Juntos »Rubius.

Capítulo 27.

Caminábamos de aquí para allá sin ningún rumbo, en dos días me iba de viaje con ____ a conocer a su familia y pasar allá la cena de navidad. Me sentía tan ansioso y nervioso a la vez que me causaba una gran ansiedad terriblemente jodedora. Obligué a Mangel y Alexby a que me acompañaran para comprarle algo a ____ pero ninguno sabía que podría ser. Ella era un chica muy variante de estilos y le quedaba todo de maravilla. Se podría poner un saco de papas con unas cholas rotas pero ese saco se volvería a la moda.

— No necesariamente tiene que ser ropa Rubius, no sé.. quizás un bolso que haga juego con sus zapatos favoritos —comentó Alexby mientras pasábamos por una tienda de zapatos.

— ¡Tiene como mil zapatos favoritos! —contesté riendo, llevé las manos a mi cabello y los jalé ligeramente.

— ¿Que tal un juegoh pa su ordenador?

— No es de esas chicas gamer, Mangel —respondí.

— ¿Un gato? —preguntó Alexby—, Tu siempre andas con mujeres que les gustan los gatos.

— Descartado, con los míos está bien.

Seguimos caminando y entramos a una tienda de animes, juegos y ropa, Alexby se fue para el área de ropa y Mangel y yo por el área de juegos. Tomé la caratula de un juego en mis manos y se me vino una buena idea.

— Mangel, ¿crees que un perfume está bien? —pregunté.

— ¿Creeh que le guste unoh?

— A las mujeres les gusta ese tipo de cosas.. Yo que sé —me encogí de hombros y caminé hacia donde Alexby.

Él estaba mirando unas camisas de star wars hasta que se percató que estaba a su lado. Comenzó a buscar algo en las demás estanterías y luego volvió con una prenda en las manos.

— Este puede que le venga bien, Rubius —tomé la prenda, curioso.

— ¿Really nigga? —dije, riendo. Él levantó la ceja haciéndose el ofendido—, ¿Un short con detalles de star wars?

— ¡Esta bonito!, mira que no le compro uno a Eva porque no hay su talla eh.

— Hablas como una mamá —solté una carcajada y él frunció el entrecejo.

Agarré el short y lo estiré por completo, calculando a ver si le quedaba a _____.

— ¿Crees que si le quede? —pregunte, él se encogió de hombros —,  ¡Mangel! —grité un poco, de manera de que Mangel viniera y me ayudara.

A los segundos se encontraba caminando hacia nosotros. Mangel siempre tan eficaz...

— ¿Pero que pasah, Rubiuh?, ¿poqueh andah gritando como un locoh?

— ¿Crees que esto le quede a _____?

Él tomó la prenda con sus manos y la sostuvo a gran altura, luego se encogió de hombros.

— ¡Tu ereh quieh debe sabeh que tan grande es su culoh no yo!

Me lanzó el short en la cara y empezamos a reír. Fui a donde estaban los demás puestos y agarré una talla más grande. Pensaba que ese le vendría bien.

Seguí caminando con los chicos y entramos a la sección de ropa interior, me quedé paralizado cuando vi unas bragas de Pokémon. Fui directo hacia ellas y tomé algunas, las puse en mi cara. Ella debía tenerlas.

— Rubius, pareces un violador de niñas —dijo Alexby mientras caminaba hacia mi.

Ignoré su comentario y busqué tallas que le podrían quedar bien a mi novia.