Querido diario:
5 de octubre de 2019.-Bueno, cariño, es hora de que nos vayamos- dice mi madre levantándose del asiento.
-¿Ya?- digo quejandome.Hacia tiempo que no me daba cuenta de cuanto echaba de menos a mi familia. No quiero que se vaya.
-Si, son las 9:30 y tus hermanos y tu padre nos esperan en casa- continua mi madre.
-Esta bien...- me pongo de pie y les acompaño a la puerta y me despido de ellas con dos besos.Vuelvo al sofá y me tiro en el, colocándome al lado de mi amiga.
-¿Recuerdas? Pelis disney...- me dice Alejandra en la oreja.
Eso me levanta mas el ánimo, voy a buscar las pelis a mi habitación.
Al abrir la puerta me encuentro a Santi durmiendo en mi cama... Con SOLO una toalla y el pelo mojado.
No podía evitar mirarle de arriba abajo. Estaba boca arriba, se le podian ver sus trabajados músculos, bien marcados, mojados... No puedo evitar morderme el labio inferior al ver esa imagen. Llevaba la toalla azul de Spencer atada en su cintura.
Me incomoda un poco que el este ahí durmiendo, intento hacer el menor ruido posible mientras camino al estante de las películas para cogerlas.
Lo malo es que el estante esta justo al lado de la cama...
Me agacho y busco las películas que vamos a ver.
Noto como un cosquilleo entre el cuello y mi hombro. Muevo el hombro, pero el cosquilleo sigue ahí, lo muevo por segunda vez pero no se va. Decido girar la cabeza y me encuentro la cara de Santi a menos de un centímetro de la mía.
-Perdón por mojarte la cama, es que estaba cansado y tenia esta cama tan mullida y encima duermes tu en ella... Que no he podido resistirme- dice sonriendome.
Tiene medio cuerpo fuera de la cama, de cintura para arriba esta fuera y cintura para abajo dentro de la cama.
-Em... No importa...- digo dándome la vuelta y apoyando el culo en el suelo por el nerviosismo.
El simplemente sonríe y se levanta de la cama.
Yo me relajo y me suspiro.
Se veía tan guapo con el flequillo mojado...El sale de la habitación, puedo observar su espalda... Es tan... Triangular... y yo me quedo sentada en la habitación sin parar de recordar esa imagen.
-¿¡Pero que haces!? Tienes novio, no puedes pensar así del ex que te intenta reconquistar. Por muy bueno que esté.- pienso intentando volver en mi y elegir las películas para la noche.
-¡Ponte algo de ropa! ¡En mi casa no puedes ir desnudo!- grita histérica mi compañera de piso.
Parece que se le ha pasado un poco el constipado, ya puede hablar bien.
Yo no puedo evitar reírme ante la reacción de mi amiga al ver a Santi casi sin ropa.
-¡No estoy desnudo! Llevo una toalla- le contesta mi amigo.
Yo no puedo parar de reír. Se les ve tan estúpidos.
Por fin elijo las películas que vamos a ver, son Mulán, la sirenita y aladdín.
-Alejandra, ya tengo las pelis- grito saliendo de la habitación con las pelis en la mano.
Adivina con quien me estampo. Exacto. Con el de la toalla.
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Diario de una (no tan) preadolescente
Roman d'amourSegunda parte de 'Diario de una preadolescente'. Carolina se tuvo que ir a vivir a Andalucía porque a su padre lo tuvieron que mandar allí a trabajar. Carolina tuvo que volver a iniciar de cero en Cádiz, teniendo que olvidar sus viejos amigos y su a...