CAPÍTULO XVIII

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-¿Cuál es ésa historia? - Pregunté.
-Cariño, la verdad es que si, tu padre se fue de nuestro lado, pero tenias dos años. Me acuerdo que apenas caminabas. Te ibas de un lado al otro, Hahaha. Bueno. En tu primer cumpleaños, tu padre te trajo un gran peluche de un animal, amabas ese peluche. Tu padre tenía la linda costumbre de untarle la cara de pastel a los cumpleañeros, no fuiste la excepción, te llenó la cara de pastel y te pusiste a llorar. - Sus ojos se llenaron de mas lágrimas, al punto de llorar. - Lo amabas mucho... Te pareces demasiado a él, diría yo. Por eso temo que sufras de lo mismo, porque gracias a esa maldita esquizofrenia que sufría, lo llevó a drogarse, tanto que murió. Sabes... En verdad lo extraño. En fin, la razón por la cual no te lo celebro, es porque me trae muchos recuerdos, es triste para mi, pero ahora, si quieres celebrarlo, vamos.
-Mamá, ¿Todavía lo amas? - Pregunté.
-Ehm, si... Me enamoré de verdad. - Respondió.
-¿Por qué nunca lo ayudaste para qué saliera de ese mundo? - Pregunté.
-Lo intenté muchas veces. Él siempre trato de buscas psicólogos, pero no le funcionaban. Tras la desheredación, nos quedamos sin dinero y tu padre tuvo que ir a Londres a trabajar, pero allá estaba solo.
-Ya veo, pero bueno... No quiero terminar así. Ah, esta bien, hoy lo celebraré pero solo por ti, que quede claro. - Salimos del balcón.

Mi madre bajó y yo me cambié de ropa, me perfumé y bajé al salón principal. Había una pequeña celebración, estaba Christian, Samantha, mi madre, tres señoras y un bebé. Me acerqué sutilmente y me senté al lado de ellos.

Había un pastel y pasabocas, todo estaba muy bien decorado. Christian se paro de su asiento y se sentó a mi lado.

-Hola, Ryan... Feliz cumpleaños. - Dijo Christian.
-Gracias, esta muy genial todo. - Respondí.
-No hay de que, oye, tu regalo. - Dijo Christian, estirando la mano. La tenía cerrada, como si tuviera un pequeño objeto dentro.
-¿Qué es? - Pregunté. Christian abrió la mano y eran unas llaves.
-Son tuyas. - Respondió.
-¿Eh? ¿Y para que son? - Pregunté.
-Ven, vamos afuera. - Dijo Christian, llevándome al jardín.

Cuando salimos, había un carro negro, muy fino, con un moño rojo en la parte superior.

-Tu carro. - Dijo Christian.
-Pero qué... ¡No lo creo! ¿Es mio? - No lo podía creer.
-Si, ahí esta... Es tuyo. - Respondió.
-Muchas gracias, Christian. - Agradecí. Me acerqué a mi carro y lo abracé, tan feliz estaba. Es mi primer carro.
-Me alegra que te haya gustado. - Respondió Christian.
-Esta genial. - Comenté.
-Sabes Ryan, me gustaría que me dijeras padre. Bueno, no me tomes a mal, siempre he querido un hijo barón y pues, estas tu, además, eres él hijo de mi hermano, entonces también eres mio. - Dijo Christian. La verdad me sentí algo raro, me parece que Christian, sólo quiere que me sienta bien, debo hacer algo, debo tener una figura masculina en mi vida... No se, es extraño para mi.
-Esta bien, Chris... Padre. - Respondí.

Después de un rato en esa reunión, mi madre subió al cuarto, pasaron mas de diez minutos, bajó y tenía los ojos llorosos. No me extrañé, hoy ha estado muy sensible. Pero quería saber porque.

-Ryan, ¿Puedes traerme mi estuche de maquillaje? - Preguntó mi madre.
-Si, claro. ¿Dónde esta? - Pregunté.
-En la mesa del televisor. - Respondió. Subí las gradas y entre al cuarto de mi madre. Todo estaba apagado. Prendí la luz y me acerqué al televisor.

