XIV

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Hoy me desperté pensando en él.
En todo lo que pude haber hecho para evitar que ese día llegara.
Recordando aquellas cosas que hoy ya no significan nada.
Su amor por mí es enfermizo,
Supongo que nos convertimos en el juguete el uno del otro.
Aunque muchas veces dudo que alguien,
Alguna vez me ame como él lo hizo, o ¿lo hace?
No lo sé.
Y eso es una verdadera suerte.
Le di mil y un razones para irse.
Pero la razón por la que se fue no se la di yo,
Al menos no directamente, ¿o sí?

Dicen que no se puede evitar cuando a alguien le ha llegado su hora.                                                                          Yo no era quién para salvarlo.

Diario de ElizabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora