Cap 21

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Entré a la casa de Noah más o menos una hora antes del anochecer con Isabella volando tras de mí. No se había elevado mucho del piso, simplemente si limitaba a estar a la suficiente distancia como para no soportar el peso de su cuerpo si estiraba completamente sus piernas.

Estaba exhausto. Tal y como había predicho, el día había sido completamente agotador. Se me había hecho eterno. Y todavía no había terminado. Todavía tenía que regresar a casa y enfrentarme a la furia de mi padre. Día de mierda.

Pero ya no podía seguir posponiendo mi vuelta a casa. Había estado lejos de ella por demasiado tiempo. Pero tampoco me haría daño esperar unos minutos más.

-¿Y? ¿Cómo te fue en tu súper cita con Lillith?- me pregunta Noah cuando entro en su habitación, aliviado porque no hubiera nadie más en la casa aparte de Kyle y el mismo Noah.

Kyle, en cuanto me vio entrar se me quedó mirando calculadoramente y, unos segundos después, desapareció escaleras abajo en el sótano. Ese era el único lugar de la casa que nunca había visto. Aunque en realidad nunca había tenido la necesidad de explorar su sótano.

-Metí la pata- afirmo dejándome caer en la cama.

-¿Qué?

-Que la cagué la lo grande- espeto irritado. No quería que me recordaran que había cometido un error garrafal, que era lo suficientemente estúpido como para no saber controlar lo que digo. Golpeé la almohada de Noah y él me miró alarmado. Noah me tomó del cuello de la polera y me hizo ponerme de pie para comenzar a sacudirme.

-Dime que no le contaste nada- me espeta Noah con la rabia comenzando a oscurecer sus ojos.

-Oye, ¿qué demonios te pasa?- le espeto deshaciéndome de su agarre y mirándolo con el ceño fruncido.- ¿A ti en qué te afecta que Lillith sepa que yo...?

Isabella presiona su mano en mi boca y me amordaza con eficacia. Yo intenté deshacerme de su agarre, pero ella pega su cuerpo a mi espalda y su boca a mi oído.

-Kyle está escuchando todo lo que dicen- susurra. Yo asentí y ella me soltó.

-Vale, vale- digo irritado y volviendo a sentarme en la cama de Noah. Entonces volví a enfocar la vista en él.- Y no, no le dije nada, simplemente la hice enfadar porque le eché en cara unas cuantas cosas...

-Y se le pasó la mano un poco- agrega Isabella con diversión. Yo le lancé una mirada asesina y luego suspiré derrotado. Tenía toda la razón.

-Ahora no me sorprendería nada que ella me odie y que quiera venganza- afirmo y Noah me mira con los brazos cruzados sobre el pecho y con una ceja levantada. En ese momento tuve otra de esas oleadas de furia que desde que Isabella me salvó me cuesta tanto controlar. Apreté los puños con fuerza y respiré hondo varias veces. En ese momento quería de verdad, darle un gran puñetazo a Noah en la cara. ¿Por qué tenía que mirarme de manera tan condescendiente?

-Tenías razón, la cagaste a lo grande.- afirma Noah y yo le lanzo una mirada asesina.

-¡Ya lo sé!- exclamo luchando conmigo mismo por contener la ira que me carcomía por dentro.- No necesito que me lo recuerdes.

-Oye, oye. No me vengas a echar la bronca a mí que has sido tú el que...- comienza a decir Noah.

-Noah... Cállate- le ordena Isabella cogiendo el bolso que estaba en una esquina de la habitación de mi mejor amigo y entregándomelo justo cuando caía en la cuenta de que ese era justamente mi bolso.

-Oh, vale- digo sorprendido y lo cojo rápidamente.

-Bien, ahora nosotros nos vamos y tú te quedas- le dice a Noah.- Pueden seguir echándose la culpa el uno al otro mañana por la mañana. Ahora me duele la cabeza. He estado escuchando hablar de lo mismo durante todo el día, así que dadme un descanso.

Conspiración (Crónicas del Nigromante 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora