CAPITULO 16

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Después de la noche que hemos tenido, sé que aún nos quedan muchas cosas por aclarar, pero ya la más importante está dicha, a partir de aquí tendremos que trabajar otros aspectos si queremos seguir juntos y sé que lo lograremos.

–Buenos días Princesa. –Saluda muy animado interrumpiendo mis pensamientos.

–Buenos días príncipe. –Contesto con sátira

–Ya sé que este palacio está muy bien para albergar a estos príncipes, pero ahora debemos convertirnos en ranas e irnos de rama en rama hasta llegar a una cadena de televisión. –Expone todo chistoso.

–Nunca mejor dicho, señor, nunca mejor dicho. –Contesto de buen humor de repente tengo ganas de trabajar ¿Por qué será?

– ¿Ducha? –Pregunta.

–Tú primero. –Pido

– ¿Y eso? ¿Por qué tiene que ser así? Podemos ducharnos los dos y así ahorramos ¿No? –Pregunta en tono sugerente.

–Hugo, si nos duchamos juntos no llegamos a tiempo, mira la hora que es. –Recuerdo señalando el reloj –. Además, así preparo un café y consigo tu cacharrito del famoso mate, no sé dónde lo escondí para no verlo y no acordarme de ti.

– ¡Cobarde! –Dice muy pícaro –. Sabes que no importa donde lo pongas o donde esté yo, siempre en tu vida nena, siempre. –Promete.

– ¿Me has llamado cobarde? –Pregunto obviando lo otro, por razones obvias, claro. Me levanto desnuda y me dirijo a la ducha. Se queda mirándome patidifuso y cuando estoy abriendo la puerta del baño me volteo y le digo.

–Donde las dan las toman amigo. –No he terminado de decir la frase cuando ya está metido conmigo en la ducha.

–No esperaba menos de ti nena. –Aclara mirándome a la vez que se echa Gel en las manos y empieza a lavarme mientras nos miramos, pasa sus manos por todas partes y cuando llega a mi trasero salto, es que allí aún es tierra vedada para mí.

–No saltes nena, quiero estar ahí en tu ojete. –Y dale con esas palabras de su país que sacas cuando menos te la espera, eso es el culo de toda la vida.

– Hugo...

–No hoy nena, esto lleva tiempo, pero si voy a estar ahí, no quiero dejar ninguna parte de tu cuerpo que no haya sido tocada por mí.

–Vale. –Digo no muy segura, porque con sus palabras ya estoy hecha un pozo.

–Ahora. –Pide –. Pon tus manos en la pared y echa el culo hacia atrás, porque esto será rápido, recuerda que no tenemos tiempo. –Recuerda burlón –. Además, hay que encontrar ese cacharrito mío.

Hago lo que dice y Hugo se introduce en mí de una sola estocada, sigue entrando y saliendo con un vaivén digno de Hugo.

–Voy a cogerte como solo yo puedo cogerte nena, agárrate fuerte, que vienen curvas.

Trago saliva, porque siento que mi garganta se está quedando seca, los embistes, las palabras, la ducha y no sé cuántas cosas más han hecho que me derrame de forma descomunal. Hugo sigue moviéndose unos cuantos minutos más, siento como saca su polla dejándome vacía y empieza a masturbarse mientras me mira, hasta que su semen alcanza mis muslos dejando sus señas particulares. Le encanta hacer eso y a mí me encanta mirar.

Por supuesto que llegamos tarde a la cadena y sin desayunar, pero la mar de contentos, mi cara de felicidad no tiene precio. Ahora estoy en mi oficina y Hugo en la suya, hemos quedado para comer y hablar de lo que no hablamos anoche.

INSACIABLE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora