A medida que se iba despertando, Ginger escuchó un rugido furioso, procedente de algún distante lugar por encima de la enfermería.
- ¿Que ha sido eso? - dijo alarmada Madame Pomfrey.
Oyeron voces de enfado, cada vez más fuertes. Madame Pomfrey no perdía de vista la puerta. Ginger intentó oír lo que se decía.
- Debe haber desaparecido, Severus. Tendríamos que haber dejado a alguien con él en el despacho.
- ¡No ha desaparecido! - bramó Snape - ¡Potter tiene algo que ver con esto!
- Se razonable, Severus. Harry está encerrado en la enfermería.
¡PLAM!
La puerta se abrió de golpe. Fudge, Snape y Dumbledore entraron en la sala con paso enérgico. Solo Dumbledore parecía tranquilo, incluso contento. Ginger fijo la vista en ellos. Harry a su lado hacía lo mismo. Fudge estaba enfadado, pero Snape estaba totalmente descontrolado.
-¡Confiesa, Potter! - vociferó - ¿¡Que has hecho!?
- ¡Profesor Snape! - chilló Madame Pomfrey - ¡Contrólese!
- Por favor, Snape, sé razonable, la puerta estaba cerrada con llave. Acabamos de comprobarlo.
- ¡Le ayudaron a escapar! ¡Lo sé! - bramó Snape señalando a Harry y a Hermione.
Dumbledore y Fudge se llevaron a Snape de allí. Y por fin, Ginger pudo descansar un poco.
Al día siguiente Ginger fue junto con Harry al despacho del profesor Lupin. Remus se dio la vuelta y los vio. Luego señalo un pergamino.
- Os he visto venir - dijo Lupin sonriendo.
- ¿Se marcha? - preguntó Ginger y Lupin asintió con la cabeza.
Lupin fue hacia la puerta y la cerró.
- Mañana a esta hora empezarán a llegar lechuzas enviadas por los padres. No consentirán que un hombre lobo enseñe a sus hijos. Y después de lo de la última noche, creo que tienen razón. Os pude haber mordido. No puede repetirse.
- ¡Es usted el mejor profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras que hemos tenido nunca! - exclamó Ginger.
- ¡No se vaya! - le siguió Harry.
Lupin negó con la cabeza, pero no dijo nada. Se despidió de los chicos y abandonó el castillo. Los dos hermanos lo vieron marchar, abrazados.
Al día siguiente.
- ¡Harry, mira! - exclamó Ginger - ¡Es una carta de Sirius!
Queridos Harry y Ginger:
Harry, espero que recibas esta carta antes de llegar a casa de tus tíos. No sé si ellos están habituados al correo por lechuza. Buckbeak y yo estamos escondidos. No te diré donde por si ésta carta cae en malas manos. Tengo dudas acerca la fiabilidad de la lechuza, pero es la mejor que pude hallar, y parecía deseosa de acometer esta misión. Creo que los dementores siguen buscándome, pero no podrán encontrarme. Crookshanks llevó el envió a la oficina de correos. Utilicé tu nombre, pero les dije cogieran el oro de la cámara de Gringotts número 711, la mía.
También quería disculparme por el susto que creo que te di aquella noche del año pasado cuando abandonaste la casa de tu tío. Solo quería verte antes de comenzar mi viaje hacia el norte, pero creo que te alarmaste al verme. Si alguna vez, tu o Ginger me necesitáis, usad a Hedwig, me encontrará.
P.D: Yo, Sirius Black, padrino de Harry Potter, autorizo a mi ahijado a visitar Hogsmeade los fines de semana.
Harry y Ginger leyeron una y otra vez la carta de Sirius durante todo el trayecto hasta la estación de King's Cross. Harry todavía la apretaba con la mano, cuando él, Ginger, Ron y Hermione atravesaron la barrera del andén. Harry localizó enseguida a tío Vernon. Recordó que era la primera vez Ginger vería a sus tíos. Tío Vernon estaba de pie, a buena distancia de los padres de Ron, mirándolos con recelo. Y cuando la señora Weasley abrazó a Harry, confirmó sus peores suposiciones sobre ellos.
Ginger sintió la mirada de su tía Petunia sobre ella. Era la primera vez que la veía. La señora Durlsey estaba con la boca abierta y los ojos desorbitados cuando vio al clon de su hermana. Petunia sabía que Lily había tenido mellizos. Pero solo había conocido a Harry. Hasta ese día.
Ginger ignoró a su tía biológica y se despidió de Harry para ir con los Weasley, su familia.
- ¡Te llamaré por los Mundiales! - gritó Ron a Harry, al despedirse.
Luego Harry se volvió hacia a tío Vernon. Su tío lo saludo de manera habitual y abandonaron la estación. Otro año en Hogwarts había finalizado. El siguiente sería aún mejor.
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ginger | ˢ. ᵇˡᵃᶜᵏ
Fanfiction| "oh, pero cuán prohibido era el sentimiento" Idea original de @AnaBL2013