CAPÍTULO XXXV

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Me duele saber que sigo haciendo daño, se supone que sería mejor persona, no entiendo que me pasa, pero... He empezado a sentirme mal de salud, he desmejorado, pero, no dejaré lo que empecé, ya no soy capaz de controlar mis ganas, me el vuelto un adicto. La droga es lo único que me mantiene feliz, no creo que vuelva a ser capaz de estar sobrio... Ha llegado la recta final.

Después de hablar con mi madre, me fui caminando a la salida, ella me alcanzó.

-Ay vamos, Ryan. Dejemos de pelear.
-No estoy peleando mamá, solo quería que conocieras aunque sea la tumba de la persona que amo.
-¿Amas?
-Obvio... Mi amor no morirá nunca.
-Ryan, se que éstas enamorado, pero... No dejes que la depresión te consuma.
-Ma, la droga ya no me soltará.

Me subí al carro, esta vez en la parte de atrás. Mi madre no me hablaba ni yo a ella. Cuando llegamos a la casa volvió a encerrarme.

Me encerré en mi cuarto, coloqué seguro y puse música, un volumen moderado.

Abrí la ventana y empecé a fumar marihuana en la ventana para no atraer a mi madre con el olor. Cuando terminé, aspiré cinco líneas de cocaína y me acosté. Drogarme a escondidas es mejor, así no me molestan.

En la noche, ya la droga había pasado, bueno, en su mayoría. Bajé a cenar, porque no había desayunado ni nada. Tenía mucha, pero mucha hambre, eso es lo que pasa con la marihuana.

Como todos estaban cenando también, me tocó sentarme con ellos. Me miraban extraño, como si estuviera loco, bueno, si lo estoy pero e miraban así. Repertí tres veces la cena, en realidad tenía mucha hambre.

Cuando terminé, me fui a la alberca. Eran como las siete de la noche, a esa hora me metí a las piscinas. Me relajé un poco, el estrés disminuyó, entonces... Me sentí mejor como para dormir por primera vez tranquilo. Me empijame y me quedé dormido.

Han pasado varías noches en las que no podía dormir por sueño, solo por agotamiento, por eso me sentí mejor esta noche.

Desperté, aún seguía sintiendo hambre... Me tocó bajar y desayunar, Desayuné todo lo que pude, nunca había comido tanto. Me arreglé y me senté en la pc, saqué la foto de Danielle y la publiqué, lo hice con un mensaje muy lindo, dando a entender que solo ella es el amor de mi vida.

También saqué el collar y me lo puse, la llave siempre la guardé en mi bolsillo, me sentía normal, no estaba triste, es mas, hasta un poco feliz me sentía. Mi cuerpo empezó a pedirme droga, me desesperé, solo quería consumir cocaína o marihuana, mi cuerpo lo necesitaba. Entonces saqué otra bolsa con cocaína y toda me la aspiré, fumé toda la marihuana que tenía y aún drogado, mi cuerpo pedía mas.

Drogado y todo, me dio por buscar las llaves de mi carro, esculqué el bolso de mi madre, el cuarto, porque ellos no estaban. Los cajones, hasta que busqué en su billetera, una de tantas, y ¡Bingo! Mis llaves.

Ahora solo era salir de la casa... Mi aspecto ayudaba, me veía muy mal. Bajé a la cocina y pedí que me dejaran salir.

-Señora por favor, me siento mal.
-Pero joven, Digame que tiene y llamo a su madre.
-Déjeme salir, enserio... No puedo morir aquí.

Convencí a la señora, ella me abrió. Me metí al carro y conducí hasta el parque. Ahí estaban todos, entonces me dio por consumir cosas nuevas, ahí fue donde me presentaron a la reina de todas... ¡Bendita heroína! Con un solo pase te vuelves crazy.

Me la pasé genial esa tarde, del parque, nos fuimos a una discoteca, una lujosa, ya que todos teníamos dinero, menos Samuel, pero... Amigo es amigo, le gasté. Una de las mejores rumbas en mi vida, mujeres, alcohol y drogas, ¿Qué mas puedes pedir?

Llegó la madrugada, mi celular tenía mas de 67 llamadas pérdidas de mi madre. Decidí no volver a mi casa, saqué el suficiente dinero para mantenerme yo solo, además, tengo una casa en otro barrio y es mía, así que ahí podré vivir.

En la mañana, salí a un restaurante a comer, el hambre era mucha, así que gasté en comida, eso fue lo que hice, después manejé hasta el apartamento y me establecí. Todo era tan bonito, elegante, muy bonito. Me acosté en la cama y dormí un rato.

Desperté en la tarde, me quité la camisa y solo quedé en pantaloneta. Mi físico a mejorado, hacer barras me ha marcado. Bueno... Creo que llegó la hora de ser hombre. Cené y maneje hasta <<Tattoo Shop>> ahí me haría mi primer tatuaje.

-Bueno, ¿Qué se quiere hacer? - Preguntó el estilista, así le dicen.
-Quiero tatuarme el nombre de Danielle, quiero un montaje hermoso, como era ella.
-¿Tiene algo qué me de idea de ella?
-Si. - Saqué mi billetera y le pasé la foto. - Es ella.
-Wow, en realidad es hermosa... Creo que ya tengo el montaje. ¿Algo mas?
-También quiero tatuarme su rostro, no, mejor dicho, tatuarme esa foto,
-Pero... No podemos hacerte dos tatuajes, es en contra de la salud.
-Pagaré todo lo que sea necesario y por mi salud no se preocupe, no me importa si algo me pasa, solo quiero morir con ella tatuada.
-Pero señor...
-Nada, hagalo.

El señor me mostró el montaje, me gusto. Otro hizo la copia de la foto y también me gustó. El nombre de ella me lo puse en el antebrazo derecho y el retrato en el brazo izquierdo. Fueron mas de ocho horas a punta de aguja, pero quede feliz con lo que me hice.

Volví a mi apartamento, apagué todo y me puse a meter heroína y cocaína, era silencioso, no podía fumar porque el cigarrillo me delataba, en este edificio no dejan fumar.

En plena droga, no sabía muy bien lo que hacía... Tengo pocos recuerdos de lo que pasó, solo se que desperté en un anden de los parques de Engly Paradise. Mi carro se que está en el parqueadero del edificio porque no tengo las llaves.

Me paré del anden, aproveche para ir a la casa y sacar mi ropa y plata para irme de ahí, mientras caminaba ví que el carro de Christian paró, me llevó hasta la casa y allí se armo todo.

Schizophrenia [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora