15-En el tren.

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Hoy, una tarde de diciembre, estábamos en el estudio grabando ''No te pude retener'' una canción que me salió en tan solo 15 minutos del alma y que sinceramente, es una de mis favoritas de este próximo disco, tiene un mensaje oculto que ni si quiera le he dicho a Malú que va por ella pero es mi manera de desahogarme, mi manera de expresar lo que realmente siento. Ella se piensa que tan solo es una canción pero esa parte de ''Y dejarnos de apariencias'' va por nosotras, no me gusta no poder mostrar lo que siento por ella cuando a mi me de la gana, no me gusta tener que ir por la calle distanciada para que no se hable de nosotras, sabía desde el principio que era una de las condiciones, pero también sabía que iba a terminar agobiada por ello.

Aunque después me sonríe y se me pasa... Sí, soy así de cursi y de tonta.

-¿Podemos repetir esta parte? -Preguntó Malú interrumpiendo mis pensamientos mientras señalaba una parte de la canción escrita.

-Claro. -Dijo mi manager.

Era el principio cuando cantábamos juntas, nos metimos en el estudio, nos pusimos los cascos y comenzamos a cantar a la vez mientras nos mirábamos a los ojos y poníamos todo el sentimiento del mundo, que bonito estaba quedando, era justo como yo me lo imaginaba.

Cuando terminamos, sonreímos y nos fundimos en un abrazo y sin pensarlo le besé rápidamente en los labios.

-Vanesa ¿Puedes venir un segundo? -Preguntó mi manager. Me quité los cascos y salí del estudio. -Ahora te ha dado por Malú ¿no?

-Sí ¿Y qué? -Respondí borde. ¿Es que todo el mundo va a ponerle pegas a lo que yo haga con mi vida?

-¿No podía ser otra?

-¿Qué más da? -Suspiré.

-Malú es famosa al igual que tu, va a ser muy difícil que...

-Somos personas. -Le interrumpí.

-Pero Vanesa...

-Me da igual, en serio, estoy cansada, nadie me deja ser feliz. -Me fui de nuevo donde Malú estaba y seguimos trabajando.

Por la tarde, María y yo fuimos a hacer las compras de navidad, pues quedaba tan solo 1 semana para que estuviera presente el 24 de diciembre. Decidimos ir al centro comercial más grande de la zona y claro, al estar lleno de gente, había muchas fans que me paraban para pedirme un autógrafo o una foto y entre eso, que había muchas personas y que el centro comercial era enorme, tardamos en 4 horas y cuarto en finalizar las compras, que locura...

Volvimos a casa, compramos los billetes para el tren destino Málaga y caímos rendidas por el sueño rápidamente, ir de compras me agotaba más que hacer deporte.

Pasaron un par de días y decidimos partir a Málaga para estar allí las navidades con la familia, María se llevó a su novio, no se despegaba de él, tenían ambos una obsesión insana el uno por el otro, cuando supieron que iban a estar 1 semana sin verse se pusieron a dramatizar todo y yo, con tal de que cerraran la boca le compré a Cristián un billete de tren y aquí estaba con nosotros.

Malú se fue a Sevilla con su familia también, que suerte que mi novia no sea una loca dramática como estos dos, aunque en locura les diese un barrido bueno a los dos, todo hay que decirlo...

-¿Cuánto queda? -Preguntó Cristian aburrido del largo camino.

-Ya queda muy poco mi amor. -Contestó María.

-Te amo.

-Yo a ti más.

-No, yo más.

Estaba justamente en frente de los dos contemplando el panorama de los dos tortolitos y decidí que lo mejor sería irme, primero porque iba a potar con tanto amor y segundo porque no quiero ser la ''Sujeta-velas'' oficial del tren. Caminaba sin ningún rumbo por el pasillo del tren, aquello se movía mucho, tanto que me tropecé y choqué con un chico que me resultó muy familiar...

-Lo siento. -Dije apurada.

-No, ha sido mi culpa. -Rió.

Sin decir nada más me giré a la derecha y él a su izquierda y volvimos a bloquearnos el paso, después al revés y reímos.

-Podemos estar así todo el viaje. -Dijo riendo.

-¿De dónde eres? -Pregunté por su acento.

-París ¿Se nota mucho?

-El acento. -Reí.

-¿Y tú? -Hizo una pausa. -¿De dónde eres?

-Málaga.

-¿Te apetece venir al vagón de atrás y seguimos charlando?

-Claro, mejor que lo que iba a hacer ahí...

Fuimos al último vagón, ese que estaba al aire libre, él tenía allí su guitarra y yo al verla no me pude resistir...

-¿Tocas la guitarra? -Pregunté con un brillo en los ojos.

-Sí, soy ccantante también. -Dijo riendo.

-¡No me digas! yo también.

-Ya claro...

-Que no, que es en serio. -Reí.

-¿Bromeas? ¡vamos a cantar algo! -Dijo sin pensarlo.

-Adelante. -Hice un gesto con la mano indicándole que procesara a tocar la guitarra.

Pasamos un trascurso en el tren bastante guay, nunca me había pasado algo así, después de varios duetos me pidió mi número de teléfono.

-Espera... ¿Cómo te llamas? -Reímos a la vez. -Llevamos todo el viaje hablando y cantando y no me sé tu nombre.

-Soy Vanesa. -Sonreí. -¿Y tú?

-Yo soy Angelo. -Sonrió el también.

Justo en ese instante llegamos a nuestro destino...

-¿Nos volveremos a ver? -Me preguntó.

-Posiblemente. -Respondí y nos dimos un apretón de manos como si fuésemos compañeros de clase o algo por el estilo.


Mi niña mimadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora