Capítulo 22 - ¿Somos Amigos?...

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Empiezo a despertar lentamente y me estiro para relajar el cuerpo, al voltearme un poco noto a Amy, quien aún sigue durmiendo de espaldas hacia mí. ¿Entonces no fue un sueño?... Decido no hacer mucho movimiento y me quedo observando como duerme profundamente. Es tan tierna, todavía no puedo creer que esté ahí... Creo que he caído en el amor con ella. Lentamente levanto mi mano para acariciar un poco su cabeza. Su cabello está suave y largo, sin vista de estar despeinado, no importa cuán alborotado esté, se ve hermoso de todas maneras.

Le termino de acariciar para no despertarla y de repente mueve su mano buscando la mía para ponerla en su cabeza nuevamente mientras se me sale una risa por lo bajo.

-¿Estás despierta?

-Si...-Susurra con lividez y luego levanta la cabeza mirando de un lado a otro.-Espera... ¡¿Por qué estás durmiendo conmigo?!.-Exclama sorprendida.-¿Dónde estoy?.-Grita desesperada, sentándose en la cama mientras se cubre la mitad del cuerpo con la sábana.-¡James! Te aprovechaste de mi anoche.-Murmura alejándose de mi algo tensa y sorprendida.

-¿Qué?.-Digo desconcertado. Acaso no recuerda nada de lo que pasó anoche.-Claro que no Amy, nunca haría eso.

-James, mamá debe estar preocupada de que no llegué a dormir anoche.-Expresa cubriéndose el rostro con ambas manos como si estuviera avergonzada.

-Tranquila... Tomé tu celular y le envié un mensaje de tu parte diciendo que te quedarías a dormir donde Alex.-Le explico para calmarla y ella se recoge el cabello en forma de ¨No puedo creer esto¨.

-James, esto se salió de control... Necesito pensar.-Dice parándose de la cama mientras se pone sus zapatillas.-Voy a estar en la sala...-Murmura saliendo del cuarto mientras me encojo de hombros y levemente asiento con la cabeza. No me gustó verla así... Desesperada y perdida. Eso no es lo que quiero.

Me levanto y paso al vestidor por una camisa, escojo una blanca, me la dejo desabotonada y salgo para la sala. Al pasar el corredor noto a Amy parada delante del desayunador y me quedo observándola un momento. Parece pensativa mientras observa su celular, supongo que está chequeando el mensaje que le mandé a su madre.

-¿Estás bien?.-Le pregunto casi susurrándole al oído en lo que la abrazo con sutileza por detrás.

-Me siento avergonzada.-Murmura cubriéndose el rostro con ambas manos.

-Pues no lo estés... No quiero que te sientas así pequeña.-Le expreso abrazándola un poco más fuerte de la cintura y después ella se voltea a verme.

-James... Lo nuestro no puede ser...

-¿Por qué no Amy?.-Le pregunto mirándola a los ojos.-Hace un tiempo, después de una pequeña desilusión me prometí no enamorarme de verdad hasta encontrar a la chica indicada.

-¿Y qué te hace pensar que yo lo soy?

-Lo eres... Porque lo siento... Porque has despertado en mi un sentimiento especial, tú me haces sentir de una manera que ninguna chica me ha hecho sentir.-Le expreso sin quitarle la mirada de los ojos.

-Basta James...-Dice bajando la mirada.-Eso no es verdad... Nadie se fijaría en mí y menos un chico guapo como tu.-Añade mientras tomo sus mejillas con ambas manos.

-Escucha Amy, debo confesar que he caído en el amor contigo... Desde aquel día en que nos topamos en la salida de la cancha de baloncesto, empecé lentamente a sentir en lo más profundo de mi corazón algo por ti... Me he enamorado de tu personalidad... Me gusta cómo eres pequeña...-Le expreso mientras noto como sus mejillas obtienen un ligero tono rojizo.

No Quiero Un Amor De LejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora