Cap 12

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No paré de correr hasta que llegué a mi casa. No me sentía a salvo. No sentía que las paredes pudieran frenar el llamado de aquellos seres invisibles... Porque era muy obvio que era invisibles. Yo no era capaz de verlos antes y ahora, por alguna extraña razón, sí. Por el camino a casa pude vislumbrar a varias de esas criaturas volando por encima de los edificios, o caminando entre la gente como si nada... Y nadie, ni una sola persona, se daba cuenta de que ellos estaban allí. ¿Tan ciego estaba el mundo que no era capaz de ver a unos míseros ángeles de alas negras? Maldita sea, si ellos estaban allí, ¿cómo era posible que no fuéramos capaces de verlos?

Golpeé la puerta con fuerza, llorando de tan furioso conmigo mismo que estaba. ¿De verdad había sido tan ciego antes? ¿Qué estaba mal en mi cabeza? ¿De verdad existían esas cosas o yo solo había enloquecido al ver morir ante mis ojos a Alicia?

Alicia...

Grité a pleno pulmón en un grito de plena agonía. No podía creer que fuera tan cobarde como para haber salido corriendo, solo preocupándome de mí mismo, mientras el cuerpo de Alicia estaba allí tirado como si nada. ¿Y si Alicia no había muerto? ¿Y si ella solo se había desmayado? En cuanto la había visto caer inconsciente, yo simplemente había asumido que ella había muerto, solo porque sentía que yo me precipitaba en una muerte prematura por los llamados de aquellas criaturas. De hecho, yo ni siquiera sabía si ella había escuchado las voces de los ángeles oscuros o si solo yo había alucinado.

Golpeé la puerta con fuerza e hice caso omiso del dolor. No importaba. Ni podía comparársele al dolor que me causaban mis peleas internas.

Estaba casi completamente seguro que yo no estaba alucinando en absoluto, pero la duda de lo que era verdad o no, no se iba. No podía estar seguro de nada, y al estar solo y ser el único que puede ver esas cosas... Bueno, me hace aún más dudar de mi salud mental. ¿De verdad había enloquecido? ¿O es que tomé algo que me había dejado cucú temporalmente? ¿Era esto acaso temporal? ¿Estaba esto de verdad pasando?

¡Eso era!

Por fin había dado con el problema. Esto no podía ser posible. La gente con alas no existía, menos las criaturas invisibles; pero nada de eso existe en el mundo real. Lo que quería decir que nada de esto estaba sucediendo de verdad. Entonces, como única conclusión posible, sabemos que esto no puede ser otra cosa que un sueño. ¡Yo simplemente estaba soñando! El sueño más loco de toda la historia, pero un sueño de todas formas.

Más relajado conmigo mismo, sabiendo que nada de esto es real, por lo que nada de verdad puede dañarme (a excepción, claro, de que todo esto sea una maldita pesadilla; que esperaba que no fuera el caso); me hice sonar los nudillos, o lo intenté, porque al tocar mi mano sentí un aguijonazo de dolor. Solté un grito de sorpresa y abrí los ojos a todo lo que daba de puro terror. No, no, no. Esto no podía estar pasando. Había quedado claro que todo esto era un sueño... Pero en los sueños no se puede sentir dolor. Aunque claro, siempre cabía la posibilidad de que todo esto fuera una pesadilla; pero aún así, no era posible que el dolor dentro de las pesadillas sea tan intenso... Además, las pesadillas se basan en el miedo, no en el dolor. Son cosas distintas.

-No, no, no- murmuro cayendo de rodillas mientras siento cómo corren lágrimas sin prisa por mis mejillas. La realidad me asaltó de un modo aplastante y agobiante. Sentía que no podía respirar, mientras los sucesos de la última hora se arremolinaban en mi mente.

Alicia no podía estar muerta, y yo no podía ser tan cobarde como para haber escapado como un niño pequeño que le teme a la oscuridad en busca de su mamá. Mierda, ese chico había corrido a ayudarme y yo le pagaba saliendo de allí como si el culo me quemara.

Conspiración (Crónicas del Nigromante 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora