Cuando despierto de nuevo ya es de día, dormí de un tirón, hoy no tengo que levantarme para ir a trabajar, es sábado, así que no se la hora que es, tengo una cara de circunstancia, ya que acabo de recordar lo que hicimos Hugo y yo y para más INRI hemos dormido juntos o eso creo, porque su lado está vacío y frío, por lo que presumo se ha levantado desde hace rato. ¿Dónde habrá ido? ¿Estará en el baño? Pero no escucho la ducha, ni ruidos en el apartamento.
Y mientras doy vuelta pensando si se ha ido o no, recuerdo que hemos venido a mí casa a hablar y ¡vaya! que, si hablamos y mucho, solo que lo hicimos en otro lenguaje.
Me levanto, voy al salón, su ropa tampoco está, así que presumo se ha ido, pero ¿así, sin avisar? ¿Qué ha podido pasar? No entiendo nada. Recojo mi ropa que ha tenido la delicadeza de doblarla y dejarla en el sofá, vuelvo a mi habitación y en la mesita de su lado veo una nota que no reparé que estaba antes por salir de prisa.
"He ido a mi casa a cambiarme de ropa,
Más tarde traigo para desayunar,
No te desperté, porque te veías espectacular".
H.
Leo la nota con cara de felicidad, no se ha ido, bueno si se ha ido, pero vuelve y yo pensando mal como siempre, bueno mi abuela decía "piensas mal y acertaras" no sé qué de cierto tenga esta frase, tampoco sé porque ha venido a mi mente en este momento, así que no le doy más vuelta y entro a ducharme, no sé a qué hora se habrá ido Hugo pero supongo debe estar al volver.
Estoy saliendo de la ducha cuando lo veo delante de mí con la toalla abierta, salgo dejo que me seque mientras nos besamos.
– ¿Cómo has entrado? –Pregunto confundida.
–No quise despertarte y he cogido tus llaves, perdón por no avisarte. –Dice desinhibido.
–No pasa nada, siempre que as deje en el mismo lugar –respondo dudosa _. ¿A qué hora te has ido? –Pregunto mirándolo.
–Temprano, no duermo mucho. –informa pasando su pulgar por mis labios, para luego besarme mientras llegamos a la habitación y me deja caer en la cama, se inclina apartando la toalla que todavía me cubre, me mira a los ojos y sonríe.
– ¿Te gusta lo que ves? –Pregunto un poco escéptica, eso de estar desnuda delante suyo así sin anestesia, o sin besos que vienen siendo lo mismo.
– ¡No te imaginas cuanto! –Contesta con mirada ladina. –Escucharlo decir que le gusto me deja sin argumentos, porque, aunque sé que soy una mujer guapa y con las medidas adecuadas, requisito indispensable para trabajar en la tele, mas ahora con tanta competencia, alegra los sentidos saber que le gusto y más sabiendo que Hugo puede tener a la mujer que quiera, con ese cuerpo, ese físico esos ojos, uff ¡quien no pecaría!
Hugo se acerca y ahora ya no me siento tan desnuda, pero si excitada en mi cama con un hombre encima empalmado, con una polla que me está presionado, diciéndome que quiere estar en otro lado, yo le hago caso y separo las piernas. «Estamos para complacer» me digo.
– ¡Hugo tócame ya! –Sentencio con voz ronca.
–Calma, todo a su tiempo, yo desde aquí me lo estoy pasando bien. – Argumenta besándome.
–Yo no, te quiero dentro, fuera, donde sea, pero quiero que me toques. – Contesto desatada.
–Mujer de poca fe. ¿No te han enseñado que el que espera desespera?
–Desesperada estoy yo. –Informo con burla mientras abro las piernas y rodeo su cuello con mis brazos, él atrapa un pezón y lo succiona «por fin» me digo «ya era hora»
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INSACIABLE TU
RomanceEl argentino, ella española; Ava y Hugo, dos profesionales a quienes les une algo mas que un trabajo, les une el humor, la pasión y el amor. Un amor que los llevará a descubrir que en el sexo nada está escrito convirtiéndolos en dos seres insaciable...