Capítulo 25.

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¿Y si les digo que he tenido la mitad de día más aburrido con el chico más divertido de Youtube, me creerían? 

Tenía toda la mañana aquí, y le he dicho innumerables veces a Rubius que hagamos algo divertido hoy, tambien para sacar a su hermanita que estaba aquí hoy. Pero ni siquiera así quería.

La mamá de Rubén había traído a Abi ésta mañana para que la cuidara porque iba al médico y no quería llevarla. 

Me sentía aburrida aquí, no encajaba. Rubén estaba haciendo que se yo en el ordenador, Abi en el cuarto de juegos de Rubius, y yo... nada. Viendo el techo y escuchando una y otra vez la misma melodía del piano del vecino.

Me paré de la cama decidida a irme con Abi a algún parque o algo así, me rehusaba a estar aquí como un ermitaño.

—Última vez que te lo pregunto —soné más decidida de lo que pretendía y me quise aplaudir por eso. Inmediatamente paró de ver la pantalla del ordenador y fijarse en mi —¿Vas o no a salir con nosotras?

— ______...

—¿Si o no? —lo interrumpí—. Y quiero que sepas que si no vas, invitaré a alguien.

Sí, trataba de chantajearlo. Y si algo había notado desde que salía con Rubén es que era un celoso de lo peor y estoy casi segura de que él no dejaría irme con alguien más y mucho menos estando con su hermana.

Soltó una risa amarga y me miró alzando una ceja.

— ¿Ah si, a quién?

— ¿Quién te  parece mejor,  Guillermo o Wilson? —respondí con una pregunta, imitando su tono de voz.

Frunció el ceño y vi como se paraba de la silla y se iba al baño.

_____ 1, Rubius 0.

Festejé por lo bajo mientras hacia un pequeño baile. Cuando terminé me mire en el espejo y me peiné el cabello. Acomodé mi vestido y fui a donde estaba Abi.

La vi acostada en el piso enrollada en una sábana naranja mientras bebía una coca cola. Que mona se veía.

Me acerqué a ella y le acaricié el cabello, como suelo hacerle a Raspy y a Wilson –el gato, no el ex novio–.

—Abi acomodate que saldremos en un rato.

Ella asintió y terminó de tomar la coca cola.
“¡____, ¿podrías por favor elegir mi ropa y ponerla en la cama?!”

No respondí y me dirigí al armario. Saqué una camisa roja con la estampa de una mujer rubia, unos pantalones negros y un  bóxer negro también. Lo acomodé en la cama y me acosté a un lado a esperar.

Pensaba en la película “Que esperar, cuando estas esperando”. No se porqué, solo pensé en ella.

Sentía unas manos húmedas pasar por mis muslos y abrí los ojos alarmada. Me tranquilicé cuando vía a Rubén al frente de mi, todo mojado. Su cabello caía hacia todos lados.

Vi como las gotas de agua resbalaban por su torso desnudo, las seguí a cada una con la mirada.

Tenia ganas de besarlo, de sentir su calor. Piel con piel.

Él se acercó más a mi y plantó un beso en mi cuello, cayeron unas gotas de agua en mi vestido.

Lo tomé de de la nuca y guíe mi boca hacia su cuello, comencé a dejar pequeños besos lentos pasando mi lengua de vez en cuando. Poco a poco. Sabía  que eso le gustaba, él me lo habia dicho.

— S-si quieres salir es mejor que pareces ya.

Reí en su cuello por la forma en la que se le trabavan las palabras y asentí, me alejé de él no sin antes darle un beso en la boca y dejarlo ahí, en la cama con la misma posición.

Juntos »Rubius.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora