Capítulo 19.

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Quería hablar con ella, quería verla, quería sentirla entre mis brazos. ¿Como es posible que me haya encariñado con ella así de rápido?, no era normal, en lo absoluto. Me sentía raro de tan solo pensar que hace días solo una desconocida, y que ahora literal la necesitaba para estar mejor. Si no hubiese sido por Mangel que subió esa foto y yo la vi, ¿que estuviera pasando ahora conmigo?, ¿en que estuviese pensando?

Posiblemente viendo porno, escuché esa voz en mi cabeza. 

Tenía ya dos días que no la veía, que no le hablaba, y todo por seguir los consejos de Mangel; "Espera unos días para escribirle, esto hay que hacerlo siempre, tío. Sino te verás como un puto acosador interesado."


No quise aguantar más, tenía que ir a verla. Tomé mi sudadera y me la coloqué a velocidad luz. Tomé las llaves de mi departamento junto con mi móvil y salí del departamento. Ya en ascensor, me detuve.

Yo no sabia donde vive ella.

Le mandé un mensaje a Eva para que me ayudara, y a los instantes ella me mandó la dirección. Le agradecí mentalmente, pero no le respondí. Cuando estuve en el piso, salí y tomé un taxi. El tipo me pidió la dirección y arrancó hacia ese lugar. 

"..Tough to sort files with your voice in my head. So then I bribed you downstairs with a malboro red.."  

La canción que sonaba por la radio la identifiqué, era  You sent me flying de Amy Winehouse.

Veinte minutos después ya estaba en el gran departamento blanco muy bien cuidado. 

Releía una y otra vez el mensaje de Eva con el numero del piso de _____. No quería equivocarme, ya en el ascensor, presioné el piso numero tres y esperé unos segundos. 

Según las indicaciones de Eva, era la puerta con el número "3". 

Apresuré el paso cuando me di cuenta que el ascensor iba a cerrar sus puertas y yo aun seguí ahí adentro. Caminé a paso rápido hasta que me detuve al frente de su puerta. Estaba a punto de tocar cuando los nervios entraron en mi. 

"Vamos, Rubius. Esto es lo que quieres."

Me animaba mentalmente, pero me sentía estúpido y nervioso. ¿Que pasará cuando ella me pregunte el porqué no le he llamado o respondido al menos sus mensajes?, no puedo ir a la ligera a decirle "Es que le he hecho caso a Mangel con el consejo de llamarte luego de los tres días jeje". Maldigo el momento en el que le hice caso a él, pero claro, no era su culpa. 

Toqué el pequeño timbre que estaba a un lado de su puerta, escuché el sonido que hizo adentro. Escuchaba pasos. Eso me ponía más nervioso aun. 

Dos segundos después, mi sonrisa fue borrada y suplantada por mi entrecejo fruncido. Un tipo de más o menos mi tamaño apareció al frente de mi. ¿Pero quien cojones es él y que hace aquí?

El boludo me miraba serio. Tomé una respiración corta tratando de tranquilizarme, aclaré mi garganta para acomodar mi voz y no sonar molesto. Aunque lo estaba hasta la mierda. 

—¿Se encuentra ____? —Soné más seguro de lo que pretendía. Me aplaudí mentalmente por eso. 

—¿De parte? 

Del que te va a sacar la mierda y te meterá un bate por el culo, quise responder, pero sin embargo no lo dije, iba responder que Rubén, pero ya ella a paso rápido se encontraba atrás del tipo, mientras me miraba sorprendida. Más atrás venía Eva. 

Alcé la ceja sorprendido, no me esperaba una situación así.

  — Hola, Rubius. — ____ me saludó haciéndose paso hasta llegar al frente de mi, dejando al boludo y a Eva atrás, esta ultima me saludó moviendo la mano.   

Juntos »Rubius.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora