VII

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Es extraño, pero mis fobias son más fáciles de revelar que mis deseos y mis vicios.
Por lo general, es todo lo contrario,
Aunque sin duda, lo usual no era mi estilo.
Sin embargo, siempre he pensado que estos van de la mano.
Mi infancia fue un tanto vertiginosa.
Es de humanos echarle la culpa a quien menos la tiene y yo no soy la excepción.
Los cambios se hicieron mis enemigos,
Eran mi monstruo bajo la cama.
Cada cambio solo traía consigo una oleada de pequeñas mañas, destruyendo lo que estaba cimentado,
Arrancando el pasto del jardín de mis recuerdos.
Claro, era la pequeña que no estaba en capacidad de comprender nada,
O al menos así lo creían.
Al final entendí que era mi culpa, por no seguir el guion que había sido escrito para mí en esta gran tragicomedia,
Era algo simple;
Solo debía seguir mi papel.
Pero la realidad era muy distinta, era una adulta, atrapada en ese pequeño cuerpo,
Muriendo por salir.
Así nací,
Así crecí
Y así me obsesione con aquello que;
Sin saberlo me destruiría. ¿O quizás no?
-No lo sé...
Me molestaba que las personas me mintieran,
Que pretendieran verme cara de tonta al no contarme la verdad;
No sé qué me asustaba más; si perderme o crecer.
Crecer era un problema para mí, ser pequeña me facilitaba mucho las cosas.
Le tengo miedo a tener miedo. ¿Por qué?
-Mis vicios.

Diario de ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora