CAPITULO 28

4.5K 358 23
                                    



A la mañana siguiente haciéndole caso a mi Andrea, llamo a la producción del programa para avisar que no voy porque estoy enferma, ya he cogido cita con el médico, voy a intentar que me dé una semana de baja, me parece tiempo suficiente para no ver a Hugo y hacerme más fuerte, porque dejar de quererlo lo dudo, pero bien es cierto que el tiempo endurece los sentimientos y eso es lo que quiero ahora hacerme la dura, la fuerte y no dejar que esto acabe conmigo.

Estoy con mi médico, que más que mi médico somos amigos, nos conocemos desde hace años. Me ha dado cita para última hora de la mañana.

–Buenos días Ava. –Saluda tendiéndome la mano.

–Buenos días, Emilio. –contesto llamándolo por su nombre, siempre lo he llamado así.

– ¿Que se te ofrece? –Pregunta mientras vuelve sentarse en su sillón mirándome.

–Es que no me siento bien, hoy he llamado al trabajo para decir que no iba

–Pero a ver Ava ¿Qué te sientes? ¿Qué te duele?

–Me duele el alma, eso me duele. –Contesto mirándolo y echándome a llorar.

–Lo que estás es deprimida Ava, ¿Tienes problemas sentimentales o familiares?

–Si un poco, no tengo ganas de trabajar, me siento débil, no tengo ganas de nada.

–Ava, te voy a tomar muestra para realizarte unas analíticas, mientras tanto te daré cinco días de baja y algo para que te relajes, pero recuerda que los problemas se solucionan enfrentándolos, no huyendo de ellos.

–Gracias Emilio. –Digo despidiéndome con la baja en mis manos, y la indicación para sacarme sangre, mientras me dirijo al laboratorio pienso que tengo cinco días para no verlo, voy a poder respirar tranquila de momento, el lunes ya veré que pasa.

Como no tengo nada que hacer, cuando salgo del médico me voy andando a un parque que está cerca, hace buen día, me siento a pensar y a mirar a la gente que pasa, personas haciendo deporte, pareja de mayores dando un paseo, madres con críos de la mano y en carritos de bebé y me llega a la mente el hijo de Hugo y otra vez las puñeteras lágrimas.

Analizando la situación, creo que lo que está es embarazada, porque si el crío existiera, Hugo ha tenido que ser muy buen actor para fingir que no tenía hijos, yo no entiendo nada, ¿cómo es que supuestamente ella estaba con su mejor amigo? ¿Y entonces donde estaba el bebé? creo que me voy a volver loca, mejor me voy a casa.

Llego a casa y es más de lo mismo, mi mente no puede con todo esto, estoy agotada, me recuesto en el sofá y me duermo, pero sueño con bebés, míos y de Hugo, despierto llorando por lo que no puede ser.

No puedo estar así, tengo que tomar una decisión, tengo que tomar las riendas de mi vida, aquí no quiero estar, todos los recuerdos son con Hugo, así que sin pensarlo más me pongo a buscar un sitio tranquilo para cinco días, quiero perderme sola, de ser posible con playa.

Y aquí estoy, Barcelona, he llegado a primera hora de la mañana, me he hospedado en un Hotel cercano a la playa del Puerto Olímpico, ese que está construido en forma de vela; como he reservado vuelo más Hotel me ha salido a muy buen precio. En cuanto estoy ubicada en la habitación dejo mis cosas y me voy a la playa. Barcelona, la verdad que me encanta, es una ciudad donde podemos encontrar casi todas las nacionalidades, además es preciosa, tiene mucho que ver y no te aburres y yo ahora es lo que necesito, no aburrirme, pero si, estar sola.

No le he dicho nada a nadie, ni siquiera a Andrea, más tarde la llamare, anoche se pasó por mi casa a ver cómo estaba, pero no le dije nada de mi viaje, porque sabía que iba a querer venir para no dejarme sola y yo quiero todo lo contrario.

INSACIABLE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora