mi estilo. Todos aplauden excepto mamá y sé que oculta algo, busco en el paquete para ver la tarjeta pero la tiene mamá es sus manos.

-Mamá, la tarjeta- rio un poco pero ella no lo hace- mamá, no tendré a quien agradecerle si no me la das-da un suspiro y me la entrega. Cuando la tengo en mis manos, la abro y aparece el nombre de la persona que más ame en mi vida.

AMARGO SABOR DE PERDÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora