— ¡Ay por favor, Eva! — dije mientras dejaba el montón de bolsas en el piso de la heladería—. Eres una exagerada.
—No no. Llevamos toda la mañana comprando como locas y aun no te cansas. Yo siento que me dará un infarto. Además tengo mareo. —dijo y llamo a la chica que atendía. Ella se acercó y pedimos helado.
—No se de que te quejas si tu fuiste la de la idea. — la miré mal—. Menos mal no invité a Kate porque seguro anduviera igual que tu. Joder. — susurré.
—Ya cállate. — me dijo, luego tapó su cara con sus manos.
La miré detenidamente y estaba un poco pálida.
—¿Te pasa algo?
—Estoy un poco mareada, ya te dije. —confesó y yo comencé a pensar de que ella tenia razón, soy una exageración psicópata para comprar.
—¿Y eso?.
—Tengo hambre. — se encogió de hombros.
—Que raro porque comiste bien esta mañana. — La chica que atendía nos entrego nuestros respectivos helados. Y Eva casi que se come el plato.
Mientras yo solo la miraba, ella pidió otro y yo apenas iba metiendo la cucharilla en mi boca.
—No estarás embarazada. ¿Verdad?—Solté de repente.
Ella negó rápidamente y con las manos hizo un gesto de "stop".—Imposible. — comenzó a reír—.Yo me cuido con pastillas y Alejandro usa condón.
Yo abrí los ojos. ¿hablaba en serio? Eso es ser un poco exagerado con el tema.
—Ya se que parece exagerado.— me apuntó con su cucharilla. — Pero es mejor estar precavida.
(...)
Luego de eso, Eva me dijo que se sentía cansada y me pidió el favor de llevarla a su casa. Yo lo hice y como último favor me pidió que llamara a Alejandro. Yo lo hice, espere a que llegara y me fui.
Cuando iba en carretera mamá me llamó. Lo puse en altavoz y hablé : —¡Mami!
—Mi amor. ¿Como estás?
—Bien. Hoy estuve comprando cosas con una amiga y ya voy para mi casa.
—Que bien.. Hija quería preguntarte algo.
Se escuchaba muy dudosa lo cual es muy raro en ella.
—Dime.
—Quería saber si vas a venir esta navidad a la finca o la pasarás con tus amigos allá en Madrid.
Yo negué con la cabeza así ella no me estuviese viendo.—No mamá, yo iré a casa y la pasaré con ustedes. —ella suspiró. —¿Kevin irá? —pregunté.
—Si si. Vendrá con su novia.
—¿Novia?
—Si. Ha quedado en hacer una cena para presentarnosla.
Vaya, entonces si es importante porque si hace una cena y toda la cosa solo para eso es bueno.
—Que bien. — Dije.
—Si será aquí en la casa y estas invitada obviamente. — soltó una risita.
—Bueno ma. Te dejo, ya voy llegando a casa.—Dije, sabiendo que me iba a regañar.
—¿COMO ES POSIBLE DE QUE VAYAS MANEJANDO_______? ¿QUIERES QUE NOS LLAMEN DICIENDO QUE TUVISTE UN ACCIDENTE? O AUN PEOR. ¿QUE MORISTE? -—mi madre comento a gritar como loca.
Adiós mami tierna, hola mami regañona.
—Mamá ya no me grites. Soy mayor y puedo hacer lo que yo quiera hasta morir en un accidente. —jugué un poco.
—A MI NO ME HABLES ASI MUCHACHITA YO SOY TU MADRE.
—Mamá ya. En serio, adiós.
—Tu me cuelgas y... —colgué.
Fije mi vista al camino y ya casi faltaba poco para llegar a mi departamento. Mi teléfono volvió a sonar, esa era mi mamá seguro. Le contesté y dije : —Mamá ya no sigas regañandome — Dije rápidamente antes de que hablará ella. O mejor dicho, gritara.
—Pero no soy tu madre. ¿Como hacemos? -—mi estómago se estrujó al darme cuenta de quien era, Ruben. Se estaba riendo. Si seré muy bruta.
—Ruben, lo siento pensé que era mi mamá. — Dije tímidamente.
—¿Y se puede saber por qué te regañaba?
—Por hablar por el móvil mientras conduzco. — hablé un poco fuerte. No sé porqué.
—Bueno pero eso está mal..
—Ah no. Tu no me regañes también.
—Bueno bueno. Solo llamaba para saber como estabas..
—Estoy bien. ¿Y tú?— respondí sin importancia y giré a la izquierda.
—Bien.. Oye también quería preguntarte algo.
Hoy era el día de las preguntas por llamada.
—Adelante, pregúntame.
—¿Quieres salir hoy a cenar conmigo?
Y el aire se me fue del cuerpo, sin mentiras. Sentía el palpitar desbocado de mi corazón en mis orejas.
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Juntos »Rubius.
FanfictionAunque a veces quiera huir lejos de ti, a tu lado siempre estaré.