Despeinado

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Narra Santi

-¿Que necesitas?- me contesta Luke curioso.
-Cuando llegue Spencer, quiero que le sigas a donde va- le señalo con el dedo índice.
-Pero que se va de madrugada, yo estaré en el hotel- contesta extrañado con el ceño fruncido.
-Es que te vas a quedar a dormir- digo obvio.
-No me puedo quedar a dormir aquí si estoy pagando una habitación de hotel- se queja cruzándose de brazos.
-No la estas pagando tu, la está pagando tu padre y si que te quedarás, hazme este favor- le suplico poniéndome de rodillas en el suelo y me entrelazo las manos.

-¿Que les diré como excusa para dormir aquí?- dice él arrugando su nariz.
-Eso lo tendrás que pensar tu- le digo sonriéndole.
-Joder, esta bien. Pero me debes una- dice levantándose del sofá para ir a la cocina a beber agua.

Bien, un problema menos, solo me queda ir tras Carolina en su cita con ese capullo.

Pasa el tiempo y se hacen las 21:10h. Carolina ha quedado a y media, ¿les faltará mucho? Y hablando de faltar, Spencer a estas horas suele estar en casa... ¿Que coño hace?

Escucho unos tacones acercarse al salón.
Giro la cabeza y veo a Carolina buscar con la vista algo.

Esta realmente guapa, ese vestido le favorece mucho, tiene el pelo recogido en un moño con algún que otro mechón suelto.
Está ligeramente maquillada, ella nunca ha sido muy exagerada con el maquillaje.
Esta guapísima.

-Donde está...- dice murmurando para si misma mientras corre de una lado a otro.
-¿Que buscas?- le preguntó intentando sonar un tanto desinteresado.

Ella bufa y vira los ojos ante mi tono de voz. Me encanta cuando hace ese gesto.

-Mi bolso- contesta sin mirarme mientras sigue moviendo las cosas de su sitio, veo algún que otro cojín volar o los cajones abrirse y cerrarse.

Pasa cerca mio y puedo alcanzar a oler su perfume de vainilla... Me embriaga al pasar por mi lado.

-¡Carolina! ¿Es éste?- escucho un grito procedente de otra habitación.
-Ahora voy, Ashley- la escucho salir del salón con sus tacones retumbando por toda la habitación.

-¿Estás dormido? ¿Puedes dormir con eso tacones caminando por la casa?- me pregunta Luke, que hasta que me lo ha dicho, no me había dado cuenta que tenia los ojos cerrados. Me he dejado embriagar demasiado por su colonia...

-¿Qué? No, simplemente necesitaba cerrar un rato los ojos- digo sin darle demasiada importancia.

-Vale, ya estoy lista. ¿Que hora es?- Carolina aparece por atrás con un bolsito enano beig.

¿Enserio a buscado como loca lanzando cojines por los aires por ese mini bolsito de mierda?

-Las 21:20h-  le contesto con una sonrisa boba al ver lo guapa que está, ya se que no lo paro de repetir pero es que es verdad.

Ya podría ponerse así de guapa para mi...

-¡¿Ya?! Tengo que irme- coge un abrigo que le llega un palmo por encima de la rodilla negro y sale por la puerta.

Sus amigas se quedan en casa con Luke, yo salgo del piso antes de que ella cierre la puerta.

-Espera- le digo.
-¿Que pasa? Se rápido- me contesta moviendo la pierna nerviosa.
-Te acompaño- le digo apartándola de la puerta para cerrarla yo.
Ella ríe.
-Muy buena, pero tengo prisa- dice caminando por el pasillo.
-Es verdad- le digo agarrándola de la mano y caminando a su paso.
-Es tarde, no tengo tiempo para discutir...- dice rodando los ojos y soltando mi mano para apretar el botón del ascensor, que abre sus puertas y nos adentramos en el.

-Estas muy guapa- le digo mirándola de arriba abajo atentamente.

Puedo notar como se enrojecen sus mejillas.
-Gracias- dice mirando al frente con una tímida sonrisa.

No puedo más, tengo que besarla, ¿que mejor lugar que un ascensor? No hay nadie que nos pueda ver.

La estampo contra la pared sin mucha brutalidad y coloco mis manos a ambos lados de sus hombros.

Noto como su respiración se agita cada vez más, sus mejillas se enrojecen pero antes quiero mirar esos ojos azules que me miran con un brillo extraño, nunca había visto una mirada así en ella...

Esto empieza a funcionar...- pienso a la vez que sonrío ladeadamente.

Ella me quita la mirada y se muerde el labio... Esto va muy bien...

Me acerco a ella tomándola de sus mejillas y estampo mis labios sobre los suyos.

Pero, esta vez, no me contesta el beso... Mas bien, me aparta.

-No, Santi, controlate. Lo de mi habitación no... No ha pasado y esto menos... ¿Entendido?- me dice enfadada señalándome con su dedo índice.
-No te entiendo. ¿Antes si y ahora no?- le pregunto confuso.
-Eh... No, si... No lo sé- esta nerviosa.

El ascensor abre sus puertas y Carolina va a salir pero no le dejo, a continuación aprieto el botón de cerrar puertas.
-¿Que haces?- me dice  enfadada.
-Tengo prisa- continua quejándose.
-Bésame- le digo sin rodeos.
-¿Qué? Estas loco- dice mientras le suelto de mi agarre.
-No, besame, si no te gusta, te dejo tu espacio. Mejor, no te vuelvo a molestar mudandome al hotel con los demás.- le digo levantando una ceja.

Me estaba jugando mucho, no verla al levantarme, ni hablar con ella, ni volver a besarla... Aunque eso, obviamente no lo iba a cumplir, puede que me fuera al hotel pero no pienso parar de hablar con ella o pillarla infraganti.

-Esta bien...- rueda sus preciosos ojos azules que, seguidamente, me miran fijamente.

Coloca sus manos en mi nuca y yo en sus suaves mejillas.
Ella se acerca a mí y me besa, primero es un beso lento pero ella lo convierte en un beso intenso pero tranquilo, solo ella hace que un beso pueda transmitir tanto.

Es solo un beso maricón- pienso para mi mismo.

Ella pasa sus manos por mi cabello despeinándome.
Me encanta, no quiero que acabe, ya se de sobra que le encanta este beso, no hace falta ni que lo diga. Pero quiero escucharselo salir de su boca.

Me separo lentamente con una sonrisa un tanto egocéntrica.
Ella abre los ojos y sonríe pero borra su sonrisa y levanta una ceja.
-¿Y...?- pregunto levantando los hombros y la ceja.
-¿Y...?¿Que?- dice ella sonriendo egocéntrica.
-¿Que tal el beso?- continuo.
-Bueno, me los han dado mejores, ¿Cual era el trato?- dice ella cruzándose de brazos.

No me lo creo, lo ha disfrutado tanto ella como yo... ¿Por qué miente?

-Se que lo has disfrutado, lo he notado bastante- digo señalando mi pelo despeinado.
-Se llama actuar- dice desinteresada.

Ella aprieta el botón de abrir puertas que hay detrás de mi y sale del ascensor.

¿Para que digo y hago nada?¿Y ahora se supone que la tengo que seguir para que Fran no la viole?¿Ahora, que me siento como una mierda? La próxima vez me cayo y no sufro tanto, pero tenia que intentarlo...

Me quedo en la puerta de entrada del hotel hasta que veo a Carolina lo suficientemente lejos para que no note mi presencia.

Espero que todo salga bien..- pienso empezando a caminar.

Diario de una (no tan) preadolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora