16-Navidad

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¡Holaaaa de nuevo! lo sé, soy consciente de que he tardado mucho, pero los estudios me consumen :(

Es un capitulo muy cortito pero intenso, así que a disfrutar!!!

muchísimas gracias por seguir aquí, besos a todas <3 <3 <3

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Llegamos a mi casita de Málaga y como de costumbre, nos recibió toda la familia con los brazos abiertos incluidos a Cristian. Como estaba agotada del viaje desde Madrid decidí darme una ducha relajante para luego ponerme el pijama y andar cómodamente por la casa, mi hermano entró en mi habitación, parecía triste pero no dije nada, tan solo le escuché.

-¿Cómo estás? -Me preguntó.

-¿Yo?

-Ya me he enterado de lo de Malú...

-¿Qué le ha pasado? -Me puse en pie y sentí que el corazón iba a salirse de la boca. Antonio puso cara de no entender nada, pero menos aún entendía yo.

-Vane ¿Qué dices?

-No ¿Qué dices tú?

-Espera... -Sacó su móvil. -¿Estáis juntas?

-Sí.

-Pero... -Miró la pantalla del móvil y se lo quité de las manos.

Era un artículo de una famosa revista Española en la que el título decía ''¿Ha encontrado Malú al hombre de su vida?'' bah, eso son rumores y tonterías de las revistas de cotilleos... Continué bajando la pantalla... ''La joven cantante sevillana y el famoso reportero Gonzalo Miró han conectado muy bien...'' Dejé de leer y no pude evitar reírme, seguí bajando y vi una foto de ellos dos besándose en la calle de mi casa.

Me quedé anonadada, miré la fecha, bloqueé el teléfono y me fui enfadada a la calle, Antonio no me siguió, puesto que era consciente a que iba a mandarlo a la mierda en esos momentos. Me senté en una plaza que había allí y decidí llamarla antes de creer cosas de la prensa.

*Llamada telefónica*

-¡Hola gorda! ¿Has llegado bien a Málaga?

-Sí. -Respondí secamente.

-¿Qué pasa?

-¿Gonzalo Miró?

-Ahhh sí. -Dijo tan normal. -Es una estrategia para que no piensen que tu y yo...

-¿En serio Malú? -Dije antes que pudiese terminar.

-Vane es que...

-Creía que merecías la pena, pero eres una cobarde.

-Joder... -Susurró. -Déjame que te...

-No. -La interrumpí. -Feliz navidad. -Dije con rabia y colgué.

*Fin de la llamada*

Me quedé varios segundos mirando a la nada mientras Malú intentaba que descolgase su llamada, pero no me apetecía, no entendía nada...

Luego, volví a casa y disfruté las vacaciones en familia con el móvil apagado y sin pensamientos indebidos.

Tres días después era 25 de Diciembre, el día de Navidad, todos los peques de mi familia vinieron a casa de la abuela y sus caritas de felicidad nos alegraba al resto, no podía ir mejor la noche, los niños jugaban, los adultos charlábamos mientras picábamos. Como ya era tarde, decidimos abrir los regalos con los niños para así ver todos sus caritas de felicidad y para los padres llevarlos cansado a casa...

-¡Eh chicos! -Dijo mi primo. -¿Habéis oído eso?

-Noooo ¿el qué? -Dijeron al unísono.

-¡Papá Noel ha venido!

Los 5 niños corrieron al salón, donde estaba el árbol y fliparon con todos los regalos que había para ellos, me quedé observándolos apoyada en el marco de la puerta con una sonrisa enorme, estaba pensando cuando yo tenía 7 años que este momento era el más mágico y especial para mí y mi hermano.

Noté una presencia a mi espalda y me giré vagamente...

-¿Qué te pasa? -Le pregunté a mi hermano, que era el que estaba detrás mirándome.

-Tengo un regalo para ti. -Hizo un gesto con la cabeza para que le siguiera. Me guió hasta la puerta y me dio las llaves.

-¿Me regalas echarme de casa? -Bromeé y se rió. Abrí la puerta y allí estaba ella... Era Malú, el rostro se me cambió por completo.

-Os dejo solas. -Mi hermano me empujó delicadamente hacia la calle y cerró la puerta.

-No... ¡Antonio! -Golpeé la puerta. -Joder... -Me senté en el escalón de la puerta y la miré. -¿Qué haces aquí?

-Lo siento.

-¿Lo siento? -Repetí. -¿Eso es todo?

-Vane es solo un contrato, no estoy con él, yo te quiero a ti pero...

-Pero te importa más tu imagen que nuestra relación.

-No gorda, claro que no.

-Entonces déjalo y hazlo público. -Me puse en pie y nos miramos fijamente.

-Vane... -No continuó, apartó la mirada y Reí sarcásticamente.

-Me lo temía. -Llamé a la puerta para que me abriesen. Tardaron 5 segundos en abrirme pero fueron los 5 segundos más largos de mi vida. -Gracias Malú. -Dije sin mirarle a la cara.

-¿Por qué? -Preguntó casi sin voz.

-Por lo que me has hecho sentir durante todo este tiempo, ha sido precioso, corto, pero precioso. -Cerré la puerta, cerré los ojos y tomé aire.

Y esas fueron mis últimas palabras hacía la que por un momento pensé que era el amor de mi vida.


Mi niña mimadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora