Arlet mathews es una chica rara, algo (Dark) que busca desesperadamente darle algo de emoción a su vida, pues la soledad y la rutina la están matando.
a sus 21 años no sabes lo que es amar ni que es tener sexo, una chica suicida buscando un algo en...
-Gracias, tu también estas muy guapo-Respondo con una enorme sonrisa.
Yo llevaba un enteriso color azul oscuro, este en vez de ser una falda suelta, era cerrado como un pantalón! Y unos zapatos no muy altos color negros. Mi pelo tenia una especie de ondas las cual me logre con una plancha de pelo.
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Edward por su partes estaba muy elegante como siempre, aunque hoy se había esmerado en su vestimenta, tenia un traje gris sin corbata que le quedaba estupendo, sus ojos esta noche tenían un brillo impresionante, es como si le diera gusto salir conmigo. Aunque se supone que si me invito es porque el quería que pasaramos una velada perfecta.
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El tomo mi mano y caminamos juntos hacia la puerta. Ya en el restaurante, ni siquiera hablo con el señor que hiba atendiendo a los que llegaban. Este al verlo actuó muy deprisa!
-Señor Edward! señora Arlet! ya les tenemos su mesa lista. Siganme- Dice el señor vestido de forma elegante.
Llegamos a una mesa decorada muy hermosa, tenia velas por todos lados aparte de esos músicos que estaban parados a nuestro lado.
Después de sentarnos los músicos empezaron a cantar una canción muy hermosa, una melodía deleitante. Edward y yo nos dispusimos a disfrutar la cancion. Al acabar la canción los músicos se fueron y apareció el mesero a tomar nuestra orden.
Pedimos algo muy rico que no recuerdo bien como se llamaba pues estaba escrito en francés, lo que si puedo decir que era una carne muy rica.
La noche se dio muy bonita, Edward se porto muy caballeroso y amoroso conmigo, sus ojos denotaban amor por mi! Y pues yo le demostraba el mio.
Ya la noche se hacia vieja, y habíamos cenado, en ese momento nos estábamos tomando una copa de vino, y Edward sin ningun aviso se paro de la mesa.
-A donde vas?-Pregunto
-A ningún lado, solo quiero enseñarte algo- dice para luego incarse en el piso- me quede algo confundida, hasta que por fin entendí lo que quería hacer.
Saco de su pantalón una cajita muy hermosa color marrón, en forma de cofre. Al abrir la cajita tape mi boca con una de mis manos, y lágrimas caían de mis ojos, pero no eran lágrimas de dolor, mas bien de emoción.