En la mesa estaba él estuche y dos CD junto a ellos una carta. Como soy bien curioso, tome la carta y los CD, los llevé a mi cuarto y bajé.

Entregué él estuche, volví a mi cuarto y cerré la puerta con seguro.

Leí la carta.

"Querida, nunca olvidaré los momentos tan lindos que viví al lado tuyo y de mi hijo, me iré a Londres, pero será por nosotros. No quiero que y Ryan sufran problemas económicos, quiero que todo sea perfecto. En cuanto pueda regresaré a tu lado para estar junto a los dos, Te amo.

Los quiere, Robert."

No se que sentí, solo me dieron ganas de llorar. La historia que me contó Christian es falsa, él si me quería, por eso se fue, para darnos una mejor vida. Lo único que me produjo la carta, fueron ganas de abrazar a mi papá. Sentía un gran vacío, lo necesito.

Doblé la carta, la coloqué en mi mesa de noche. Tome un CD, lo coloqué en un DVD y me senté en mi cama.

Todo empezó con un señor acomodando la cámara. Ahí estaba mi madre, estaba embarazada, sentada en la cama. Él señor se arrodillo.
-Querida, quiero que te cases conmigo, ¿Aceptas? - Preguntó él señor.
-¡Claro que si, Robert! - Respondió mi madre. ¿Robert? ¿Osea que él es mi padre?
Mi padre se paró y la abrazó. Se acercó a la cámara. Mientras caminaba pause él vídeo.

Justamente quedo pausado su rostro, es genial. Ojos azules, piel muy blanca y cabello castaño. Físicamente se parecía mucho a mi, ya creo lo que dice mi madre.

Él vídeo se puso totalmente negro, unos segundos después, apareció mi madre en la mesa, un bebé que supongo que era yo, y un gran pastel en la mesa.

<<Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, pequeño Ryan, cumpleaños feliz>> Mi padre estaba cantando. Luego se acercó a mi y tomó un pedazo de pastel.

-¡No, Robert! ¡detente! - Advertía mi madre.
-Ah, es mi tradición. - Respondió. Él pedazo de pastel llegó a mi cara. Empecé a llorar, y mi padre solo se reía. Mientras veía esa parte del vídeo, empecé a reír, mientras mi ojos se llenaban de lágrimas.

Él vídeo se cortó. Se termino.

Coloqué él otro CD. En ese se veía un parque, mi padre me estaba columpiando, ya me veía mas grande, como si tuviera un año o algo así.

-Cuidado con Ryan, Robert. - Le advirtió mi madre desde él otro lado de la cámara.
-Es un niño fuerte, no se caerá. - Respondió.
-Ma... - Murmuré.
-¡Ven Aquí! Dirá su primera palabra. - Dijo mi padre.
La cámara se movió y me grabó.
-Ma... Ma. - Murmuré.
-Aw, dijo mamá. - Dijo mi madre, muy feliz.
-¡Ingrato! ¡Yo te cambio los pañales y dices mamá! Di Pa, pá. - Dijo mi padre.
-Pa... Pa. - Murmuré.
-Oh, si ves, también dijo papá, ¿Lo ves? - La cámara se cortó.

Él televisor se puso negro. Empecé a llorar como niño pequeño que necesita que le cambien los pañales. Me puse demasiado nostálgico, quería un abrazo o un te quiero por parte de él. Es jodida mente duro ver esas imágenes, es la primera vez que veo su rostro.

De la nada, apareció un sonido, como si fuera un sonajero. Veía personas en mi cuarto, a mi madre, cargaba un bebé.

-Duerme, hijo mio. - Dijo mi madre, meciendo él bebé. Seguía sonando él sonajero, pero después sonó una canción de cuna.

¿Estaré teniendo una crisis psiquiátrica, o es una linda visión?

Schizophrenia [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora