AMARGO SABOR DE PERDÓN

"La conferencia & partidos de tenis"

Habían pasado 3 días; ya había llegado el señor Ford y algunos docentes (que no conocía) de la universidad y también había llegado el gran día. La conferencia.

–Lucy–me llama mi profesor– estas muy hermosa, pero tienes que ir para que organicen el sonido– asiento

–Está bien, ya voy profesor Ford– me encamino hacia una pequeña oficina de sonido. Cuando llego ellos solo sonríen y empiezan a organizarme.

Una hora después...

–Vale, gracias–sonrío al señor que me indica cómo utilizar el micrófono.

–Suerte– me dice Monic. Asiento y salgo al gran escenario. El reflector me da en la cara y pongo una mano en mis ojos.

–hola. ¿Podrían bajar el reflector? –pregunto y todas las personas ríen, pero de una manera agradable. Bueno ya estoy un poco más cómoda.

–Muchas gracias – digo cuando bajan luz– buenas tardes– saludo con una gran sonrisa y todos regresan el saludo– bueno, yo estoy aquí para hablarles de la psicología clínica– ubico a las chicas en la parte de atrás y me saludan.

–Pero no les hablare sobre que es ni nada de eso–les digo– les hablare sobre cómo ganar la confianza de sus pacientes–señalo a la pantalla que se alumbra con los pasos a seguir– bueno, paso uno. NUNCA decir "te comprendo" eso es un gran error; ya que nadie siente el dolor igual– recuerdo a el profesor Ford decir "Pon ejemplos" –ejemplo, cuando nos duele una muela y a otra persona también, es la misma consecuencia pero no el mismo dolor– todos asienten pensativos y sigo hablando– 2. Ganar la confianza de sus pacientes se basa en saber comunicarse; hablar de diferentes temas como: ¿Cuál es tu película favorita? ¿Y tú color? –los nervios empiezan a irse y me siento más segura– 3. Ustedes tienen el poder de despejarles la mente con estas preguntas; ya que en un hospital todas las personas merecen un descanso mental...

Sigo hablando y explicando mis pasos hasta que acabo.

– ¿preguntas? –muchas personas empiezan a preguntar y las respondo con toda la tranquilidad del mundo, hasta que alguien levanta la voz pero no puedo ver su cara por la oscuridad que hay en ese pedazo– usted– lo señalo.

–Ósea que usted dice que tenemos que ganarnos la confianza de las personas y dejar que ellas nos escuchen a su manera– esa voz..., asiento

–Sí, es lo que he dicho señor...– él se calla y el profesor Ford toma el micrófono

–bueno, esto ha sido todo. Muchas gracias por su atención y en la otra habitación hay un banquete que los espera– todas las personas empiezan a salir del salón y me siento en la orilla del escenario mirando hacia donde estaba el hombre. Todas las luces se encienden y dejan iluminado el espacio que ocupaba el hombre y esta vacío.

–Señorita Hart– me llama el profesor Ford– tengo que presentarle a personas importantes, baje de ahí y venga– sonrío y sacudo mis pantalones.

El señor Ford me presenta a muchas personas y todas me felicitan, me abrazan, halagan mi cabello y demás. Cuando estoy cansada de dar mis mejillas para que las besen, tomo una copa de champan y camino hacia un pequeño balcón; que en menos de dos minutos es invadido por dos terremotos rosas.

– ¿has visto a el hombre? –pregunta Isabel y frunzo el ceño

–He visto a muchos hombres hoy– le digo y reímos

–hay un hombre, dicen que es como el magnate de Londres–la emoción de Monic es palpable– y lo mejor de todo es que es muy guapo–aclara y pegan un gritito. Sigo apoyada en la barandilla de piedra y doy un sorbo a mi copa. Mientras ellas le dan la espalda al hermoso paisaje que se recrea.