Es lunes, estoy en mi oficina de la cadena, el sábado cuando estuvimos en el antro bailando la gozadera y demás, se nos unió Mateo, llamó a Andrea y ella le dijo dónde estábamos, así que los tres nos pusimos como una cuba, tanto que perdimos la cuenta de las copas que nos tomamos. Ya de madrugada decidimos irnos. Yo me fuí a mi casa sola a lamerme las heridas, ayer domingo no me levanté del sofá, con el dolor de cabeza que tenia de la resaca y el dolor en los pies por llevar los andamios «llámese Peep toé» y si a esto le agregamos lo triste y enfadada por no saber nada de Hugo es la guinda del pastel. Estuve muchas veces tentada de llamarle, pero no lo hice, al final ganó mi orgullo.
Ahora estoy viendo apuntes y entrevista para los participantes del programa de esta tarde, pero no me puedo concentrar, mi cabeza sigue siendo una confusión, no entiendo cómo es que desde el sábado que salió de mi casa no me ha mandado ni un mensaje, ya me he quedado bisoja de tanto mirar el móvil. Estoy por creer que solo he sido un polvo de una noche y ya pasado la novedad cada uno a lo suyo, el problema es que yo estoy tocada, Hugo me ha llegado muy hondo en todos los sentidos.
Es la hora de reunirnos con producción, siempre antes de cada programa hay que hacerlo para tener más claro el contenido del programa, así que salgo para la oficina de Alberto y sé que Hugo también va a estar y la verdad es que estoy nerviosa, bueno... y también enfadada y triste.
–Buenos días. –Saludo entrando a la oficina, y si, también está Hugo que se queda mirándome, yo lo ignoro y me dirijo a Alberto.
–Ya estoy aquí Alberto ¿Empezamos? –Pregunto sin rodeos.
–Sí, Ava, el contenido del programa de hoy está basado en la entrevista que hay que hacerles a los que han ganado el concurso de la jaula.
–Vale. –Asiento sacudiendo la cabeza –. Tengo ya algunos apuntes para la entrevista previa. –Informo al tiempo que le tiendo la carpeta.
–Me parece bien. –Asiente mirándolos –. ¿Hugo no has dicho nada? –Se dirige Alberto a él frunciendo el cejo y yo sigo sin mirarlo, pero Alberto ahora mismo tiene cara de circunstancia.
–Ahora me reuniré con Ava para verificar los apuntes y distribuirnos el trabajo. –Contesta, pero mirándome a mí, yo sigo ignorándolo.
–Perfecto. –dice Alberto que por lo que veo no se ha enterado que los ánimos entre Hugo y yo están caldeados –. Después de comer es preciso que se reúnan para que estudien el libreto y vean si se nos escapa algo.
–Alberto. –digo con la intención de salir primero que Hugo –. Si es todo me voy a mi oficina, tengo algunos pendientes que terminar.
–Es todo Ava puedes irte.
–Con permiso. –Salgo de allí como si me persiguieran una manada de lobos, «bueno quizás una manada no, pero uno si» porque no he sido tan rápida como creí.
–Ava. –Me llama.
–Vete a la mierda Hugo. –Grito enfadada y veo como agita la cabeza mirándome
–Pura dulzura Ava, eres pura dulzura.
–Me voy...
–Ava necesito explicarte...
–No tienes que explicarme nada Hugo. –Interrumpo –. Fuí la chica del polvo del viernes, ya está, lo tengo asumido.
–Sigues siendo Pura dulzura Ava. –Repite en tono jocoso –. No sé por qué dices eso. –Murmura enojado –. No te llamé porque quería darnos un poco de espacio y pensar en lo que nos está pasando, además como ya te dije he estado un poco liado con la mudanza al apartamento y no he tenido cabeza para más. –Me levanta la barbilla, me mita a la cara y continúa –. No te atrevas a decir que ha sido el polvo del viernes porque no ha sido así –Dice de manera beligerante.

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INSACIABLE TU
RomanceEl argentino, ella española; Ava y Hugo, dos profesionales a quienes les une algo mas que un trabajo, les une el humor, la pasión y el amor. Un amor que los llevará a descubrir que en el sexo nada está escrito convirtiéndolos en dos seres insaciable...