Alan no lo deja terminar por que un disparo impacta en el pecho de Emil, el siguiente va a su corazón y solo cierro mis ojos y más lágrimas caen en mis piernas, una golpeando las otras, cuando abro los ojos veo que los hombres de negro llaman a alguien y Alan se acerca a mí.– ¡no te acerques! –Grito
Asustada doy un brinco y abro los ojos inmediatamente, mi corazón se detiene y palpo una sábana cubriéndome, veo completamente borroso pero mi vista se va aclarando poco a poco y lo primero que alcanzo a ver es un techo completamente blanco, luego volteo y veo un monitor de signos vitales, suspiro, estoy en el hospital.
Respiro un poco y me incorporo en la mullida camilla blanca, miro hacia un lado y no veo a nadie, la habitación es espaciosa, tiene un TV pantalla grande, un mini bar, un sofá cama y una puerta que supongo es la ducha. Silbo, esto debió haber valido una fortuna...
El sonido de la puerta hace que voltee y me encuentro con Andrew, si era él; sonríe, deja la bandeja de comida encima de la mesa y se acerca.
–hola–saluda y sonrío, sé que sabe que no quiero que me toque o que se acerque más a la camilla, pero aquí y ahora me siento bien, había dejado de ver a mi hermano mucho tiempo y ahora no poderlo abrazar da una punzada dolorosa en mi corazón. ¿Saben que es amar a un hermano, tan fuerte que lo haces parte de ti?, pues eso era lo que pasa con Andrew.
–hola–saludo– siento que no puedas abrazarme... pero no soportaría estar tan cerca
–no importa Lucy, lo sé y siento mucho lo que paso. Pero eres mi hermana y luego te podré abrazar–dice y asiento.
–no sabía que estabas trabajando aquí, ni siquiera sabía en dónde estabas y Dios Andrew, te he extrañado mucho–consigo decir sin que caiga una lagrima por mi mejilla.
–Lo sé, pero ya lo sabes y tendrás descansar, luego nos pondremos al día, tu novio está ahí afuera–mi mente viaja a solo una persona– ¿quieres que pase?
–no–susurro y el asiente pensativo, vuelvo a apoyar la cabeza en la almohada y respiro.
–Está bien, llamare a la Dr. Jones para que te valore–informa y asiento–te quiero hermanita–dice antes de salir.
Tal vez no fue la respuesta que esperaba, ni yo la esperaba pero ahora todo es más complicado, no puedo dejar de pensar en un Alan apretando una pistola y disparándole a un hombre que me hizo daño, pero tampoco puedo dejar de pensar en que él fue el causante de todo este alboroto; fue por el que Kimberly dejo a su esposo y fue por la boca de él que me entere de todo. Es imposible dejar de pensar en si Emil está muerto y que pasara si es así.
Un toque me saca de mis pensamientos y una mujer entre por la puerta, creo que debe tener unos 30, pero es muy guapa.
–Hola buenos días–saluda animada–mi nombre es Sarah Jones y seré tu doctora por el tiempo que estés aquí – sonrío.
–buenos días
–Está bien–se acerca más a mí pero no me siento incomoda–se lo que paso y siento mucho esta situación, pero tengo que hacerte unas preguntas–asiento de nuevo, lo toma como un está bien y prosigue – ¿Qué te duele?
El corazón.
–un poco la entrepierna y la cabeza me está taladrando, además tengo mucha hambre –digo, lo más coherente que puedo. Ella asiente, toma apuntes en una hoja que ha sacado de un gabinete de la camilla.
–valora tu dolor del uno al diez
11.
–Es un dolor leve pero siento que es un 6–ella vuelve a tomar nota y suspira.
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AMARGO SABOR DE PERDÓN
ChickLittodo no siempre sale como es planeado, el amor y el pasado afectan la relación entre Lucy y Alan , pero, ¿serán capaces de afrontar los problemas y seguir viviendo su vida de locura, lujuria y pasión o por el contrario terminaran con esta montaña...