MY SEX INSTRUCTOR || EDITANDO.

Capitulo 30

—¿Quieres entrar de nuevo al juego Kyle o quedarte observando como finge que no ocurrio nada?

—Esta bien pero ¿Por que haces esto?

—Note lo mucho que la observabas y...—la interrumpí.

—Oye no, no creas que estoy enamorado de ella.

—Lo sé, al menos no ahora —río— no trato de hacer que ambos se enamoren, solo quiero que se diviertan, nada serio ¿me explico? Por que claro esta que ninguno de ustedes esta feliz porque sus "encuentros" hayan acabado.

—Bien, de acuerdo ¿Que hay que hacer?

—Tú solo ve con ella cuando tengas la oportunidad y yo me encargo del resto —sonrió.

Asentí confundido, tome la soda del refrigerador y salí de la cocina detras de ella, para ser sincero en cierta parte siento que no me vendria nada mal su ayuda a fin de cuentas mentiría si dijera que no me agradaría una vez más.

—¿Que hora es? —pregunto Ryan estirando sus brazos mientras bostezaba.

—Seis de la tarde —dije parandome frente a ellos mientras abría la soda.

—Es temprano aun —dijo Greysi— ¿Que quieren hacer?

—Yo creo que debería irme —intervino Samantha levantándose del sofá.

— ¡No seas aguafiestas Samantha! —exclamo Tom.

—Debo ir a estudiar, pueden seguir con lo que quieran pero yo debo irme —fingió una sonrisa, sacudió su pantalón y camino hasta la mesa en donde se encontraba su bolso.

Greysi estaba sentada en uno de los sofás y se levanto rápidamente detrás de Samantha quien tenia que pasar por frente de mi para ir hacia la mesa.

— ¡Oh vamos Samantha,Tom tiene razón! —exclamo empujandola de una manera aparentemente accidental, provocando que esta tropezara conmigo, haciéndome derramar la soda sobre mi camiseta.

— ¡¿Que demonios?! —pregunté disgustado observando a Greysi quien sonreia con cinismo.

—Oh maldición lo siento Kyle —dijo pasando su mano desesperadamente por mi camiseta, consiguiendo solo empeorarla.

—No te preocupes, no fue tu culpa fue...—interrumpió Greysi.

—Demonios mujer ¿acaso tu torpeza conoce limites? —bromeo mientras reía.

—Pero...—dijo Samantha pero fue interrumpida por Greysi.

—¡Ve a ayudarle con ese desastre por lo menos! —rió nuevamente.

—¿Como? —pregunte.

—Solo le empeore la camiseta.

—Ve al cuarto de lavandería —dijo Ryan— y quiten esa mierda con algún producto.

—¿Donde esta? —pregunto.

—Subiendo las escaleras, la única puerta a la izquierda —índico.

—Bien,ven aquí —me hizo una seña para que fuera detrás de ella.