Capitulo 43: Los padres II

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Narrador Universal:

- ¿Brutacio? Heder no está, pero creo que no debe tardar, pasa -dijo Margo, la mamá de Heder.

- Gracias, pero en realidad, es con usted y con su marido con quienes quiero hablar - una mueca de confusión se formó en la cara de su suegra, quién lo invitó a sentarse mientras ella llamaba a su marido, minutos después bajaron ambos la escalera.

- Hola Brutacio, mi esposa dijo que querías hablarnos, ¿está todo bien? - el chico trago en seco y dio un suspiro .

- Bueno, depende de por cual lado miren las cosas -ambos padres se miraron y luego de vuelta a él, asintieron dudosos para que pueda proseguir - pues verán, como saben, su hija y yo somos novios, y pues nos amamos, y bueno... -

- Podrías acortarlo, nos estas preocupando -dijo su suegro, él asintió y suspiro más una vez.

- Quiero su permiso para casarme con Heder - lo dijo con una seguridad que ni él sabía de donde la sacó, los padres de su novia se quedaron con los ojos como platos y la boca semi abierta.

- ¿No crees que aún es muy temprano? - Louis fue el primero en hablar - digo, sólo tienen 18 años, sé que se aman, ¿pero no es algo demasiado extremo? - no quería tener que decirle, pero suponiendo que no había otro argumento, se armó de valor y los miró a los ojos.

- Heder está.... - se tranco a media frase, pero bajo la mirada expectante de sus suegros, no tuvo más remedio que seguir lo que ya había comenzado .

- Está.... - dijo la señora Margo aumentando aún más su nerviosismo, el chico recordó lo que venía a hacer y respiro hondo para poder hablar al fin.

- Debo decir que es incómodo de cierta forma estar aquí y decir lo que voy a decir, pero dadas las circunstancias no me puedo echar para atrás, ya no más - dijo susurrando, la madre de su novia lo miró un momento y tras susurrar algo en el oído de su esposo, este se retiró del local y la señora fue a hablar con el chico quién miraba confundido -

- Brutacio querido, siéntate un momento - dijo señalando una silla, él asintió aún sin entender y se sentó seguido de Margo - sé lo que quieres decir y porque te quieres casar con mi hija, la amas, es verdad, pero también lo haces por responsabilidad ¿no es así? - el chico abrió los ojos como platos y dejó de respirar un momento.

- C-cómo lo.... -dijo apenas respiro.

- No soy tonta, ya pasé por eso, aunque ella no me diga la escuche vomitar y está comiendo más de lo que siempre comió, es un poco obvio - dijo lo último con una sonrisa - es cierto que esperábamos que sea sólo en algunos años pero tuvo que ser así, sí, te puedes casar con ella...

- Te damos nuestra autorización - dijo el señor de la casa volviendo a donde estaban.

- U-usted t-también lo s-sabe - tartamudeo el chico, estaba pálido y una gota de sudor rodó por su sien.

- Mi esposa y yo no tenemos secretos, por eso estamos hace tantos años casados, además esperábamos que vinieras, asi que está linda señora aquí presente -dijo apuntando a su esposa - se encargo de sacarme las ganas de matarte - el chico trago en seco nuevamente, el padre de Heder era muy celoso por su hija - luego de eso hablamos un tiempo y decidimos que lo mejor realmente es que se casen, antes que se empiece a notar - asintió con una pequeña sonrisa -

- ¿Puedo hacerle el pedido aquí? - preguntó tímido - tengo preparadas unas cuantas flores y el anillo -dijo mientras les enseñaba una pequeña caja que contenía un anillo sencillo pero muy bonito - mi madre me lo dio desde que empecé a salir con Heder, fue su anillo de noviazgo.

Amor Vikingo (Hiccstrid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora