ginger | ˢ. ᵇˡᵃᶜᵏ

19

1 de Septiembre, 1976
Estación de King's Cross.

Sirius agarraba a Ginger de la mano en medio de la multitud. James iba a su lado con un puchero y el ceño fruncido. Remus alzó una mano a lo lejos y los tres fueron hasta él.

- ¿Y Peter? - preguntó James.
- No lo he visto - respondió Remus.

Sirius pasó su brazo por el hombro de Ginger, pegándola más a su cuerpo. Caminaron por la estación hasta subir al tren. Ginger notaba sobre ellas las miradas celosas e incrédulas de las chicas. Ella sabía a que se debía. James le había contado - en un intento de alejarla de Sirius - que él no duraba más de dos días con la misma chica. Y le encanto saber que ella era especial.
Minutos después James, Ginger, Sirius y Remus estaban en el tren buscando un compartimento.

- ¡Apartate, asquerosa Sangre Sucia! - se oyó una voz y los cuatro chicos giraron la cabeza.

A unos pocos pasos de ellos había una chica tirada en el suelo recogiendo unos libros. El chico de la voz les dio una patada y la levantó bruscamente por el brazo.

- ¿Te atreves a ignorarme, sangre sucia?
- ¡Eh, tú! - exclamó Ginger.

James, Sirius y Remus miraron a su lado, pero la pelirroja ya se encontraba a varios pasos de ellos.
El aludido se giró hasta Ginger con el ceño fruncido. Pero ella no tuvo miedo.

- ¿Algún problema, Potter? - se dirigió el chico hacía ella de forma despectiva.
- Si, tú eres mi problema - contestó ella - ¿Eres tan poco hombre que te metes con una mujer para sentirte superior?

El aludido levantó una mano, furioso, dispuesto a impactarla contra la cara de la pelirroja. Sirius y James corrieron hacía ellos, dispuestos a partirle la cara. Ginger fue más rápida, agarró los hombros del chico.
James y Sirius se detuvieron. Ella levantó la rodilla. El chico la miró confundido. Segundos después, estaba en el piso agarrándose con fuerza la entrepierna, quejándose de dolor.
Los demás alumnos se habían asomado por el compartimento al oír la discusión y, ahora, estaban riendo a carcajadas.

Ginger le tendió la mano a la chica, la ayudó a levantarse y la llevó con ella y los chicos a su compartimento.

- ¿Estás bien? - ella asintió tímidamente con la cabeza - Soy Ginger Potter.
- Encantada, soy Paige - le dijo la chica de cabello oscuro, liso y largo hasta el fin de la espalda y ojos chocolate - Paige Mackenzie. Soy hija de muggles así que...ya estoy acostumbrada.
- Ni hablar - refutó Ginger - Tienes tanto derecho a la magia como todos aquí. No les hagas caso.
- Pero tu eres sangre pura y la hermana de James Potter - dijo Paige sorprendida - ¿Estarás bien? Te tratarán peor que a mí por haber defendido a una...sangre sucia.
- Me importa un comino - respondió ella sonriendo - Y no te llames así.

Paige miró a Ginger sorprendida y enseguida sonrió. La chica dirigió su mirada hacía James, Sirius y Remus y bajó la cabeza sonrojada. A Ginger le extrañó ese gesto y miró a Remus. El chico miraba a Paige nostálgico.

- Bueno, supongo que ya los conocerás pero aún así...- comenzó a decir la pelirroja - Te presento a James, mi hermano. A Sirius, mi novio y...a Remus. El otro no sabemos donde esta.
- ¿Pettigrew? - dijo la chica y Ginger asintió disimuladamente asqueada ante la mención de la rata - Me pareció verlo en los vagones de Slytherin.

James, Sirius y Remus alzaron la cabeza ante el comentario de Paige. Se miraron entres los tres. Acto seguido, James y Remus salían por la puerta a buscar a su amigo.

25 de Junio, 1996
Nº12, Grimmauld Place.

Dumbledore estaba al lado de Harry, junto a la cama de Sirius, quien no despertaba aún.