Capítulo 2.

242 32 7
                                    

Luego de un rato de camino Mangel me invitó a un bar a tomar algo para festejar lo de hoy. Me dijo que invitaría a unos amigos y la pasaríamos bien. Yo aún lo estaba pensando pues estaba un poco (mucho) cansada.

—Entonces... ¿que dices, ______? — Preguntó abriendo la puerta del carro, ya estábamos al frente de su apartamento.

Lo dudé un poco... Pero a la mierda el cansancio ¡Hay que festejar esto!

—Claro que si, Mangel —El sonrió. — ¿A que hora?

Mangel miró su reloj y yo el de mi teléfono. Eran las 6:30pm.

—¿Te parece a las.. — Dudo un poco—.   ¿Nueve? - Me miró.

Rayos, este tipo tiene una mirada tan penetrante. Ojos negros como azabache, raro pero lindo.

—Me parece perfecto — Mire el volante.

¿Tenía que pasar por él? Digo, yo tengo auto y él no. No me molestaría.

—Mangel, ¿tengo que pasar por ti o como? — Pregunte de golpe. Hasta yo me sorprendí de lo rápido que lo dije.

—Eh.. No. No hace falta. Me iré con otro amigo. Pero gracias -—Sonrió a medias — . Luego te paso la dirección por WhatsApp. ¿Bien? — sonrió y bajo completamente del auto.

Yo asentí y le dije "Adiós" con una mano. Arranque y me fui directo a mi departamento.
Quedaba a más o menos treinta minutos, aunque sin tránsito son como quince.

(...)

Me encontraba en una decisión muy difícil , ¿falda, vestido, pantalón o short?

Llevaba como diez minutos en este dilema.
Decidí bañarme y luego seguir.
Ya Mangel me había mandado la dirección, quedaba un poco lejos de donde vivo... Aunque realmente todo, absolutamente todo queda lejos de aquí.

Cuando compre el departamento solo me fije en la hermosa vista que tenía, en el espacio y el lugar. No puedo negar que el lugar era seguro, que el departamento era grande y todo pero, nunca pensé en lo mucho que gastaría en gasolina, y en lo tarde que llegaría a todo. Pero es muy tarde para lamentos.

Salí de la ducha con una toalla envuelta en mi cabeza y otra en mi cuerpo.
Me sequé rápidamente, me coloque una ropa interior a juego y volví al dilema.

(...)

Kate por favor.. — le susurre al teléfono en mi oreja.

Eres una terca. Te dije que te pongas cualquier cosa. Total, con todo te veras bien —Siempre que tenía este tipos de casos la llamaba a ella o a mamá, pero esta vez le tocó a ella.

Si pero no se que "cualquier cosa" ponerme.

¡BIEN!- Gritó con frustración haciendo que yo alejará el teléfono de mi oreja — Dime que quieres lograr hoy, ¿mujer buena o mujer en busca de sexo?

Una mezcla de las dos. No quiero parecer una cualquiera tampoco. — admití— . Además solo es un bar.

Bien..— Pensó un poco— . ¿Aun tienes el vestido azul marino que te compraste hace meses?

Sip.

Pues ya está. Ponte ese, es sexy pero reservado.

Es perfecto. Ay.. No se que haría sin ti  —Sonreí a aunque no podía verme. — ¡Gracias!

Ella rió amargadamente y dijo; — De nada, tonta. Mañana me cuentas como te fue ¿Vale?

Por supuesto, Kat.

Bien, adiós.

Adi... — No pude terminar porque ella ya había colgado.

—Amargada. —Susurré mirando el teléfono.

Puse a cargar el teléfono y luego fui a mi armario.

Tome el vestido azul y unas sandalias blancas con un poco de tacón. De mi joyero tomé unos zarcillos de plata y una gargantilla un poco gruesa de plata igualmente.

Coloqué crema en todo mi cuerpo para dejarlo humectado. Me puse el vestido y luego la sandalias, los accesorios y listo. Me miré en el espejo y estaba bonita. El vestido resaltaba un poco mi pecho pero no mucho y mis largas <pero bonitas> piernas. Era perfecto, no sé cómo no lo pensé antes.

Fui al baño y me sequé con el secador el cabello ya que estaba un poco mojado.
Quedo mas liso de lo que ya era. Acomodé un poco el flequillo, me maquille un poco nada más y listo.

Estaba linda.

(Foto del atuendo en multimedia)

Tome mi bolso de mano, metí mis tarjetas, un poco de dinero aparte, un labial color rosa y lo que no podía faltar así no lo fuese a utilizar; Condones.

Hay que ser precavidos siempre.
Quien quita que me quede con un chico y en pleno faje diga "No traje Condones", además nadie quiere un hijo no planeado así. Al menos no a mi edad.

Tome mi móvil y vi la hora, eran las 8:50pm.
Si quería llegar temprano tenía que salir justo ahora. Tome las llaves de mi auto y las de mi departamento y caminé hasta el elevador.
Una vez ahí le mande un mensaje a Mangel.

< Voy al bar, Mangel. ¿Ya estas ahí? ☞☜ >

Mande el mensaje y bloquee el teléfono. Me adentré al elevador marqué "PB", o sea planta baja.

Sonó mi teléfono y era un mensaje de Mangel.

<Ya voy en camino. 🙌 >

Yo le mande un "Ok" y fin de la conversación.

(...)

Iba entrando al bar o mejor dicho discoteca porque de bar no tenía mucho. Primera vez que venía a este lugar. Trataba de localizar a Mangel con la mirada, debido a la cantidad de gente bailando y bebiendo se me hizo un poco difícil. Pero si pude, estaba sentado en la barra pidiendo bebidas con otro chico, uno mas alto que él.

Me acerqué a ellos y le toqué el hombro a Mangel.

—Tío... —Y me vió— ¡eh! —sonrió—. ¡____! Al fin llegaste.

Le sonreí y se acercó más el otro chico. Le saludé con la mano y el tambien.

Miré a Mangel en plan "Tío, ¿No nos vas a presentar? ". A los segundos Mangel captó la mirada y miró al chico.

—Rubén, ella es _____ —¿Rubén?.. Oh, el chico de la foto. Lo escaneé con la mira disimuladamente sin dejar escapar ningún detalle

Así que el era Rubén, pues ha estado más guapo que en la foto. Molaba mucho.

—Mucho gusto —Me extendió su mano sonriendo, yo acepté su saludo.

—Igual.—Le dije con una sonrisa.

Me soltó y miró a Mangel;—¿Ella ha sido la que te quitó el queso de los dientes? —Yo solté una carcajada y Mangel frunció el ceño.

Al darme cuenta que Mangel no iba a responder, le dije; —Pues síp. Soy yo .

El hizo una mueca con su boca y se me acercó un poco; —¿Crees que puedas atenderme?

Su perfume era un exquisito aroma varonil. Muy bien Rubén, tienes un punto más a tu favor.

Le sonreí coqueta; —Puede ser.

—¿Mañana ? -Preguntó él.

No sé muy bien que era esto .¿Una cita para ir al dentista o una cita con la dentista?


Juntos »Rubius.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora