Schizophrenia [Español]

CAPÍTULO XXXVII

La amiga de mi mamá se veía súper sorprendida, no sé si tomarlo como un cumplido o una ofensa, me imagino que quede bien, por eso fue que lo hice.

-Ryan, ahora si es verdad... Te he perdido.
-Ehm, siento que debo irme, hablamos después, amiga. - Dijo su amiga, despidiéndose, salió de la casa.
-No sé que haré contigo. Ya no tienes arreglo.
-Tú lo haz dicho, vengo a saludarte, no me gusta pelear contigo.
-Ryan, ¿Cómo quieres qué no me enoje si veo que mi hijo se esta perdiendo, bueno, se perdió del buen camino?
-Pensé que si venía me ibas a abrazar o yo que se.
-Ryan, ¿Más tatuajes? ¿Por qué?
-Ma, tranquila, ya soy mayor de edad, no veo el problema.
-¿Creés qué porqué eres mayor de edad puedes hacer todo lo que quieres?
-Eso se supone.

Bajó Christian y me quedó mirando muy sorprendido.

-Oh por Dios, ¿Ryan?
-Hola, ¡Christian!
-¿Estás drogado o algo así? ¿Qué té hiciste?
-Nuevo look, ¿Qué tal?
-Bueno, no te ves mal... Pero, ¿Por qué?
-Solo quería cambiar.

Mi madre seguía confundida, el ambiente se había puesto raro. Subí a mi habitación y saqué un sacó y un gorro, había empezado a hacer frío, estamos entrando a temporada de invierno y empieza a nevar.

Después de abrigarme y comer algo en la casa de mi madre, me fui de nuevo al apartamento. Me acosté a dormir. Desperté de nuevo a las tres de la tarde, almorzé y fui al gimnasio, me volveré mas atlético, mejor dicho, me volveré un "Galán" para verme aún mejor.

Terminando de entrenar volví a mi apartamento pero solo para cambiarme porque de nuevo iría a la discoteca.

Cuando llegué estaban todos reunidos en una mesa.

-¿Ryan? ¿Mi bro? ¿Eres tú?
-Obvio, solo cambié un poco, Samuel.
-Bueno, bueno... Que comience la party.

Cocaína, heroína... La fiesta de la diversión, todos estaban prácticamente trabados pero yo todavía era consiente.

-Hola, guapo. - Se acercó a mi, una chica. Era bajita, de cabello oscuro y una mirada muy misteriosa. Era trabajadora de esta discoteca, era bailarina.
-Hola.
-¿Puedo sentarme?
-Está bien.
-Bueno... ¿Y qué quieres hacer?
-Dormir, y bueno... Tengo hambre, así que me iré.
-Oye, espera... ¿Quieres pasar una buena noche?
-¿A qué te refieres? - La chica se paró y me modeló.
-¿Eh? ¿Acaso me ves ganas?
-¿Qué?
-Nena, eres mas fácil que la tabla de uno. Lo siento, pero no me gustan las fáciles, mejor me voy.

Me paré y iba saliendo del lugar, pero escuché:

-Me la pagaras, ¡Lo harás!
Solo ignoré y seguí mi camino. Me subí en el carro, borracho pero nadie me pilla. Llegué al apartamento y me acosté a dormir.

En la mañana siguiente, todo transcurría normal, pero... Fui a la casa de mi madre, solo quería pasar a saludarla, mi aspecto era bueno, no se me notaba que había tomado y además no me había drogado para ir. Llegué y la saludé, le llevé un regalo y ella me atendió bien.

-Cariño, ¿Entraras a rehabilitación?
-No, mamá. Primero porque no quiero dejase sola la tumba de Danielle y ni a ti.
-Cariño, yo iré por ti todos los días, le llevaré flores y le hablaré.
-Eso me gusta. Mamá... Si me llegará a pasar algo, ¿tú lo harías por ella?
-Claro que si, pero deja de hablar bobadas, no te pasara nada, Ryan.
-Gracias, mamá.
-Ryan... ¿No pensarías mejor en entrar a la universidad?
-La universidad... Pues, no me acordaba, no sé qué estudiar.
-Medicina, licenciatura en idiomas, derecho, comunicación social... Hay tantas cosas.
-No lo había pensado... Voy a pensarlo, pero bueno, creo que ya me voy, iré al cementerio
-Bueno, hijo. Cuidate.

Salí de la casa y manejé hasta el cementerio. Visité como es normal, a Danielle, a pesar del invierno, el día era lindo, empezaba a caer la fina fina nieve del cielo, colocaba sus flores blancas para que combinaran con la nieve. Siempre que le coloco rosas me la imagino vestida de blanco y cargando una rosa blanca, mientras su cabellera pelirroja se de la llevar por el viento, no tiene tatuajes, solo una piel encantadora.

Ah, el amor es loco aveces, pero bueno siempre.

Después de salir del cementerio fui a al apartamento. Me cambié la ropa porque tenía frío, no había calefacción, ni chimenea. Lo único que hice fue fumar. Mi nariz se había puesto roja, y me empecé a sentir mal.

Por primera vez sentí la necesidad de tener a alguien a mi lado. Por primera vez noté lo solo que estaba, nadie me cuidaba. Hoy que estoy enfermo, nadie está conmigo. Empecé a sentir fiebre, escalofrío.... Tosía y me dolía la espalda, como los pulmones. Tomé la pastilla tranquilizante y una medicina para la fiebre y me acosté a dormir.

Es la primera vez que me quedo durmiendo temprano en mi casa. Me sentía tan tranquilo, que pude dormir profundamente.

...

Sentada en un columpio la ví. Vestía un vestido rosado pastel, Danielle estaba frente a mi. Su cabello estaba recogido con flores, podía sentir su perfume cerca, sus ojos verdes eran notables y su cara tan delicada.

-¿Danielle? ¿Mi amor?
-Ryan... Ven a mi, Sientate a mi lado. - Un columpio apareció.
-Aprovechemos este pequeño comento concedido. Me alegra que estés dormido temprano, no me gusta verte borracho.
-¿Puedes verme cuando estoy así?
-Yo té dije que siempre estaría contigo, creeme que es verdad.
-Mi amor, te extraño.
-Pronto estaremos juntos... Sólo esperame.
-Yo no quiero ser así... ¿En qué me he convertido?
-A mi tampoco me gusta lo que eres ahora... Ryan, hazlo por mi. No te drogues mas.
-Danni, es difícil... Tu presencia es la única que me calma. Lo único que me ayuda a calmar mi tristeza es eso.
-Amor, hazlo por mi. ¡Intentalo! Tú eres fuerte.
-Lo haré, lo haré... Té lo prometo.

Danielle se paró del columpio y se acercó a mi.

-Té escuché en mi tumba decir que no nos hemos dado el primer beso, y es verdad.
-No me importa con tal de tenerte todas las noches aquí.
-Es hora de que despiertes.
-No, no... Espera.
Danielle me dio un beso, me miró y la ví con lágrimas en los ojos sonriendo.

...

Desperté. En mi mano estaba la foto de Danielle y podía sentir su olor... Me han dicho que cuando pasan esas cosas es porque el alma está presente. La mayoría de personas se asustan, pero yo me puse feliz.

Me paré de la cama y abrí la ventana, ya era de día, pero ya que lo prometí, voy a dejar de consumir drogas y beber alcohol.