Capitulo 8

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Narra Edward

Al recostarla en la cama, pude notar que se duerme de una ves, esta muy cansada.

Duerme tan hermosa, se ve muy tranquila, sin pesadillas ni incomodidades, y yo no puedo evitar quedarme un rato a cuidarle el sueño.

Sin pensarlo mucho me acerco hacia ella y quito un mechón de pelo de su cara y lo coloco detrás de su oreja, acaricio sus mejillas, su piel es tan suave como la de un bebe.

Deposito un tierno beso en sus labios, pues estaba desesperado por hacer eso.

Ella se mueve un poco y me hecho para atrás de repente, no sea que se despierte y me encuentre en esas actitudes.

Me siento en una esquina de la habitación a cuidar sus sueños, pues no quiero que nada le pase.

Después de un rato observándola, me sumergi en mis pensamientos que luchaban por salir a flote, una voz en mi cabeza me decía, que la echara que me iba a causar muchos problemas, pero no quiero, creo que me estoy enamorando.

Salgo de estos pensamientos tan absurdos un poco exaltado.

Como que enamorando?
Noo!!! es imposible yo nunca lo eh hecho y tan poco lo haré, eso no es para mi.

Salgo de la habitación de Arlet y me dirijo hacia la mía, a descansar de todos estos inconvenientes que no se como resolver.

-Bueno ya sera mañana.-
........

Narra Arlet

Me despierto con algo que se siente como una lavadora vieja en cima de mi, cuando abro bien los ojos, me doy cuenta que es un hermoso gatito recostado en la cama a mi lado durmiendo y rronrroneando sin parar.

Wow es hermoso, de verdad que amo los gatos.

Seguido de esto se habré la puerta y entra edward con una sonrrisa.

-Buenos días doña enojo- me dice algo burlón

-Lo miro mal y le corto los ojos, pero al final le digo buenos días-

-Aah ya veo que has conocido a maya, parece que le agradas, pues es muy dependiente de mi y no deja que nadie mas se le acerque .

-Maya! Hermoso nombre, de verdad que me encanta este gatito, digo acariciándole su melena blanca.

En esas edwar llama a su gata.

-Maya ven aquí! Y el gatito se levanta rápido y se abalanza a sus manos.

El comienza a acariciarla y ella corresponde rronrroneando sin parar, y dejando que la acaricien.

Se ve tan guapo y tierno con ese animalito, no paro de mirarlo sus ojos azules son demasiado embriagadores, me hipnotiza con solo mirarme.

Como quisiera darle un beso, anhelo hacerlo. Edward me dice que me ha traído el desayuno y en esas bajo de mis pensamientos.

Pero no puedo evitar preguntarme, ¿sera acaso, que me estoy enamorando?

Pero respuestas no llegan ante mi, solo aparecen mas dudas.

-hay que revisarte esa herida- me dice edward, como analizandome a ver en que pensaba.

-Esta bien- Digo algo nerviosa.
En esa levanto mi blusa y dejo mi estomago a la vista de edward, este como que se sonrrojo por unos segundos, que le habrá pasado?

Después continua buscando unos utensilios para suturarme la herida otra vez , pues se me han roto dos puntos.

A lo que le digo algo ansiosa:
-Como es que sabes de estas cosas-

-Pues soy graduado de medicina- me dice algo apático.

-En serio, pues me cuesta creerlo, pues un medico salva vidas no mata- lo miro fijamente después decir esto y noto como el me observa con sus ojos tan intimidantes.

Cuando acaba de suturarme la herida, se dispone a irse, y no me dice nada por lo que le acabo de decir.

-Se habrá enojado por lo que eh dicho, pero si es verdad-digo en mis pensamientos, suelto un bufido y este me mira antes de salir, maya sale corriendo detrás de el, solo escuchaba a maya maullar, hasta que me quede sola.

Me puse a comerme mi desayuno, estaba riquisimo, eran unos waffles rellenos de chocolate con un baso de jugo!

Me dispuse a ducharme, pero sin hacer mucho esfuerzo por la herida, tome un vestido color azul cielo que vi en el armario y unas sandalias, después de ya vestida, baje hacia la sala, a pedirle disculpas a edwar por si lo había ofendido.

Cuando bajo no lo veo en la sala así que me dispongo a ir a la cocina,

¡¡¡Oh por Dios edwar me esta mirando bastante feo y tiene un enorme cuchillo en las manos!!! ¿que estará planeando hacer?, sera que me hará daño??? a lo que asustada le pregunto:

-¿Que vas a hacer con ese cuchillo?

Dulce AgoniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora