Capítulo 13.

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Me encontraba en mí trabajo como siempre en las mañanas tomando un poco de café con Kate, esta vez si había logrado llegar temprano.

Yo no paraba de hablar de Rubén con Kate y ella solo sonreía y asentía.

Como toda chismosa que se respete.

—Y anoche supongo que no se quedo en tu casa.. ¿verdad?

—Noup.— bebí un poco de café. Solo un poco, ni siquiera me gustaba, ahora mismo lo estaba tomando por ocio y nada más que eso.

Y también para crear mejor mi personaje de señora chismosa como Kate.

Rubén y yo no hablamos desde la noche. Supongo que a esta hora del día debe de estar durmiendo plácidamente.

Cuando nos despedimos me dio un beso corto en los labios pero fue suficiente para mí.
Supongo que para el también.

Realmente si les soy sincera estaba un poco confundida, no sabia que eramos o si estábamos saliendo o no.

No quería preguntarle tampoco porque sea lo que sea esta bien... O al menos por ahora.

Luego de unos minutos contados, Kate comenzó a anotar las citas de las personas y esas cosas.

Hoy nuevamente me tocó revisar a la chica de ayer. La cabello naranja falso.

A decir verdad no era fea y conmigo se había comportado al margen pero su actitud ayer de pedante no me gustó mucho. Aunque ella tenga sus razones pero no me gustó y ya. I don't know.

Le di los buenos días y ella a mí y le indique que se sentara en la silla.

Hoy vino porque quería ponerse los frenillos.

No quise preguntarle para que porque no quería ser una entrometida. Pero vaya que tenía los dientes bien derechos, así que para corrección no era.

Aunque.. ¿Que importa? igual me va a pagar. .

—Por cierto quiero las ligas azules y negras.

—Vale.

Le sonreí y le abrí la boca.

(...)

Ahora me encontraba haciéndole una prótesis de un diente a una señora.

—¿Y como le ocurrió esto?

Pregunte para relajarla un poco. Se notaba que estaba tensa y no era para menos.

Eso de que te metan un hierro a la boca y luego lo conviertan en diente, duele. Y mucho.

—Pues.. Es una historia graciosa pero resulta que estaba con mí mamá en su cumpleaños numero noventa y yo cargaba a mí nieto en brazos. Aun es un bebé. Y pues cuando empezaron el feliz cumpleaños se hincó hacia atrás y su cabeza se impacto con mí boca y pues se me cayó un diente.

Trate de reprimir mí risa psicópata y sacar mí risa "Jejeje" tierna y salió con éxito.

(...)

Ya había acabado de atender a las personas. No había sido muchas de igual forma.

Estaba en el escritorio de Kate haciendo el presupuesto de este mes y alguien entró.

Voltee la mirada y era Eva.

Una Eva preocupada.

Me acerque a ella lentamente y Kate miraba la escena. Respiraba tan agitado.

—Ruben..

Me puso los pelos de punta.

—¿Qué pasa con Rubén?—moví su brazo.

—Espera.

Se sentó en una de las sillas y respiro agitada.

Kate y yo nos sentamos a su lado.

—Bueno.. Es que he venido corriendo hasta acá. —la miré. — Ruben esta en la clínica internado.

-¿QUE? ¿POR QUE? —grité y me me pare de golpe. Mí Rubén.. Bueno no era mío, pero..

—Cálmate .—Me guió a sentarme nuevamente—.Esta mañana, Mangel fue a su casa a visitarlo y Rubén nunca abrió. El decidió entrar por su cuenta porque tiene copia de la llave y cuando busco por su cuarto no estaba, fue al baño y estaba tirado en el piso desmayado y cubierto de vómito. Mangel llamo a una ambulancia y vinieron por el.

—¿Pero esta bien? ¿Por qué estaba así? ¿que le pasó? ¡Dime!

—Al parecer fue una intoxicación por la pizza de anoche.

—¿La pizza?

—La pizza.. Él dice que es eso porque no ha comido nada más. El pobre no se la ha pasado nada bien, esta muy débil.

  —Pero si hubiese sido la pizza estaríamos todos como él. 

  — Eso mismo le dije, pero él dijo que fue eso. 

Luego de esa explicación busque mí bolso y mís cosas y me fui hasta donde estaba Rubén.

Obviamente antes fuimos por el carro.

Kate se quedo en el consultorio y Eva de venía conmigo.

(...)

Iba caminando a velocidad luz en los largos pasillos blancos de ese lugar tétrico con Eva atrás de mí. Aunque ella intentaba ir a mí paso no podía porque sus cortas piernas no ayudaban.

Fuimos al quinto piso habitación 242 y entre de golpe captando la atención de todos.

Un doctor se colocaba una fina tela en la cabeza de Rubén.

—¿Hora de partida? —pregunto él .

—11:28 pm.— respondió la enfermera del otro lado.

¿Que..?

Eva y yo salimos corriendo con lágrimas en los ojos hacia donde Rubén y comencé a gritar.

—¿Por qué te fuiste? — abrace su cuerpo que aún seguía caliente y Eva me daba consuelo abrazándome.

—Era su hora. Su viejo corazón no aguantó mucho. ¿Era tu abuelo? — pregunto el doctor.

—¿Abuelo? — rápidamente seque mis lágrimas y destape la cara del sujeto y un gran alivio vino a mí cuerpo.

No era Rubén.

—Ese no es Rubén.—dijo Eva alejándose del cuerpo y yo también.

—¿Segura que la habitación era la 242?.— mire a Eva.

—Eh.. Yo..

—Eva.. — me fui acercando a ella.

—Creo que me confundí.

Salí corriendo de ahí y me despedí del difunto señor mentalmente y también le pedí disculpa por la equivocación.

Fuimos abriendo de puerta en puerta hasta que abrí la correcta.
Vi a un Rubén pálido descansando en una cama, con cables en sus brazos.

Me acerqué a él y tome su mano.

Sentí unas manos en mis hombros, volteé , era Mangel y del otro lado Alejandro.
Les saludé con una sonrisa y me acerqué más a Rubén.

-Aquí estoy. - Me acerque más a su oído derecho. - junto a ti.

Una lágrima salio de mí ojo sin permiso, debido a los sentimientos encontrados y rápidamente la seque.
No es fue bonito el haberme equivocado de habitación. Le di gracias a Dios el hecho de que él, no era ese señor.


Juntos »Rubius.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora