Cap 20

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Me levanté de mi asiento con desgana y vi por el rabillo del ojo cómo se acercaba Lillith hasta donde yo estaba. No hice ningún intento por evitarla, la experiencia con Josh había sido demasiado mala como para intentar dejarme sorprender nuevamente, esta vez por Lillith. Si Josh no se había tomado bien las noticas de que yo soy un ángel de la muerte o algo parecido, Lillith se lo tomaría aún peor porque no tendría la ventaja de conocerla desde hace tiempo. Yo solo había cruzado unas cuantas palabras con ella y sería toda nuestra relación.

Así que guardé mis cosas con lentitud y esperé a que llegara a mí. Por lo menos esta vez yo estaría preparado de antemano para lo que me esperaba en este tarde con ella. Esta vez, quizás, fuera capaz de controlar la situación y la conversación. Esa era una buena ventaja la cual no supe apreciar hasta que la cagué hasta el fondo con Josh.

Y ahora, sí, me había sacado a Josh de encima, pero todavía tenía que tratar con Lillith, con Kyle... Y debía contarle a Noah que Josh sabía todo con respecto a los ángeles de muerte. Demonios. Estaba lleno de mierda hasta el cuello.

-Está justo detrás de ti- murmura Isabella y yo le agradezco en mi fuero interno por la advertencia.

-¿Quieres ir a tomar el café que te debo ahora?- le pregunto a Lillith incluso antes de volverme. Ella me mira sorprendida y asiente como una autómata. Bien, mientras más misterioso y distante me mostrara, mejor. Y no debía dejarla atacar con sus preguntas venenosas en busca de información.

Caminamos por la acera en silencio. Íbamos cada uno preparándose mentalmente para el interrogatorio: Lillith preparando su avalancha de preguntas y yo preparando temas triviales para hacer evasivas.

Llegamos al café y compramos las bebidas en silencio. Bueno, en realidad las compré yo. Lógico, yo había invitado.

-Bien...- comenta ella con una sonrisa maliciosa.

-¿Cómo te ha ido en la escuela? ¿Has podido integrarte bien?- le pregunto lanzándole una mirada de inocencia fingida.

-O sea que quieres jugar así.- dice Lillith irritada tomando un sorbo de su café. Yo me mantuve en silencio esperando su respuesta.

-¿Y bien?- le digo cuando ella no responde en absoluto.

-Vale, ha estado bien. No soy una chica tímida a quien le cueste hacer amigos ni aliados, así que debo advertirte que ya tengo a bastante gente de mi lado que está dispuesta a ayudarme...

-Bueno, espero que a mi hermana le esté yendo tan bien como a ti- comento casualmente, interrumpiéndola como si ella no estuviera hablando en ese momento.- Ya sabes, ella no es tan extrovertida como tú. Ella siempre ha sido un poco tímida, por lo menos al principio.

-Apuesto a que quiere tener noticias de su familia, sobre todo de su hermano desaparecido hace una semana de quien papi no ha mencionado nada en ninguna llamada- espeta Lillith con burla. Yo suspiré.

-¿Qué puedo decir? He estado ocupado. Pero estoy seguro de que ella se alegrará mucho de tener noticias mías- comento con diversión.- ¿Y tú no la has llamado? Creo que a ella le gustaría saber cómo te está yendo por aquí. Quizá podrían hacerse amigas. Total, han estado viviendo cada una en la familia de la otra y lo van a seguir haciendo por un tiempo más.

-¡Ja! Estoy segura de que a ella le gustaría escuchar las noticias tan impactantes que tengo, como por ejemplo el pequeño detalle que tu padre se olvidó de comentar, ese de que tu madre...

-Hablando de madres, ¿has hablado con la tuya?- le pregunto cortante, dándole a entender que ya sabía muy bien lo que ella sabía. Lillith me miró con furia, desesperada por volver a tomar el control de la conversación. Bueno, no volver a tomarlo porque el control de la conversación lo he llevado todo el tiempo yo.- ¿Cómo está? ¿Te habló acerca de Amanda? ¿Cómo le está yendo por allá?

Conspiración (Crónicas del Nigromante 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora