CAPITULO 20

5.8K 392 5
                                    


Han pasado cinco días desde la última vez que vi a Hugo en Ibiza. Si las cosas hubiesen sido diferentes hoy estaríamos regresando a Madrid y esta noche iríamos juntos a la cena de fin de año en casa de mis padres, pero como dice un dicho que uno pone y el destino dispone, es exactamente lo que ha pasado, el destino me ha hecho una jugarreta con su manera de disponer las cosas. En esto cinco días he llorado, he reído con los intentos de Andrea por lograrlo y he vuelto a llorar, pero hoy he decidido que ¡basta ya! de tanto lloriqueo y de sentir lastima por mí misma, lo que ha pasado entre Hugo y yo no voy a poder cambiarlo, pero si puedo hacer algo por mí y por hacer sentir bien a mis padres y es precisamente lo que voy a intentar, salir adelante sin Hugo. Me preocupa lo que voy a decir a mi madre, ella espera que vaya con Hugo y cuando vea que no será así empezará el interrogatorio y yo no sabré que contarle.

–Ava te traigo café para que te despierte. –Sugiere Andrea tendiéndome una tasa.

–Gracias Cariño, lo necesito para despertar y afrontar el día y la nochecita que me espera en casa de mis padres.

–Nada de eso Ava, ya quedamos en que hoy resurge la nueva Ava, esa que tanto me gusta incordiar, mira que estos días te he dejado tranquila, pero a partir de hoy quiero a mi amiga devuelta –Pide –. Y con respeto a tu padres, la verdad, Ava, eso siempre ayuda. –Finaliza Andrea abrazándome.

–Así será amiga, no más Hugo, no más lloriqueos, no más lamentos, hoy tendrás a tu amiga y para lograrlo te propongo dos cosas. –Digo mirándola –. La primera es que nos vayamos de tiendas y vaciemos la tarjeta y la segunda es que seas la encargada de ponerme guapa para esta noche.

– ¡Hecho! Nos vestimos y nos vamos de tienda que estarán a reventar, pues no tenemos nada que hacer hasta la noche. Asiente Andrea.

– ¿Y dónde cenaran tú y Mateo? –Pregunto, con todo lo mío, se me ha olvidado preguntar.

–Estamos invitados en casa de unos amigos suyos, luego nos iremos todos por ahí, si quieres después de la cena en casa de tus padres puedes venir con nosotros. –Propone mirándome. Ya sé porque lo hace, no me quiere dejar sola.

–No Andrea. –Contesto con sentido pragmático –. Ya te he dado bastante la lata por estos días, tu disfruta os lo merecéis Mateo y tú; y yo, aunque haya decidido levantarme no seré buena compañía, así que amiga te lo agradezco, pero no. –finalizo convencida.

–Ava ¿Crees que Hugo asista a la cena en casa de tus padres? –Pregunta Andrea mientras me mira inquisitiva.

–No lo creo Andrea, ya ha entendido que lo nuestro se terminó, mira como ya no te llama y a mí ha dejado de mandarme mensajes. –Aclaro mirándola de lado mientras tomo mi café.

–Eso no quiere decir nada Ava, Puedes ser que haya decidido daros una tregua

–No lo creo y mejor que no vaya, ya veré yo como se lo explico a mi madre y te haré caso, le diré la verdad. Ahora vámonos que me quiero comprar un vestido arrasador para esta noche y otro para ti. –Digo más por cambiar de tema, pero también con ganas de salir de mi encierro voluntario.

Me duelen los pies, hemos entrado a un montón de tiendas y no he visto el vestido que me enamore, Andrea ya se ha cogido el suyo, uno propio de su personalidad y que le queda precioso, ahora está como yo, pero detrás de los zapatos perfectos. Seguimos caminando y de repente lo veo, es ese, no puede ser otro, esa será mi vestido para esta noche.

–Mira Andrea ahí está, esperando por mí. –Digo a mi amiga señalando el vestido, mientras ella se vuelve a ver el escaparate

–Es precioso Ava con ese fijo que hoy liga. –Expone riendo.

INSACIABLE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora