Escuchaba a lo lejos los pasos de Eva, ella iba y venía mientras usaba mis zapatos, usó cada uno de ellos. Me hacía sentir incómoda de cierto modo. Por otro lado Alex estaba asaltando mi nevera.
Yo me encontraba en la sala viendo Friends, segundos antes Alex estaba conmigo pero luego fue a buscar comida en la nevera.
Recordé que tenía que buscar el correo hoy, me enviarían unas facturas muy importantes que debía verificar. Así que, caminé hacia el cuarto a buscar unos zapatos para no irme descalza.—¿Me alcanzas los converse?
Le dije a Eva ya que ella estaba metida de cabeza en el closet. Ella asintió y me los acercó.
—¿Sabes? — Me dijo—. Creí que tenias más ropa.
Fruncí el entrecejo confundida mientras ataba las trenzas de mis zapatos.
—Es decir, compras demasiado para lo que tienes. La vez pasada compraste tres pares. ¿Recuerdas?
Yo asentí y le dije:-Lo que sucede es que, hace poco doné algunos a caridad.-me miró atenta-. Lo mismo hago con la ropa que ya no uso, entonces de ese modo ahorro espacio.
Me levante de la cama y caminé hacia la puerta. —Por cierto, ya vengo.
Ella me sonrió y siguió viendo mis tacones, rodé los ojos y seguí mi camino.
Una vez ya abiertas las puertas del ascensor, en mi campo de visión apareció el chico de la vez pasada. Lo salude con la mano y me adentré en el ascensor a paso rápido, el olor a perfume de hombre reinaba en el pequeño lugar. Vestía unos jeans negros ajustados y una camisa del mismo color, su cabello castaño estaba alborotado.
Los segundos pasaban y escuche una pequeña risa. — ¿Por qué siempre que te veo llevas pijama? — Su voz ronca inundó mis tímpanos. Baje la vista y miré mi pijama, la baje más y vi mis converse.
Trate de bajar un poco la incomodidad y reí un poco.
—N-No lo se. — Dije, no soné segura y quise golpearme con un bate por eso.
Él se carcajeó de nuevo y pude sentir como mi nariz quemaba de la pena.
—Es raro..,¿Como estás? — Dijo él una vez había parado de reír.
Dudé unos segundos en qué responder.
—He tenido mejores días. —me sincere con él. Guillermo asintió seriamente sin mirarme —.¿Y tú?
Respiró hondo y empezó a hablar. :— Bien.
Sonaba muy serio, antes de hecho tenía una sonrisa en su rostro.
Que bipolar.
—Mmm. — logre musitar muy suave para no sonar borde.
— Si...
— ¿Que te parece salir un día de estos?— Soltó dependiente. Sus ojos grises con toques azules se clavaron en mi y sonreí, pude jurar que mi nariz ya estaba roja— ¿Que dices?
Ha decir verdad, lo estaba dudando. Yo no lo conocía en lo mas mínimo, solo de vista en la ascensor y esas pequeñas platicas que hemos tenido.
Finalmente no me pude negar, no se veía mala persona.
— Me parece bien.—él esbozó una sonrisa sin mostrar sus dientes.
Ya empezaba a sentir calentarse mi nariz. Yo no me sonrojaba, a mi se me ponía la nariz de una color rosa fuerte, es una de las cosas raras que tengo yo.
Intercambiamos los números para poner de acuerdo el día. En unos segundos más ya me encontraba fuera de ese lugar caminando hacia donde dejan el correo, abrí mi pequeño casillero y saque un par de sobres. Rápidamente me fui a mi departamento. Esta vez, sola.
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Juntos »Rubius.
FanfictionAunque a veces quiera huir lejos de ti, a tu lado siempre estaré.