CAPITULO 4

11.3K 623 22
                                        



Después de dos horas de programa donde fue más que evidente la camaradería que hay entre Hugo y yo, salgo disparada a casa, quiero estar sola y pensar en ese beso, en lo que me está pasando. Bajo en el ascensor hasta el aparcamiento cojo mi coche y mientras voy conduciendo enciendo la radio para despejarme un poco. Nada mejor que "Quien" de Pablo Alboran­­­­­­­­­­­­­­­­­­ para alegrarme el trayecto con su canción.

No te atrevas a decir te quiero

No te atrevas a decir que fue todo un sueño

Una sola mirada te basta

Para matarme y enviarme al infierno.

Quien abrirá la puerta hoy...

Llego a casa y antes de ir a la habitación me quito los zapatos, siempre que llego a mi casa es lo primero que hago, entro a la habitación y empiezo a quitarme la ropa para ducharme, hago todo esto sin poder olvidar cierto beso, unos ojos color azul casi grises que me atormentan. Los recuerdos se agolpan en mi mente, no sé cómo pudimos sacar el programa a flote, no sé cómo pude salir de allí sin mirar atrás. Mientras estoy cavilando rompiéndome la cabeza con mil cosas suena mi móvil miro la pantalla y es mi madre quien llama.

–Hija, ¿Cómo estás? –Pregunta –. He visto el programa de hoy, pero ¡qué chico más guapo te han puesto de compañero hija! ¿Cómo es que no me habías dicho nada?

–Buenas Noches Mamá, estoy bien ¿Y vosotros?

–Bien Hija, tu padre no ha visto el programa porque se ha pasado toda la tarde en el estudio escribiendo el artículo para la revista. –Informa mi madre para excusar a mi Padre.

Mi padre, aunque ya no trabaja tanto como antes, pero escribe algún que otro artículo para algunas revistas que le solicitan y eso lo entretiene ser periodista fue su pasión y aunque ya esté jubilado, él dice que siempre se es periodista y yo lo veo así también, esta profesión de informar es hermosa, lástima que algunos se escuden tras de ella para humillar, ofender y ventilar mediante la mentira. Mi padre me enseñó a ser integra en lo que hago y lo voy a seguir siendo siempre, pero en este medio hay muchas personas que no saben su significado, lamentable, pero es así, más porque hay un público a quien se le debe respeto.

–No pasa nada mamá, dile que le mando besos. –Respondo.

–Se lo diré hija. –Y con la misma tesitura continúa. –Pero no creas que no me he dado cuenta de que te has ido por la tangente cuando te he preguntado por ese presentador tan guapo que te acompaña ahora en el programa.

–Es solo eso Mamá. –Contesto resoplando. –. Un compañero de trabajo que la cadena ha puesto, porque han decidido que yo necesito compañía –Digo con guasa para quitar mella al tema. «Un compañero de trabajo que hoy me ha comido la boca Mamá» pienso, eso no tengo porque decidírselo.

–Pues hija, la verdad es que os vi bien juntos, me gusta mucho ver el programa, porque está mi hija, pero ahora me gustará más, con un hombre así alegrando las vistas. –Dice, y yo me quedo con los ojos cuadrados escuchándola hablar.

–Mamá...

– ¿Qué quieres que te diga hija? –Pregunta interrumpiéndome. –. Que soy tu madre, pero no estoy ciega. –Ahora si me quedo sin argumentos a rebatir ¡Vaya madrecita que me ha tocado! Por lo que decido cambiar de tema.

Después de preguntas y respuestas sin complicaciones, mi madre siempre interesada en si me alimento bien, si no me hace falta nada. Como todas las madres, que nunca aceptan que sus hijos han crecido, le prometo ir visitarlos este fin de semana, si no se me complican las cosas.

INSACIABLE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora