Tengo que admitir me emocionaba un poco la propuesta de Rubén. Claro que acepté y quedamos en que yo lo iba a buscar a él, primero no quería porque el chico tenía que buscar a la chica no al revés, a la final lo convencí.
Aun faltaban horas para la salida con Rubén pero de igual manera ya me encontraba eligiendo la ropa que debería ponerme, pero exactamente no sabia donde íbamos a ir así que me decidí por un vestido blanco sencillo pero elegante, de casualidad lo había comprado esta mañana con Eva.
(El atuendo en multimedia)
Luego de dejar todo lo que necesitaría en la noche lo dejé en una silla.
Luego llamé a Eva para preguntarle como estaba.
Luego de unos 6 timbrados ella por fin atendió ; — ¿Hola? —se escuchó por el otro lado de la linea.—Hola Eva. ¿Como sigues? —pregunté.
—Estoy mejor, gracias. ¿Y tú?
La verdad no me convencía, se notaba un poco triste pero no quise entrometerme en eso más, alomejor había peleado con Alejandro o yo que sé.
—Bien.—Respondí.
—Ahmm. — Dijo ella.
Decidí decirle lo de Ruben y a ella le emocionó un poco; —¿Y que te vas a poner? —me preguntó.
—¿Recuerdas el vestido blanco ligero que compre esta mañana antes de que te sintieras mal?
—Sip.
—Pues ese usaré. —Sonreí mirándolo en la silla.
—Esta perfecto ese. Espero que les vaya bien, cuídense mucho. -—río un poco—. bueno, _______..mucha suerte hoy, te llamo juego. Gracias por llamar. —finalizó la llamada.
Okay ¿qué?. Ella no era así, estoy casi segura de que le paso algo muy malo.
(....)
Antes de acomodarme fui a llenar el tanque de gasolina a mi camioneta ya que le hacía falta, ahí mismo en la gasolinera compre unos chocolates.
Amo demasiado el chocolate. En serio.
Volví a mi departamento vi la hora y eran las 6:43pm.
Se me había ido la tarde en ver capítulos de The Walking Dead, debo decir también que amo esa serie.(...)
—¿Ya estas lista, preciosa? —Pregunto otra vez Ruben, hace unos 15 minutos también me había llamado.
—Es que no encuentro mi tacón.
Revolví todo el apartamento buscando ese puto tacón de mierda, hace quince minutos que debí haber estado lista y con Rubén.
—Ve debajo de la cama. —Sugirió él.
Yo ya había buscado ahí pero igual busqué nuevamente y no, ahí no estaba. —No está.
—¿Entonces por que no te pones otra cosa?.. Ya quiero verte.
—Pero.. Bueno ya voy para allá. Me pongo otros zapatos y voy.
Colgué y me dirigí a mi armario y busque unas sandalias bajas de pedrería en dorado. Muy bonitas pero no era lo que yo quería utilizar.
Me las puse a velocidad flash y salí corriendo al elevador.
Apreté el botón plata baja, en segundos abrió las puertas dejando ver a un chico, me adentre.
—¿Planta baja? — Pregunto él y yo asentí. Apretó el botón PB.
-Te he visto varias veces por aquí. - Su voz gruesa lleno el pequeño lugar.
Obviamente estaba hablando conmigo.—¿Ah si? — Pregunto normal.
—El lunes te vi, ibas con tu uniforme color rosa.—sonrió. Que sonrisa más linda—. Pero el miércoles también te vi y tenias era una pijama rosa de Pucca. — quede en plan ¿khe?. Que horror esa pijama era horrible.
¿Como es posible de que yo no lo haya visto antes?, la verdad era atractivo como para pasar desapercibido.
—¿Como es que no te haya visto antes? —él se encogió de hombros.
—Hoy te ves linda.
—G-gracias.. ¿como te llamas? —casi llegábamos abajo.
—Guillermo. — sonrió mostrando su dentadura.
—Gracias, Guillermo. — también le sonreí. No le estaba coqueteando y el tampoco a mi, por eso ese momento no fue incómodo.
Una vez que llegamos a planta baja nos despedimos y ya. Fui al estacionamiento y busqué mi carro.
Lo demás ya se habrán de imaginar.
(...)
—Estas preciosa. - Ruben me miró de arriba abajo con una sonrisa.
—Gracias. — le sonreí mostrando mis hoyuelos. —Tu también estas muy guapo. —le moví el brazo izquierdo. El río un poco.
—Lo sé. — dijo con un raro acento y yo rodee los ojos.
—¿A donde vamos? —le pregunte con una sonrisa.
(...)
Ruben iba manejado, yo iba con los ojos vendados. Él me dijo que era sorpresa y que no podía decirme. Me dijo que el manejaba y yo te dije que esta bien.
Y así fue.
No tengo ni puta idea de a donde estamos. Solo se escuchaban nuestras respiraciones porque ninguno de los dos hablábamos.
Él podría secuestrar me ahora fácilmente.
Fue inevitable pensar en 50 sombras de Grey.
Él podría ser mi Grey. Ruben Grey.
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Juntos »Rubius.
FanfictionAunque a veces quiera huir lejos de ti, a tu lado siempre estaré.