"Emil..."

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– ¿Me olvidaste?–pregunta– por la expresión en tu rostro creo que si lo hiciste Lucy, estas hermosa–trago saliva. Esto debía de ser una broma, una de mal gusto–no te preocupes, te contare la historia, pero primero te contare quien en verdad es tu novio, así podrás decidir si te quedas con él o vuelves conmigo–respiro agitada.

–no volveré contigo Adam–respondo enseguida y su ceño se frunce. Si, era Adam, con el que compartí tantos meses y mi cama, era el mismo que me grito en la acera de su casa que volvería a estar a su lado.

–Oh, Querida, Querida. No me llamo Adam; ¿Qué estúpido se llama así? –dice irónico y abro mis ojos como platos, ahora si estoy completamente confundida–me llamo Emil Fox–de allí el E, pero bueno, quería respuestas y debo oírlas–hubo mucha coincidencia de que fueras la hermanastra de Emmanuel, pero todo comenzó en Hyde Park, te seguí...te choque, me hablaste y dije "¡Wow!, Alan si se consiguió a alguien muy guapa", creerás que estoy loco por hacer esto–y claramente lo está– pero eso se llama venganza Lucy–¿venganza?, ¿de qué demonios habla? – ¿Recuerdas a Kimmy?, bueno pues ella era mi esposa–mi mente empieza a maquinar y mi corazón se acelera, más y más, esto no tomaba un buen rumbo–te quedaste blanca muñeca, ¿comienzas a ver todo con más claridad? –Asiento y trago saliva–y ¿quieres saber más?, ¡él era mi mejor amigo, mi hermano! –oh mi...¡¡ ¿Estoy aquí solo porque Alan no pudo mantener sus jodidas manos lejos de la esposa de su mejor amigo?!! Esta es una locura.

–Espera–digo y me levanto del asiento– ¿él sabía que tú y yo salimos y no hizo nada? –pregunto y se acerca a mí.

–pequeña inocente Lucy, tú le dijiste que salías con Adam, él no sabía que yo era "Adam" –lo miro levantando una ceja y mi corazón da un vuelco cuando su mano impacta contra mi mejilla.

Caigo al suelo y automáticamente una lágrima rueda por mi mejilla, ¿Por qué me había golpeado?

–eso se lo tendrás que agradecer a tu noviecito, por el estás aquí, por su culpa serás golpeada, porque, ¿quién abusa de la confianza de un amigo, de su hermano?– alzo mi rostro y recibo una patada en el abdomen, mi respiración falla y unas ganas terribles de vomitar llegan. Los siento alejarse y me volteo boca arriba para poder verlo–él se llevó a mi chica, justo en mi cara, ¡se la follaba mientras yo trabajaba en su empresa!–y eso me rompía, más de lo que sus golpes lo hicieron–y lo que yo hago se llama Karma, Lucy–dice y se voltea a verme en el suelo.

– ¿y yo que tengo que ver en esto? –pregunto con voz ronca y tosiendo el poco aire que puedo comprimir.

–tu solo eres un peón Lucy, lo eres todo para Alan y sin reina, cae una monarquía y sin monarquía...–que sonríe falsamente y se  agacha a mi altura–jaque mate–me pica un ojo y se levanta, oigo que camina hacia la puerta, oigo voces y luego veo al gigante tomarme del brazo y alzarme, para llevarme caminando o más bien cojeando hasta mi "habitación".

El grandulón me tira en la cama y cuando creo que se ha ido me volteo y me levanto, era hora de pensar, si Kimberly era la esposa de Emil y esa zorra volvió con la decisión de adueñarse de Alan, él no la dejaría, sabía que secuestrándome tendría un punto a favor, quería que Alan sufriera y yo...yo había caído redondita en la trampa. Tal vez estaba tan adolorida como para pensar en todo esto, pero lo único que yo sentía era como mi corazón se rompía, porque estaba aquí por mi curiosidad, pero si Alan lo hubiera dicho no estaría aquí sentada, mirando en un espejo la marca de la mano de Emil.

Me odiaba a mí, pero más odiaba mi maldita curiosidad, ¿...ahora que haría con tanta información?, no lo sé, pero necesito salir de esta maldita mansión.

Cuando me despierto, miro el reloj que hay en la mesa de noche, dice que son las 9 am abro bien los ojos y suspiro, el sol entra por la ventana–la ventana que está cerrada con más de un pasador– me desperezo y toco mi rostro, me duele. Todo lo vivido ayer me viene de sopetón y un dolor de cabeza de adueña de mí. La puerta se abre y entra una mujer con una bandeja de comida en su mano y una bolsa de tela colgada en su muñeca.

–le ha mandado el señor Emil, que desayune y se organice, para que lo vaya a ver, dice que le hace falta contarle varias cosas más, ah y toque la puerta cuando este lista– anuncia y sale de la habitación casi tan rápido como entro.

Suspiro, ¿más cosas?, me acerco a la bandeja y como el rico manjar que la señora hizo, sabe...delicioso. Cuando acabo abro la bolsa y veo un vestido azul marino y unos tacos negros. No me pondría eso, lo dejo a un lado y me levanto de la mesa auxiliar. Toco la puerta y esta se abre dejándome ver al grandulón asqueroso.

–morena–saluda y se acerca a mí–el jefe no se pondrá muy feliz cuando te vea así vestida–susurra en mi cuello y mi repulsión explota.

–Aléjate de mí–digo osca y el sonríe. Me toma del brazo y me estampa contra la pared. Mi cuerpo cae en un impacto seco contra esta y reboto hasta dar en el suelo.

–vuélveme a hablar así y no te ira tan bien–grita tirando su saliva en mi rostro y me acurruco contra el suelo y mis amigas lagrimas no tardan en aparecer, me levanta de malas maneras y me encierra en mi habitación. Después de un rato la puerta se abre y Emil aparece con un gesto que parece estar enojado.

– ¿no aprendes a obedecer? –pregunta furioso. Me toma de la camisa me acerca a él y me estampa contra el suelo– te enseñare a hacerlo Lucy–trago saliva y lo veo quitar  su cinturón. ¿Me pegara con eso?, ¡¡esta demente!!

Pero no es así, sus pantalones caen y su bóxer cae, trago saliva y comienzo a gritar, se agacha, tapa mi boca y me abre el pantalón, baja mis bragas y entra en mí de manera brusca, trato de empujarlo fuera de mí y me embiste fuerte, desgarrándome por dentro. Mi cuerpo trata de tirarlo al suelo, pero me golpea y vuelve e embestirme, mientras las lágrimas corren por mis mejillas, mientras mis gritos de dolor se adueñan del reducido espacio y mientras oigo como su olor herbal invade mi sistema. Me siento sucia, me siento mal, me siento utilizada y me siento, no, no me siento yo.

Cuando sale de mí, yo me hago un bollito en el suelo y subo mis pantalones.

– ¡eso es para que sepas quien manda aquí y si te mando a ponerte un puto vestido lo harás! –las lágrimas no paran de rodar en mis mejillas, me dolía todo, sentía su olor por todo mi cuerpo y me da repulsión. El toma sus pantalones, los sube y se marcha, dejándome allí, adolorida, sola y sucia, muy sucia.


hola...

Capitulo triste :( muyyyyyy triste...

pero bueno, aquí les dejo el cap de esta semana, no olviden votar y seguirme si no lo hacen

Con muchooooo amor

Kelly <3

AMARGO SABOR DE PERDÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora