MY SEX INSTRUCTOR || EDITANDO.

Capítulo 43

—¿Que me harás? —pregunte entrando detras de ella a su departamento.

—Te desinfectare esa cosa y me darás una explicación.

—La explicación es que tu novio es un imbécil.

—Ven aquí —dijo ignorando mi comentario y dirigiéndose hacia su habitación.

Me senté en el borde de su cama mientras esperaba a que consiguiera cualquier cosa que estuviese buscando en el baño, y luego de unos diez minutos se acercó a mí con unos algodones en sus manos y otras cosas más.

—¿Hace falta todo eso?

—Si hace falta —dijo quedando frente a mí mientras cogía el alcohol.

—¿No querrás ponerme alcohol en el rostro? mierda Samantha eso me dolerá como el infierno.

—Cuando te dije anteriormente que no te la dieras de hombresote no me refería a esto Kyle, ahora quédate quieto —ordeno tomando mi rostro con su mano izquierda, sabiéndolo un poco y acercando ese maldito algodón con alcohol hacia mi ojo provocando que hiciera una mueca de disgusto— Vamos no pongas esa cara, tendré cuidado.

—Bien.

SAMANTHA.

Pase el algodón cerca de su ojo en el lugar lastimado con cuidado, mientras unas que otras veces Kyle soltaba maldiciones debido al ardor y movía su rostro inquietamente.

— Auch.. —murmuró arrugando su rostro.

—Lo siento, ya casi acabo.

Luego de unos minutos logre hacer que se calmara y termine de curar su ojo colocando en este una pequeña venda con cuidado.

— Ya está —dije sonriendo mientras acariciaba su mejilla.

—Gracias amor —murmuró observándome con una pequeña sonrisa.

—No hay de que,no puedo hacer nada por tu labio, si te pongo algo en serio te dolerá y no es muy necesario, es decir...no esta tan lastimado.

—Esta bien pequeña y...—coloco sus manos en algún lugar de mi cintura de manera confiada para hacerme quedar sobre sus piernas— ¿Cómo...cómo te fue con tu cita?

—¿Que como me fue?

— ¿A dónde fueron? ¿Te divertiste? —pregunto como si fuéramos amigos, es decir...solo amigos.

—Fuimos a un restaurante muy lindo a las afueras de aquí, era elegante y todo lo demás, yo no estaba vestida para la ocasión, pero dio igual, fue lindo —dije acomodándome sobre sus piernas.

—Pensé que irían a un parque de diversiones o algo así.

—Yo igual, no me puedo quejar de ese lugar, pero hubiese sido más lindo, ya sabes —baje un poco la mirada.

—Era de esperarse eso de el, aquel verano cuando fuimos en una cita doble a ver una película ¿lo recuerdas?

—Si, lo recuerdo.

—No logramos ponernos de acuerdo con la película los cuatro y ambos entraron a ver una de explosiones, sangre y esas cosas ¿Quien lleva a su chica a ver ese tipo de películas? —rió— y tu morías por ver the notebook, joder Connor es un idiota.

—Pero se le veía entusiasmado con esa película —escogí mis hombros.

—Pero tú no lo estabas.

—Cierto —reí.

—También recuerdo la vez que fuiste junto a él al baile de graduación, el color de tu ramillete era rosa, yo me preguntaba ¿Por qué demonios te había comprado el ramillete rosado cuando a ti te gustaban las rosas blancas? y mientras bailaban, podía notar como lo observabas,como si estuvieses esperando que algo especial sucediera, tenía ganas de levantarme y decirle "Oye gran idiota, baila lento, acércala,ella no te morderá,dale vueltas y dile que es la chica más hermosa que tus ojos hayan podido ver, que luce perfecta con ese vestido azul, que no se preocupe por no saber caminar en tacones porque es igual de hermosa con sus tiernas zapatillas de niña —dijo de una manera tierna mientras mantenía sus ojos sobre mi todo ese tiempo, como si me estuviese diciendo lo que él pensó de mí en ese momento— obsérvala como si fuera única para ti y luego bésala, haz que su noche sea especial, ella siempre quiso algo como eso" —dicho esto se acercó hacia mí lo suficiente como para sentir su aliento ligarse con el mío.

Sus ojos me observaban fijamente y paso su mano por mi mejilla para acercarse un poco más lentamente para quizás darme el tiempo de apartarme, pero no quería hacerlo,no, solo quería besarlo hasta que mis labios no dieran la capacidad y luego ir hacia Connor y golpearlo por no ser Kyle.

Me encargue de romper la poca distancia que había, besando cuidadosamente la parte superior de sus labios para no lastimarlo. En ese momento me convencí por completo de que podría morir besándolo si eso era posible, y que él es el único chico con quien en realidad quiero estar.

Su mano aun acariciaba mi mejilla mientras lentamente seguía la dinámica de nuestro beso, y luego de unos tres minutos, supongo, nos separamos un poco.

—¿Estabas al tanto de lo que hacíamos en el Baile? —pregunte luego de unos segundos de silencio.

—Solo quería saber si estabas bien.

—Que tierno eres —dije sonriente.

— ¿Quieres saber que puedo recordar también?

—¿Que?

—Como sentí mi corazón desmoronarse el día que te hiciste su novia —dijo con la voz débil y subiendo su mirada hacia la mía, me había dejado sin palabras, oh Dios mío ¿En serio acababa de decirlo?